Jefaturas de la Dirección de Salud de Santiago (DISAL) le manifestaron a la alcaldesa Irací Hassler su preocupación y molestia por el accionar de las máximas autoridades de la Dirección, una de ellas directamente relacionada con la fallida compra de la ex clínica Sierra Bella.

A través de una carta firmada por cinco subdirectores y jefes, entregada a la alcaldesa el lunes de esta semana, le indicaron que no seguirán “guardando silencio” frente al “maltrato que sucede a diario en DISAL y que, a medida que ha ido pasando el tiempo, hemos ido naturalizando”.

“Nos hemos acostumbrado a presenciar a diario conductas de maltrato, hostigamiento y desprestigio permanente, tanto interna como de manera externa”, continúan en la misiva, donde mencionan la directora Beatriz Chamorro y la enfermera María Victoria Puentes, su “principal aliada”.

De acuerdo con los firmantes, hace un año y medio que suceden, a diario, distintas conductas “graves y reiteradas” de gritos a funcionarios y portazos, lo que provoca que los colaboradores asistan “con desgano a trabajar debido a que nunca se tiene certeza de si se podrá (o no) trabajar en un ambiente de paz”.

Desacreditaciones y solicitudes de destitución

Acusan que las máximas autoridades mencionadas “son capaces de abrazar y adular insistentemente a funcionarios y minutos después, esas mismas personas son víctimas de pelambres y solicitudes de destitución a nuestra jefatura”.

La directora de Salud, “sin ninguna vergüenza, ejerce presiones indebidas sobre las jefaturas exigiéndoles buscar cualquier motivo para justificar la solicitud de un sumario con destitución, incluso para funcionarios de carrera”, agregan.

Estas jefaturas apuntan a una estrategia presuntamente utilizada por Chamorro y Puentes, que consiste en asistir a la Municipalidad a “hablar y desacreditar” a los directivos de la Subdirección Administrativa y de los Centros de Salud “sin mediar ningún motivo que lo justifique”.

Caso ex Sierra Bella

Además, cuestionan que la enfermera Puentes, “a pesar de cometer graves errores que afectan a la Red de Salud en su totalidad”, no recibe ni la misma exigencia ni carga laboral que recibe el resto.

Por otro lado, en la carta aluden a “las desafortunadas aseveraciones que circulan en todas partes debido a la divulgación ofensiva e irresponsable” por parte de la directora y la enfermera, “puesto que afectan la validez y credibilidad de las personas que trabajamos en DISAL”.

Cabe recordar que en febrero del presente año, en medio de la polémica por la compra de la ex clínica Sierra Bella para crear la primera clínica municipal de Santiago, la directora Chamorro admitió en una entrevista con La Tercera que les llamó la atención el precio del espacio desde un principio.

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Pese a que sus palabras fueron emitidas en defensa de la adquisición, en la cual participó en cada paso del proceso, generaron mayor revuelo dentro de la opinión pública.

“Todo esto debilita de sobremanera la imagen y confianza de los funcionarios que trabajamos en Oficina Central, frente a los equipos de la Red de Salud, aspecto que nos parece muy lamentable”, comentan en la carta.

A través de la misiva, según explican, buscan alertar a Hassler con el fin de “defender a nuestros funcionarios y a nosotros mismos”, considerando “las posibles consecuencias que puede conllevar el maltrato que recibimos a diario si es que prontamente no se interviene y se pone fin a esta situación”.

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“Los equipos están molestos, dolidos, desilusionados y desmotivados, por las expectativas no cumplidas”, lamentan, agregando que los responsables del protocolo de acoso serían cercanos a Chamorro, y por tanto “jamás han activados las medidas de seguridad y protección”.

“Lejos de prestar apoyo a nuestros colaboradores, han filtrado las declaraciones a la directora faltando a toda ética”, concluyen.

Consultados por El Desconcierto, desde la Municipalidad de Santiago se indicó que están recogiendo información y por ahora no emitirán comentarios al respecto.