El senador de Renovación Nacional (RN), Manuel José Ossandón, cuestionó la decisión de sus pares de partido que ayer martes 7 de diciembre anunciaron que votarán por rechazar una nueva Constitución en el plebiscito del próximo 26 de abril.

Ossandón dijo a Radio Cooperativa que “no estoy enojado con mis colegas, al revés, los respeto y tienen todo el derecho de hacerlo, pero les quiero aclarar que están cometiendo un error político, no grande, inmenso”.

En la misma línea, agregó que “salgan a la calle, el trato con el mundo político, con nuestra Constitución, con la forma como hemos llevado, el país está roto".

El ex alcalde sostuvo que “el no reconocer que en Chile existe un cambio del 18 de octubre, que es un cambio cultural, político, duro, en el cual la gente se manifestó por problemas que son ciertos, reales, y pensar que seguir con la misma forma de vivir, que tenemos hoy día, va a asegurar la paz en el futuro en Chile, eso es mentira".

Además, el parlamentario aseguró que los 8 senadores de RN que se manifestaron contrarios a una nueva Carta Magna “sucumbieron a la presión de la UDI”, que desde un comienzo se ha mostrado contraría a cambiar la Constitución.

Sobre el reclamo del orden público que argumentaron ayer sus pares de partido, Ossandón cuestionó que “omiten que quien tiene que estar a cargo y mantener el orden público es nuestro Gobierno, nuestro Presidente. Si no somos capaces de garantizar la paz para poder tener un proceso de plebiscito ¿a quien se lo vamos a exigir?".

“Reconozcamos, en el orden público este Gobierno no lo ha hecho mal, lo ha hecho pésimo, la gente está asustada, pero como ha pasado un tiempo y la cosa está un poco más tranquila se está demostrando que los que firmaron el famoso acuerdo por la paz social y la nueva Constitución no creían en eso y lo estaban haciendo por miedo", agregó a la emisora.

Finalmente, planteó que el no está a favor o en contra de una nueva Constitución, sino que habla de “realismo político”, ya que las demandas de la ciudadanía, tras el estallido social del 18 de octubre, “no es una posición de izquierda ni de derecha".