Al año 2019 en Chile se han pensionado más de 984 mil personas en el actual sistema y desde hace pocos años contamos con los datos de la primera generación que ha cotizado íntegramente bajo la lógica de las cuentas individuales de las AFP, sistema creado en 1981.

Los resultados, como lo demuestra un reciente estudio de la Fundación Sol, son devastadores y vaticinan que la situación será peor para los pensionados del presente y del futuro.

Según los datos, a diciembre de 2019, el 50% de los 984 mil jubilados obtuvieron una pensión de menos de $202 mil ($145 mil si no se incluyera el Aporte Previsional Solidario, APS, del Estado).

Peor aún en el caso particular de las mujeres, ya que el 50% de las 472 mil jubiladas recibe una pensión menor a $149 mil ($138 mil si no se incluyera el APS del Estado).

En cuanto a los nuevos pensionados, la realidad es incluso más crítica, ya que el 50% de las 127 mil personas que se pensionaron durante 2019, a través de su ahorro y la rentabilidad conseguida por las AFP, solo logró autofinanciar una pensión menor a $49 mil. Asimismo, el 50% de las 73.995 mujeres pensionadas, apenas pudo autofinanciar una pensión menor a $25 mil. 

¿Cómo se distribuye esto en el país?

A nivel regional, en tanto, los datos dan cuenta de que la pensión autofinanciada (sin APS) mediana en 10 de las 16 regiones del país es inferior a $200 mil, mientras que los montos más bajos se observan en las regiones de Los Lagos, Aysén, Maule, La Araucanía, Ñuble, O’Higgins y Los Ríos.

Además, -nuevamente sin contar el APS- en 12 regiones la mediana es menor a la línea de pobreza para hogares unipersonales a diciembre de 2019 ($167.973).

Por otro lado, en la Región de Antofagasta se observa el monto mediano más alto, el cual llega apenas al 60,7% del Salario Mínimo vigente a la misma fecha ($301.000).

A continuación, revisa los montos promedio y sus mediana de las pensiones con APS a nivel país:

En base a este mapa, si se toman los montos promedio, se observa que sólo en 2 regiones las pensiones superan los $300 mil. Por otro lado, si se toman las regiones donde se registran los montos y su mediana de pensiones más baja, tenemos a Los Lagos, Aysén, Maule, La Araucanía, Ñuble y O’Higgins, liderando la categoría.

En el caso de las mujeres, en tanto, las cifras se tornan críticas:

Como se observa en el mapa, en todas las regiones el monto mediano de pensiones es inferior a la línea de la pobreza. Un ejemplo de estos es la Región Metropolitana -que es donde se concentra la mayor densidad de mujeres jubiladas- donde se observa que el 50% de las 217.424 mujeres, recibe una pensión de vejez menor a $155.706. 

Asimismo, a nivel país la mitad de las 472.343 pensionadas recibe menos de $137.870 como pensión autofinanciada, monto que sube a $149.194 al considerar el Aporte Previsional Solidario, pero que aún se mantiene por debajo de la línea de la pobreza ($167 mil).

Para los hombres la situación es algo menos crítica, aunque igualmente precaria. En su caso los montos de las pensiones mediana son superiores a la línea de la pobreza en todas las regiones, pero en ninguna logran superar el monto del Salario Mínimo.

En esa línea, las pensiones mediana más bajas para los hombres corresponden a la Región del Maule, en donde el 50% de los pensionados por vejez, incluso considerando el Aporte Previsional Solidario, recibe menos de $204.116.

En síntesis, a nivel general se puede afirmar que de las 984.630 personas pensionadas, el 50% recibe una pensión autofinanciada menor a $145.514, la cual alcanza los $202.416 con el Aporte Previsional Solidario. De esta forma, la mitad de las personas que reciben una pensión autofinanciada se encuentra por debajo de la línea de la pobreza.

Esto lleva a que el 80% de las pensiones pagadas son inferiores al Salario Mínimo y solo 12,5% de los jubilados alcanzó una pensión total superior a $472 mil.

Por estas razones, el estudio es claro en concluir que "el sistema de cuentas individuales administrado por las AFP fracasó, ya que después de casi cuarenta años de funcionamiento, no logró cumplir el objetivo fundamental para cualquier sistema de pensiones en el mundo: pagar pensiones suficientes. Y, debido a la caída en la tasa de rentabilidad registrada en los últimos 20 años, tampoco podrá cumplir este objetivo en el futuro, aunque se realicen cambios paramétricos, como aumentar la tasa de cotización".