1.- Expresamos nuestro completo respaldo y solidaridad con nuestra colega y dirigenta, a quien entregamos nuestro cariño y comprensión en el difícil proceso que le tocó vivir, tanto en el ámbito profesional como el personal y familiar. Comprendemos que no es fácil enfrentar una situación de este tipo, considerando que en su espacio de trabajo fueron vulnerados sus derechos como mujer, profesional y trabajadora de las comunicaciones.

2- Reafirmamos nuestro rechazo y repudio absoluto ante la situación de acoso sexual propiciada por su ex jefe directo, el ex Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UACh, quien fuera denunciado por nuestra colega durante este año ante las autoridades de la casa de estudios, la que afortunadamente prestó protección y colaboración en la indagación de este tema. Para nuestra orden profesional, es inaceptable que trabajadores y trabajadoras de la comunicación sean sometidos a prácticas de abuso laboral, sexual y de discriminación de género y arbitrarias de cualquier tipo, que vulneran el mínimo respeto a nuestra integridad en todos los espacios donde nos desenvolvemos y realizamos nuestro trabajo.

3.- Valoramos el proceso de investigación que llevó a cabo la Universidad Austral de Chile (por intermedio de su Dirección Jurídica), que permitió esclarecer lo ocurrido. Esta denuncia tuvo como resultado la constatación de los hechos a través de los medios de prueba presentados y el análisis del relato de ambas partes por parte de una perito externa (de la Defensoría Penal Pública), el cual fue concluyente para que la institución determinara las responsabilidades de una de sus autoridades universitarias, lo cual fue ratificado por la Inspección del Trabajo respectiva.

4.- Rechazamos el proceder del Consejo Académico del plantel superior, que resolvió en primera instancia una mínima sanción, correspondiente al descuento del 25% diario del sueldo del hoy ex Decano, en circunstancias que en otros casos similares tuvo como consecuencia el despido inmediato del agresor sin derecho a indemnización alguna, como está claramente señalado en la legislación chilena para casos como éste. Entendemos que si bien es cierto el estatuto, autoriza al Consejo Académico a “Pronunciarse respecto a la remoción de académicos…”, ello en términos de razonabilidad y justicia, resulta inconveniente en tanto en los hechos el Consejo integrado por pares carece de la objetividad del caso, hecho al que se suma la aplicación de una sanción económica menor (el descuento de $36420 de su sueldo diario mensual por una vez), que resulta desproporcionada a la gravedad de los hechos acreditados. Si bien este Consejo manifestó su rechazo posterior a su decisión al acoso sexual y cualquier caso de esta índole que se produzca al interior de la Universidad, y aclaró que su pronunciamiento no tuvo relación con este proceso en particular ni los hechos, insistimos en la necesidad de que las investigaciones y posteriores sanciones aplicadas en casos de este carácter sean reglamentadas por el estatuto interno que establezca diferencias entre asuntos laborales y de acoso sexual, y que no puedan ser modificadas o interpretadas según el punto de vista de ningún integrante de este tipo de instituciones en desmedro de los derechos fundamentales de los trabajadores.

5.- Debemos reconocer nuestro profundo respeto por el rol que ha desempeñado en este caso el Sindicato Nº 1 de Trabajadores de la Universidad Austral, que ha brindado apoyo moral y contención a la colega vulnerada, además de ser parte clave en el desenlace de este conflicto, al que se llegó luego de intensas movilizaciones que incluyeron una huelga de brazos caídos en primera instancia y la posterior radicalización de las acciones con una toma de todas las sedes en Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Coyhaique. La unión entre estamentos universitarios y la movilización social fue lo que finalmente logró hacer presión para que Jorge Díaz Castro accediera a llegar a un acuerdo para ser removido y que se comience a discutir, por ejemplo, que desde ahora todos los casos de acoso sexual producidos al interior de dicha Casa de Estudios sean tratados de la misma forma y de acuerdo a la legislación chilena, sin posibilidad de que -abusando de sus espacios de poder- determinados académicos intervengan en modificaciones al estatuto y reglamento internos.

Agradecemos, a su vez, el apoyo del Sindicato Docente de la Universidad Austral de Chile, quienes hicieron suya esta causa, más el manifiesto apoyo de la Federación de Estudiantes UACh y su intención de seguir acompañando en toda la nueva etapa de este proceso, tanto a nuestra colega afectada, al Sindicato Nacional N°1 de Trabajadores de la Universidad Austral de Chile como a esta misma entidad para avanzar en el mejoramiento en las regulaciones internas mencionadas para cautelar un justo proceso en casos de acoso sexual al interior de la Institución.

Por último, como Colegio de Periodistas de Chile queremos insistir en la importancia del debate de estos temas, tanto por la comunidad de los trabajadores de la comunicación como por la ciudadanía en su conjunto. Creemos que es crucial para una sociedad democrática respetar a todos y todas sus integrantes, denunciando estos hechos y concientizando sobre su erradicación, para evitar propensiones al sexismo y a la discriminación de género, sea cual fuere el contexto.

Nuestro compromiso ético como comunicadores está al servicio de los hombres y las mujeres que componen nuestra sociedad y es nuestro deber asegurar el respeto de su integridad en todos los espacios. Es por esto que desde nuestra Comisión de Género hemos impulsado estas discusiones por medio de intervenciones, declaraciones y a la vez foros, como el que se desarrolló en nuestro Seminario Internacional con motivo de nuestro 60º Aniversario, que generó gran convocatoria e interés.

Finalmente, expresamos que estaremos alerta ante cualquier caso similar y que iniciaremos una serie de actividades en torno al debate sobre la equidad de género y respeto de los derechos laborales de trabajadores y trabajadoras de la comunicación en Chile.