El presidente de la Asociación de Isapres, Gonzalo Simón, volvió a aludir este martes a lo que cataloga como una "crítica" situación financiera de la industria que representa, asegurando incluso que "problemas en el sistema" hacen que una posible quiebra al interior del sector sea "inminente", tanto así que este colapso podría ocurrir dentro de "las próximas semanas".

Considerando este escenario, relevó en Radio Concierto la necesidad de materializar la mesa de trabajo comprometida por La Moneda. "Nos parece muy importante trabajar con el gobierno y plantear una transición entre la situación actual y el nuevo modelo de la mejor forma posible, causando el menor daño posible a todas las personas que hoy están en tratamiento", aseguró Simón.

"Esperamos que la mesa se instale lo antes posible, porque vemos que los problemas que tiene el sistema hacen inminente una quiebra en las próximas semanas", dijo el ejecutivo intentando llamar la atención respecto de la situación que, en su opinión, atraviesa el sector.

Las declaraciones de Simón atienden además a las del director de Fonasa, Camilo Cid, quien aseguró que las isapres están en dificultades, pero no ad portas de quebrar. "Los números son claros y objetivos", dijo cuestionando al ejecutivo del sector público.

"Esto llama la atención, porque nosotros nos reunimos con la ministra y ella reconoció la situación, tanto es así que propuso la constitución de una mesa de trabajo para poder trabajar en el asunto", detalló.

Y agregó que "en ese mismo sentido, hay un comunicado que sacó el superintendente de Salud, donde se afirma que se están haciendo los levantamientos para enfrentar la contingencia financiera, de manera de evitar poner en riesgo los 3,3 millones de personas".

"Todas están en una situación muy compleja"

Posteriormente, consultado respecto de cuáles son las entidades que están en mayor riesgo, Simón aseguró que "todas están en una situación muy compleja".

"Hay que entender el funcionamiento interno. Hoy todas las instituciones durante el año están haciendo esfuerzos. Los controladores están inyectando recursos para poder sostenerlas, y por lo tanto, mientras estén todas en esa situación, al final va a ser una decisión interna la que va a significar en qué momento alguna isapre ya deja de contar con ese apoyo y por lo tanto, se produce la quiebra", pormenorizó.

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Respecto de las modificaciones al sistema, se allanó a que estas se generen, aunque aludió a la necesidad de implementar un sistema que no vulnere a los clientes.

"Nos parece que Chile necesita una reforma, no nos oponemos a eso, pero mientras tanto el gobierno realiza la reforma y el Congreso lo revisa, y se ponga en práctica, creemos que el mejor camino es sostener el funcionamiento del sector salud, de manera de no afectar el acceso a la salud de las personas", dijo Simón.

Y a renglón seguido, insistió en el colapso del sistema de salud privado y sus consecuencias. "En el momento que se produce la quiebra de una institución, las personas afiliadas tienen que trasladarse a Fonasa. Y aquí es donde viene lo más lamentable. Hay cientos de miles de personas que tienen enfermedades crónicas o graves en tratamiento que efectivamente no van a tener la posibilidad de tener continuar con esa atención y con esas terapias que reciben el día de hoy", aseguró el directivo de las isapres compartiendo su poco auspicioso pronóstico.

Fonasa: "Hay que guardar las proporciones”

Por su parte, Camilo Cid, director de Fonasa, se refirió al tema en entrevista con La Tercera desestimando que las isapres se encuentren en una situación terminal.

“Obviamente que preocupa, en el sentido de que son instituciones que están participando en la seguridad social de salud. El contingente de los 3,3 millones de personas que están cubiertos por las isapres son chilenos que pagan su 7%”, dijo admitiendo la compleja contingencia que no visualiza como una situación que amenace el sistema.

En este sentido, Cid dijo que las isapres “han tenido pérdidas en 2021 y las están teniendo en 2022, pero hay que guardar las proporciones. En sus más de 30 años de existencia han tenido muy buenos años. Entiendo que son seguros que calculan sus ingresos y gastos no en un año, sino en el largo plazo. Por otro lado, hay resguardos en la legislación para las isapres, como las garantías financieras que estas empresas deben tener por mandato de la Superintendencia de Salud. Tienen dificultades, pero no veo una quiebra inminente de las isapres”.

Cuando se le consultó por declaraciones previas de él, donde aseguró que las isapres deberían desaparecer del mapa de la seguridad social, argumentó que “eso está en el programa de gobierno. Este plantea la creación de un Fondo Universal de Salud que se hace cargo de todos los ingresos disponibles para salud en el país. Las cotizaciones de seguridad social y los aportes fiscales".

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"Dentro de las cotizaciones de seguridad social están las cotizaciones que hoy se aportan en isapres. En la medida que esas cotizaciones de seguridad social pasan al FUS, las isapres desaparecen del esquema de seguridad social y tienen la oportunidad de participar, si así lo desean, en un mercado de ‘segundo piso’ o un mercado de seguro voluntario privado para las personas que quieran tener esa cobertura", agregó.

¿Qué sucederá con los afiliados de las isapres entonces? Para Cid esa es la principal preocupación. "Lo que se está diseñando es un aterrizaje suave, planificado y organizado de esta transición. Nuestro principio con la reforma es que podamos favorecer a la gente que está en Fonasa, pero sin perjudicar a nadie de los que están en las isapres. Eso es posible, ya que no partimos de un mundo ideal en el sector privado, ya que tiene muchos problemas. Hay discriminación al interior del sector privado. Hay gente que es expulsada cuando les suben los precios. Hay precios más altos para las mujeres y los más viejos. Hay altos niveles de copago y poca cobertura financiera en un rango importante de la población de las isapres", dijo.

"Todas esas cosas esperamos también mejorarlas. Podemos tener en esto puros ganadores. Aspiramos a mejorar la situación de la gente de Fonasa y también a mejorar la situación de las personas de las isapres. También hemos dicho que el sector privado va a seguir participando y que, luego de la conformación del FUS, las personas podrán seguir atendiéndose en los mismos lugares en que hoy se atienden y con los mismos médicos, sin ningún problema", detalló a renglón seguido.

Por último, respecto de la iniciativa tras el nuevo sistema de salud que se pretende implementar, entregó algunos detalles.

“Lo primero es que esperamos dejar constituido este Fondo Universal de Salud en esta administración. El proyecto de ley lo presentaremos en noviembre. Estos procesos en el mundo son largos, porque suponen el aumento del nivel de acceso y calidad del sector público y la nivelación de prestadores públicos y privados integrados. Creemos que la transición hacia este nuevo sistema debería durar unos cinco años, tal como lo dice la experiencia internacional”, aseguró.

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