Este lunes se cumplieron dos años desde la firma del documento denominado "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución", que fue firmado por la mayoría de los partidos con representación parlamentaria en medio de álgidas protestas en el marco del estallido social.

Este pacto estableció la realización del plebiscito en que la ciudadanía definió que estaba de acuerdo con la instalación de la Convención Constitucional (CC), organismo encargado de redactar un nueva Constitución que será sometida a un plebiscitó de salida.

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La presidente de la Convención, Elisa Loncon, se refrió al aniversario de este acuerdo desde la Región de Magallanes, zona en la que se encuentra en el contexto de la segunda semana de trabajo territorial.

"La Convención Constitucional nace como un órgano autónomo a partir de acuerdos previos que ya había tomado el poder constituido y ahí está el Acuerdo por la Paz. Nosotros, como Convención, hemos sobrepasado ese acuerdo que se hizo entre ese poder constituido y esa democracia pactada, incorporando dentro de la Convención a los convencionales electos que no responden a ese acuerdo", afirmó Loncon.

La presidenta de la CC agregó: "La mayoría de los convencionales son independientes, articulados con los partidos tradicionales algunos y otros no, están los escaños reservados y está la paridad, pero lo que se instala en la Convención sobrepasa ese Acuerdo por la Paz en cuanto a quiénes están hoy definiendo, tomando las decisiones, respecto a la nueva Constitución".

Opinión de los firmantes

Quienes también se han referido al aniversario del acuerdo del 15 de noviembre fueron algunas de las figuras centrales en los diálogos que se dieron durante las horas previas a la firma.

Por ejemplo, el presidente del Senado en ese momento, Jaime Quintana (PPD), expresó que "hoy día la Convención está haciendo lo que debe hacer".

"Es el Chile con más educación, con menos educación, con más oportunidades, con menos oportunidades, con los pueblos originarios, con las mujeres, paritario; y por lo tanto, los que están ahí también -contrario a lo que muchos decían- lograron su principal objetivo: un reglamento en tres meses y que hoy día estén abocados a las grandes discusiones", agregó Quintana a Cooperativa.

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Por su parte, el convencional constituyente Fuad Chaín, quien al momento del acuerdo era diputado y presidente de la Democracia Cristiana, sostuvo al medio ya mencionado: "El debate y la discusión no está en la calle en protestas o manifestaciones masivas, sino que está en la Convención, en cabildos, en los diálogos con la ciudadanía; están las audiencias públicas en las comisiones, ahí se está dando la discusión y el diálogo en el marco del proceso constituyente".

"Por eso es que, a mi juicio, está funcionando este camino como un camino institucional y democrático para hacer esa discusión, y hay que trabajar para que sea un éxito, porque el fracaso de la Convención es el fracaso de la democracia", concluyó Chaín.