Todo queda en familia: Las ambiciones de poder de los hermanos del diputado Pablo Vidal
La máquina que pulverizó la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago fue puesta en marcha por la errática facción de Revolución Democrática de dicha casa de estudios: las militantes Jéssica Bustos y Valentina Carrera, secretarias de comunicaciones y ejecutiva respectivamente, dejaron sus puestos por las faltas a la probidad y transparencia en las que, según ellas mismas señalaron, incurrieron Constanza Urtubia (presidenta), Karin Escobar (secretaria de finanzas) y Fernanda Álvarez (vicepresidenta). De fondo estaba la caótica elección de rector de la casa de estudios, tras la impugnación que se hizo al triunfo del doctor Juan Manuel Zolezzi por no considerar como votantes a los académicos por hora.
Fue cuestión de tiempo para que las tres mujeres que quedaban finalmente dimitieran.
La decisión que tomó Constanza fue extraña en algún momento, pues desde el mismo partido Revolución Democrática la apoyaron a ella y no a las militantes disidentes. No fue hasta el 8 de junio pasado, y por medio de un estado en Facebook, que Urtubia entregó más detalles:
“Es hoy esta misma organización (Revolución Democrática), mediante el ex candidato a rector Rodrigo Vidal y Patricio Medina, quien fue su jefe de campaña para la rectoría, quienes en conjunto y a través de sus militantes en la Usach, deciden realizar una operación política siniestra, sin ética y faltando a la verdad, tergiversando hechos para conseguir su objetivo político: que Revolución Democrática gane la rectoría de la Universidad de Santiago de Chile, a través de la candidatura de Rodrigo Vidal” (sic), fue parte de lo que escribió.
El arquitecto Rodrigo Vidal es hermano del diputado Pablo Vidal, quien milita en Revolución Democrática y representa en el Congreso al distrito 8 -que incluye Estación Central, donde se encuentra la universidad que buscaba liderar el académico. En 2018, Rodrigo fue el segundo candidato más votado en las elecciones de rector de la Usach, después de Zolezzi, y con un margen de no más de 30 votos de diferencia (en un sistema que considera solo los votos de los académicos). Para algunos facultativos, esas ansias de ascenso que mostró tienen una lectura política: si llegara a ser electo nuevo rector, Santiago norponiente estaría bajo el control de los Vidal Rojas.
Pero aún falta otro miembro del clan, también en búsqueda de poder.
Se trata del sociólogo Milton Vidal Rojas, que desde el miércoles pasado hasta este miércoles 7 de agosto es una de las opciones para ser rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
El otro hermano, Felipe, profesor de profesión, hoy en día cumple su labor profesional como vicerrector de la universidad Uniacc.
Además de la consanguineidad, existen valores que unos han hecho más explícitos que otros: aquellos principios del dogmatismo cristiano con los que fueron formados, producto de los roles de pastores evangélicos de sus padres.
Está lo que se dice y lo que se oculta; la transparencia de Revolución Democrática y el Frente Amplio como un axioma; los méritos por competencias más que por confianza; todos valores que se ven enfrentados a cuestionables métodos aplicados por una familia que, sin coordinarse entre ellos, busca hacerse de poder.
Yo la democracia, él la dictadura
“Es este último, Rodrigo Vidal, quien me hostigó constantemente, desde hace meses, solicitando reuniones, llamando y enviando mensajes de texto, Whatsapp, para que nos reunamos. Finalmente, me solicitan que la federación de estudiantes, mediante comunicado público, apoyáramos la candidatura de Rodrigo Vidal a la rectoría. Ante lo cual le menciono a él y a Patricio Medina, que los estudiantes de la USACH y la federación, no apoyarán a ningún candidato, ni a Zolezzi ni a Vidal, ni a ningún candidato o candidata que no haya emanado de la comunidad organizada universitaria” (sic).
El párrafo anterior es la acusación más concreta que Urtubia escribió en redes sociales. Rodrigo Vidal, en su calidad de consejero académico, salió a responder las palabras de la expresidenta: “Desmiento categóricamente todo lo que allí se indica. Además, debo agregar que no soy miembro de Revolución Democrática ni de ningún partido del Frente Amplio, independiente de mi respeto por dicha organización política”, escribió en una carta difundida entre los estudiantes y que puedes revisar acá abajo.
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A fines de los años 80, Rodrigo Vidal participó de forma medianamente activa en el Partido Por la Democracia (PPD). Se desligó de la política partidista nacional a principios de los 90, cuando viajó a Suiza a realizar un máster. Finalizados sus estudios de postgrado (también el doctorado, y también en el extranjero, ambos títulos con enfoque en el análisis de la arquitectura religiosa, en particular la protestante), desde su retorno a Chile ha estado concentrado en el trabajo académico y no en el área de la política dura.
