Una investigación de Reportajes Bío Bío dio a conocer que el arzobispo Ricardo Ezzati incurrió en una maniobra para eludir la demanda en contra del Arzobispado de Santiago que interpuso un hombre que dijo ser violado por el presbítero Tito Rivera, en 2015. La acción fue presentada en contra del Arzobispado por un monto de 350 millones de pesos.

Según la investigación, la receptora Silvia Larravide llegó hasta la oficina del sacerdote a notificar la acción legal que ingresó el abogado Alfredo Morgado y que es sustanciada por la ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, Maritza Villadangos.

Larravide no pudo realizar el trámite a pesar de que Ezzati sí se encontraba en la oficina, según se constató en un documento que maneja la magistrada.

“Certifico y me consta que el demandado se encuentra en el lugar del juicio y que este es su domicilio laboral por haberlo confirmado así una persona adulta del señalado domicilio”, señaló a receptora.

La persona que entregó esta información se excusó de dar su nombre y de entregar mayores detalles sobre el asunto, pero dijo ser secretaria de la Vicaría.

Considerando que esta notificación en materia civil es fundamental para seguir la indemnización por perjuicios del demandante, el 8 de marzo, la receptora insistió en los trámites y fue nuevamente a buscar a Ezzati. Sin embargo, el sacerdote “se excusó de firmar”.

El caso de denuncias de violación y abusos por parte del presbítero Tito Rivera a jóvenes acólitos,  complica al Arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati porque fue él quien lo nombró en el cargo. Además, revelaron que el sacerdote los abrazó y los conminó a rezar por su victimario, entregando 30 mil pesos.