Un estudio realizado por el médico hepatólogo Marco Arrese, miembro del Hospital Clínico de la Universidad Católica e investigador del Centro de Envejecimiento y Regeneración, indica que un 30% de los chilenos tiene hígado graso no alcohólico. Ese porcentaje tiene la posibilidad de desarrollar cirrosis, séptima causa de muerte según el último conteo Global Burden of Disease (Carga Mundial de Enfermedades) de la University of Washington.

El gastroenterólogo Freddy Squella señala que "el hígado graso es una condición en la cual este órgano acumula grasa en exceso y aumenta en tamaño. El hígado, entonces, al no poder convivir adecuadamente con esa grasa, trata de eliminarla, produciendo una inflamación de las células hepáticas", según consigna LUN.

Arrese explica que hay tres factores que explican el desarrollo de esta enfermedad. "El primero es la alimentación poco saludable, es decir, con una cantidad importante de grasas saturadas, como carnes rojas y cecinas, y con elevado contenido de hidratos de carbonos, de absorción rápida, como los dulces procesados. El segundo componente es la inactividad: el excesivo tiempo que las personas pasan sentadas frente a una pantalla. El tercer componente es el sedentarismo que no es lo mismo que la inactividad, sino que es la falta de ejercicio físico", argumenta el hepatólogo.

Para identificar esta condición lo adecuado es realizar una ecografía, exámenes hepáticos y tomar en cuenta antecedentes familiares de diabetes.

"Hay personas flacas que tienen una fuerte carga genética. Por ejemplo: con papás diabéticos o que se murieron de un infarto o cirrosis. Estos casos son personas que cuando se miran al espejo, notan que son flacos de patas y de brazos pero que tienen grasa en el centro del abdomen. Eso se llama obesidad visceral y está frecuentemente asociado al hígado graso", explicó Arrese.