En 2018, durante las elecciones de rector de la Universidad de Santiago, Vidal estuvo trabajando con Patricio Medina, expresidente de Feusach y exmilitante de Revolución Democrática. El rol de Medina era de colaborador. Fue este último el que, según Urtubia ha mencionado a cercanos, ejerció mayor presión hacia ella.
La otrora presidenta nunca se reunió a solas ni con Vidal ni con Medina, pese a los llamados y los mensajes que recibía de ellos (algunos días más que otros). Lo que le pedían era una carta de apoyo hacia la candidatura de Vidal, pese a que los estudiantes no cuentan como votantes.
Lo que sí sabían, y que causaba resquemores en la comunidad universitaria, eran los vínculos que el posible nuevo rector pudiera tener con la iglesia evangélica –y la promoción y defensa de los valores que, en definitiva, son una hoja de ruta para cualquier posición que implique gobernanza-, dado los roles líderes de sus padres y la formación como tal.
Por una parte, y desde el principio de su vida política, el diputado Pablo Vidal ha hecho explícito su vínculo con dicha doctrina religiosa: sus padres, según se señala incluso en la misma reseña biográfica del congresista en la Biblioteca parlamentaria, son pastores de una iglesia en Estación Central. En distintas entrevistas ha marcado distancia de esa religión como una influencia para sus decisiones políticas: no es practicante, sino formado allí.
Rodrigo Vidal, por otra parte, todos los domingos acude a la iglesia protestante que más cerca de la casa le queda (y prefiere que lo entiendan a él como protestante más que como evangélico, por matices y doctrinas que no comparte del todo). También reconoce que son las acciones y valores del Jesús histórico los que prefiere para su vida. Además de esos principios y comportamientos propios y personales, ha trabajado con las altas esferas de la iglesia evangélica chilena al menos en tres ocasiones.
En 2016, durante la última de las relaciones laborales, los evangélicos tuvieron entre sus proyectos la ampliación y remodelación de la catedral Jotabeche, también en Estación Central. El encargado de ejecutar el plan era el candidato a la rectoría de la Usach. Según señalaron al menos dos líderes de esa época de la iglesia evangélica, encabezada en ese entonces por el cuestionado obispo Eduardo Durán, se priorizaron los estudios en los que el mismo Vidal se ha especializado, aunque finalmente el proyecto se desechó (se cree que por el cese de relaciones entre los religiosos y la entonces presidenta Michelle Bachelet).
Todas cosas que Vidal omitió durante su candidatura.
A fines de junio, Constanza Urtubia ingresó -según ella ha mencionado- a la dirección de género de la Usach una denuncia contra Rodrigo Vidal. Lo acusa de intervencionismo y hostigamiento. Hace pocos días se designó una fiscal que liderará la investigación, en un proceso que puede extenderse por meses. Cercanos a ella comentan que hay confianza en la investigación, por las pruebas existentes: (mensajes y registro de llamados de Vidal y Medina, además de testigos). Las repercusiones a los que Rodrigo se enfrenta en caso de ser encontrado culpable son cuatro: amonestación escrita en su hoja de vida, multa monetaria (una parte de su sueldo de entre 5 a 20 por ciento), la suspensión de su cargo como académico de la universidad por 30 días, o la expulsión de la casa de estudios.
Rodrigo se ha mostrado tranquilo por la situación. No ha sido notificado de la denuncia hasta el momento de esta publicación, según ha señalado a cercanos. Ahora debe esperar a que el Tribunal Constitucional rectifique si las elecciones anteriores con las que Zolezzi salió rector son válidas o no. De configurarse un segundo periodo eleccionario, Vidal podría presentarse nuevamente, aunque ha dejado ver que no es una decisión definitiva.
Vótenme, ha sido mi vida
Fueron al menos tres académicos los que coincidieron en que la gestión del sociólogo Milton Vidal Rojas (hermano de Rodrigo y Pablo) como decano de la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano fue, al menos, cuestionable. Y se repiten dos ejemplos concretos: primero, que hubo plazas vacías en llamados a concursos y, por consiguiente, se desperdiciaron las oportunidades de desarrollo investigativo; y segundo, que no hubo herramientas que pudieran haber medido la calidad de la educación en dicha carrera. Sobre esos antecedentes de inacción, además de 28 años de experiencia en dicha institución (y el desarrollo profesional que la universidad otorga para su área), el otro hermano Vidal hoy está en proceso de campaña para la rectoría de su casa de estudios.
