Nueve víctimas de abusos sexuales presuntamente cometidos por miembros de la Congregación Salesiana, entre los años 1973 a 2009, presentaron una querella contra el exarzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, por presunta asociación ilícita destinada a tapar los casos de abuso.

La acción legal, que igualmente apunta a otros cinco sacerdotes católicos, vuelve a poner a la otrora autoridad religiosa contra las cuerdas, quien ya se enfrenta a una investigación por el encubrimiento de los delitos contra menores de edad.

De acuerdo con los sobrevivientes que ingresaron la querella, la Congregación habría estado “dispuesta a propiciar y silenciar los abusos” durante largos años. Así también, acusan que “esta estructura orientada a delinquir ha seguido funcionando, incluso después de 2009”.

Además de Ricardo Ezzati, en la querella también se pide investigar a Maximiano Ortúzar y Alfonso Rodolfo Horn, exdirector y exrector del Instituto Salesiano de Valdivia, respectivamente, y a los exprovinciales Natale Vitali Forti, Alberto Lorenzelli Rossi y Leonardo Santibáñez Martínez.

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Según la querella presentada ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, acogida a trámite, los religiosos se habrían organizado para efectuar un objetivo en conjunto respecto a “gravísimas agresiones sexuales”, de manera organizada, permanente y estable a lo largo del tiempo, reflejado en cómo los modos de actuar de los sacerdotes, y ciertos nombres de los mismos, se repiten en los relatos compartidos.

Según indica el documento legal, “los relatos de las víctimas expuestos exhiben que el vínculo entre los miembros de la organización se encuentra determinado por su vinculación a la Congregación Salesiana, y sus distintos centros educacionales y asociaciones”.

“Esto explica el modo de actuar organizado y coordinado en esta asociación, en la cual existían jefaturas y reglas propias. Las jefaturas se encuentran asociadas a la posición que distintas personas ostentaban al interior de la Congregación y/o en sus respectivas funciones en institutos educacionales. Y, las reglas propias se encuentran asociadas al silencio y la creación de escenarios propicios para la impunidad”, añade la acción presentada por el abogado Juan Pablo Hermosilla.

Abogado de Ezzati insiste en su inocencia

El documento explica que “todas las víctimas de esta querella buscaron la rendición de cuentas de sus agresores. Sin embargo, sus esfuerzos no han tenido los resultados esperables. El mismo escrito consignó que al momento de perpetrarse los delitos sexuales eran niños y que canalizaron el daño generado por la violencia sexual sufrida a través de conductas anómalas al interior de sus recintos educacionales”.

“Estos cambios conductuales fueron de conocimiento de las autoridades de los diferentes recintos educacionales, quienes en vez de abordar las causas de la mismas reaccionaron con la expulsión de los alumnos”, añade el texto recogido por La Tercera.