“Chile está pagando las consecuencias del deterioro fiscal y bajo crecimiento de los últimos cuatro años”, sostuvo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, luego de conocerse que la agencia de calificación de riesgo Moody's rebajara la nota crediticia de nuestro país de "A1" a "Aa3". Sin embargo, desde la misma firma salieron a aclarar el panorama.

La principal analista para la clasificación de Chile, Ariane Ortiz, rebate esta aseveración y la del propio Presidente Piñera, quien había salido a culpar a la administración de Michelle Bachelet: "Se toma en base a información del pasado, hechos ocurrido en el gobierno anterior, porque nuestro gobierno está corrigiendo las razones por las cuales muchas clasificadoras bajaron la clasificación del riesgo".

Es así como Ortiz apunta hacia otra causa: “El deterioro lo empezamos a observar desde 2010 y fue gradual, pero constante y persistente”, señala a El Mercurio.

Para ello, se remitió a los número que maneja. El fuerte aumento de 15 puntos en la deuda del fisco, que comenzó en ese año con unas cifras equivalentes al 8,6% del PIB para llegar a 23,6% en 2017.

"Había muy pocos países que tenían más activos que deuda; con superávit fiscales y en la categoría AA solamente veíamos ahí a países como Bélgica y, Francia, economías muy grandes, diversificadas, con una capacidad de financiamiento de un país desarrollado", comenta sobre la situación previa al 2010.

Ortiz reitera que si bien puede acelerarse el deterioro en 2014, debido a que llegaba en peores condiciones debido a los años anteriores, "aquí no se trata de culpar a ningún gobierno, cada gobierno administra los recursos como mejor le parece y de acuerdo al contexto".