El periodo de votación (en el que participan académicos, estudiantes del diurno y vespertino, y funcionarios) comenzó el miércoles pasado y termina este miércoles 7 de agosto. El contrincante de Vidal, quien no quiso hablar para este artículo, es Álvaro Ramis, jefe de postgrados de la Academia.
Las propuestas de Milton están en su canal de Youtube, pero quienes han visto la campaña en los pasillos de la universidad coinciden en que su discurso ha estado centrado en los años que lleva como académico de dicha casa de estudios, lo que ha sido interpretado como una propuesta débil, pues deja de lado el desarrollo y aporte que como investigador podría haber hecho al debate público en su área.
Así como su hermano Rodrigo, Milton también ha evitado hablar de sus vínculos con la iglesia protestante, misma doctrina en la que fue formado. El hermetismo, entre los pocos que saben del tema, provoca dudas sobre los criterios con los que comandaría la universidad. En lo que sí ha reparado el académico, es en este momento de posible ascenso de su familia.
En caso de lograr el apoyo suficiente, lo de Milton sería la última pieza de los Vidal Rojas en el camino a ser un clan influyente en el debate público.
El Vidal Rojas consolidado y las respuestas
Felipe es el tercero de los hermanos de esta familia (Pablo tiene 36 años, él tiene 50, Milton 55 y Rodrigo 56). De profesión profesor, su vida laboral también ha estado ligada al ámbito académico -al menos desde 2003-, particularmente en el puesto de alta dirección en distintas instituciones de educación superior. Hoy ejerce como vicerrector de Uniacc. En algún momento participó en la configuración de políticas públicas en el área de educación, durante el gobierno del expresidente Ricardo Lagos.
El diputado Pablo Vidal, al saber de esta nota, dijo que en los casos de Rodrigo y Milton, ambos tienen mérito suficiente para los puestos que buscan: el primero, por un lado, es doctor en arquitectura y trabaja en la Usach desde principios de los 90; el segundo tiene una candidatura a doctorado, además de variados postitulos y los casi 30 años de experiencia en la Academia.
“Esa lectura de clan que nos hacen podría hacerla alguien que no nos conoce y es casi cinematográfico, pero la realidad es más simple -dice el diputado por Revolución Democrática-: somos una familia de clase media baja, mis papás vinieron de región, él es jubilado y mi mamá es dueña de casa, ambos hoy son pastores de una iglesia evangélica de barrio popular. No tienen nada. El hecho que seamos profesionales es mérito de la educación que nos dieron y el financiamiento y endeudamiento, porque estoy pagando el CAE todavía”, aclara el congresista. En definitiva, que se haya dado esta alineación este año, es “una bonita coincidencia: del fruto del esfuerzo de mis padres para que tuviéramos educación, y por otra, de una manera más religiosa y pensando en la fe de ellos, una bendición de dios”.
Alberto Mayol, vicerrector académico de la facultad de administración y economía, ha hecho pública sus suspicacias sobre los Vidal Rojas en espacios diversos. “Sociológicamente es interesante la estructuración de un clan familiar que organiza sus ambiciones políticas en un mismo periodo y con una base de apoyo que parece recorrer esferas tanto políticas y religiosas”, señaló al momento de ser contactado por este medio. Agregó, además, que su preocupación está “en el hecho mismo que las universidades se entienden como lugar donde la práctica religiosa no puede competir con el conocimiento y el proceso de reflexión”, señalando los vínculos que podrían tener con la iglesia evangélica.
El diputado Vidal dice a sus votantes que no existirá ninguna relación preferencial ni con Rodrigo, ni con Milton, ni con Felipe, respecto a su trabajo parlamentario: “Nunca ha existido ningún vínculo profesional, ni político, ni académico, ni de militancia de ningún tipo, en todas nuestras carreras profesionales. Nos une que somos hijos de los mismos padres y nos juntamos para cumpleaños, además de amar a nuestros sobrinos. Yo soy el único militante político y nunca he trabajado en el ámbito académico, no hemos coincidido en instituciones”.
No obstante, en debates de educación superior, la Usach es una voz influyente. La bancada de Revolución Democrática está al tanto de los vínculos que unen al diputado Vidal con esa casa de estudios y la Academia de Humanismo Cristiano. Por lo mismo, señala el congresista, “me voy a restar de los debates donde pudieran verse beneficiados ellos. No obstante, ellos trabajan en instituciones con interés público. Por lo tanto, voy a tener todos los cuidados para que no existan sospechas de estos intereses. No voy a ser piedra de tope para RD”.