Fue el miércoles en la noche, en el programa "Llegó tu Hora" de TVN, que el presidente Sebastián Piñera anunció que la reforma a la carrera militar que prepara el gobierno afectará directamente las millonarias pensiones de los violadores de derechos humanos que están presos en el penal de Punta Peuco.

“Me parece muy mal que una persona que cometió delitos atroces esté recibiendo ese tipo de pensiones del Estado, pero eso es porque así lo establecen las leyes”, dijo el mandatario.

Según publica hoy La Tercera, el presidente, al parecer, se confundió. Esto porque el proyecto que está preparando el ministro de Defensa Alberto Espina, la que busca extender la carrera militar modificando el período de jubilación, no contempla que afecte las pensiones de condenados por delitos de derechos humanos.

Esto porque la ley no sería retroactiva, por lo que se protegería la millonaria jubilación que muchos reciben mes a mes.

Lo que sí se revisará serán las pensiones entregadas por "inutilidades de segunda clase", las que aumentan los montos debido a lesiones físicas o psicológicas, las que serían mal utilizadas en algunos casos. Desde el ministerio de Defensa están trabajando en una fórmula que permita corregir estas situaciones.

Ofensiva de la derecha

Apenas el presidente Piñera dijo que se modificarían  las pensiones de violadores de derechos humanos, todo el espectro de la derecha salió a atacar el anuncio.

El diputado Gonzalo Fuenzalida (RN) aseguró que “por muy terrible que sea el delito cometido, eso no impide que ese condenado reciba una pensión, ya que es un derecho constitucional".

Desde la UDI, Jorge Alessandri afirmó que las millonarias pensiones " corresponden por los años de servicio que prestó en las FF.AA. y de Orden. Por lo tanto, yo no estoy de acuerdo con que se eliminen”.

Lo mismo su par Osvaldo Urrutia, abierto defensor de la dictadura militar, quien dijo que los presos “están cumpliendo su pena y sin ningún beneficio. Muchos de ellos han muerto producto de enfermedades terminales, no siendo objeto de piedad ni perdón. Quitarles, además, su pensión no es la forma más adecuada de seguir castigando a estos chilenos”.