Grupo conservador busca que CIDH falle contra profesora lesbiana: Hace 14 años que no la dejan ejercer
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció este jueves que el grupo conservador estadounidense ADF International inició esta semana una 'campaña lesbofóbica' para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) falle contra la docente Sandra Pavez, quien desde el 2007 no puede hacer clases en Chile solo por ser lesbiana.
La campaña tiene lugar ante el inminente fallo de la CIDH, que el 11 de septiembre del 2019, y tras 12 años de investigaciones, responsabilizó al Estado de Chile por vulnerar la vida privada, la autonomía y el derecho al trabajo de Pavez. Acusaron que la profesora, y ex monja, fue víctima de desamparo legal, desigualdad y discriminación.
Ante el próximo fallo de la Corte, que podría sancionar por primera vez a un Estado por homofobia religiosa, ADF Internacional comenzó el pasado martes a recolectar firmas llamando a que la sentencia sea desfavorable para la profesora.
El dirigente del Movilh, Rolando Jiménez, señaló que se trata de “una abierta campaña lesbofóbica que daña la dignidad de la docente utilizando argumentos falsos para perpetuar esta dolorosa discriminación que ha mantenido a Pavez fuera de las aulas durante 14 años”.
La petición redactada por ADF International, y que será presentada ante la CIDH con el apoyo de diversas firmas, señala que “la autonomía de las comunidades religiosas y el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación religiosa acorde con sus convicciones se encuentra en juego en el caso de Sandra Pavez”.
[Te puede interesar]: Fallo histórico de la CIDH: Estado de Chile es responsable por vulneración a la dignidad de ex monja lesbiana
Esta misiva añade que Pavez “en 2008 llevó su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que le dio la razón afirmando que tiene derecho a hacer clases de religión católica aun contra la objeción de su iglesia, y que las comunidades de fe no pueden requerir de los profesores una conducta de vida fiel a sus creencias, ni aun en los colegios privados”.
“Hoy el caso se encuentra ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y se espera una decisión durante 2021. De su decisión dependerá si las escuelas Católicas, Judías, Musulmanas, Evangélicas o de cualquier otra denominación podrán procurar que sus educadores religiosos guarden sus deberes de fidelidad hacia la fe que voluntariamente dicen profesar, y si los Estados respetarán el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación religiosa que sea acorde con sus convicciones. Esperamos que la Corte no ignore el derecho humano básico a la libertad de religión”, apunta la carta.
Jiménez denunció que “con esta campaña nuevamente se aprecia como los grupos anti-derechos distorsionan la verdad, buscan legitimar la discriminación y el odio contra las personas LGBTIQ+ e intentan torpedear el Estado laico, todo en el marco de una irracional y peligrosa lesbofobia”.
Llegaban a su hogar “para obligarla a revertir su homosexualidad”
“Confiamos en que la Corte se ajustará a la Convención Americana de Derechos Humanos y fallará a favor de Pavez, una profesional intachable que durante más de 20 años dictó clases y se ganó el cariño de compañeros/as de trabajo, directivos, apoderados y estudiantes, siendo siempre elogiada y nunca cuestionada por la comunidad educativa. Solo la Iglesia Católica, y luego la Suprema, fueron el obstáculo para que Pavez siguiera enseñando”, apuntó Jiménez.
El caso se remonta a julio del 2007, cuando por orden del entonces obispo de San Bernardo, el Vicario para la Educación del Arzobispado revocó a Pavez el certificado de idoneidad que le iba a permitir seguir haciendo clases de religión en el Colegio Municipal Cardenal Antonio Samoré, donde ejercía desde 1985.
“Lo anterior luego de que la maestra confirmara que era lesbiana y se negara a someterse a terapias psicológicas y psiquiátricas ofrecidas por la Iglesia para revertir su orientación sexual. A tanto llegó el acoso de la Iglesia, que en diversas ocasiones, incluidas las noches, sacerdotes visitaron el domicilio de Sandra para obligarla a revertir su homosexualidad, llegando al extremo de decirle que había dañado la memoria de su fallecida madre con su orientación sexual”, señaló Jiménez.
[Te puede interesar]: Histórico: Isapre deberá brindar cobertura de fertilización asistida a una mujer lesbiana
El clero actuó amparado en el Decreto 924 del Ministerio de Educación, un instrumento dictado en 1983 y aún vigente que “reglamenta las clases de religión en establecimientos educacionales”. Así, faculta a las iglesias a decidir quiénes pueden o no impartir la cátedra, incluso en colegios laicos.
Por tal razón el Movilh presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, el cual rechazaron el 27 de noviembre del 2007, siendo la sentencia ratificada el 17 de abril del 2008 por la Corte Suprema. Ambos tribunales estimaron que no se había incurrido en ilegalidad, ni en discriminación, teniendo como argumento el Decreto 924.
Tras ello Pavez, con el patrocinio de los abogados Ciro Colombara, Branislav Marelic y el Movilh, denunció a Chile ante la CIDH.