“Estoy muy contenta porque sabíamos que eran inocentes, tanto el lonko Alberto Curamil como el werken Álvaro Millalén. Si estuvieron tanto tiempo presos es porque levantaron la voz y lucharon por nuestro territorio, por la libertad de nuestra mapu, la libertad de nuestros ríos y la libertad de la gente y del pueblo mapuche”, aseguró a la salida del tribunal Belén Curamil, hija y vocera del lonko Alberto Curamil, quien hoy salió en libertad después de pasar más de un año en prisión a la espera del juicio.

Curamil, quien ganó el prestigioso premio Goldman este año por su defensa del río Cautín ante diversos proyectos hidroeléctricos, fue detenido en agosto de 2018 por su supuesta participación en el robo que ocurrió en abril de 2018 en la Caja de Compensación Los Héroes de Galvarino.

El juicio en Temuco duró un poco más de un mes, y en quedó en evidencia cómo ni Curamil ni Álvaro Millalén estaban involucrados en los hechos. Ninguno de los registros audiovisuales de ese día aclaraba la identidad de los asaltantes, ni tampoco se encontraron pruebas de ADN coincidentes con los perfiles de ambos en la escena del crimen.

El momento clave, eso sí, se vivió cuando declaró uno de los testigos del asalto. Según consta en la declaración que dio a Fiscalía, él habría reconocido a Curamil y Millalén ese día. Sin embargo, cuando declaró -con reserva de identidad- no pudo reconocer a ninguno de los cuatro imputados que estaban en ese momento en la sala como los autores del asalto.

Ante las constantes interrogantes que hizo el fiscal Luis Torres en ese momento, los jueces lo interrumpieron y les recordó que su deber era resguardar la integridad física del testigo.

A Curamil también se le imputaban tres delitos de porte ilegal de arma, por los que también quedó absuelto. Vale recordar que su inclusión en este caso nació a partir de una denuncia anónima entregada al Ministerio del Interior.

“El gobierno de Piñera es el gran derrotado de hoy porque se desmontó su acusación”, aseguró a la salida del juicio Miguel Melín, miembro de la Alianza Territorial Mapuche (ATM). “Este montaje se inició desde el Ministerio del Interior, fue un intento por aislar y sacar de circulación un lonko que estaba generando un proceso en el territorio, ese es el trasfondo”, agregó.

La Fiscalía buscaba una pena de cárcel de 46 años para Curamil, mientras que el gobierno -a través de la Intendencia de La Araucanía como querellante- lo quería 50 años en prisión. La absolución de hoy fue una decisión unánime tomada por los tres jueces del tribunal.