Mapa de Convergencia Social: Las tendencias que se disputan el partido del Presidente
Convergencia Social es el cuarto partido más numeroso de Chile. Tuvo un boom de afiliados durante el primer semestre del 2021, con la exitosa campaña de inscripción de la candidatura presidencial de Gabriel Boric. Según el Servel, actualmente cuenta con 37.170 militantes.
Todos ellos están convocados el próximo 22 y 23 de octubre a definir una nueva directiva de manera online tras estar más de un año descabezados. En efecto, la última presidenta electa de la colectividad, Alondra Arellano, suspendió sus funciones en septiembre del 2021 y nunca más volvió a ejercerlas.
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Inicialmente, la idea era que se enfocara en su campaña a diputada por el distrito 14, donde no resultó electa. Pero no regresó y hasta ahora, incluso en la militancia, desconocen razones oficiales de su salida. En ese momento, la dirección subrogante del partido la asumió en una primera etapa Francisca Perales, hasta que nombrada subsecretaria de Servicios Sociales en marzo de este año.
De ahí en adelante, Convergencia Social no tuvo dirección. Han ido rotando algunas vocerías ocasionales, como el diputado Diego Ibáñez, quien ha participado como representante de la colectividad en las negociaciones del nuevo proceso constituyente.
Pero la definición de la directiva del partido se fue postergando, primero por un proceso de actualización de los estatutos en el Servel, y luego por la campaña por el Apruebo en el Plebiscito de salida, que requería que los militantes estuvieran unidos y alejados de las disputas internas.
Las tesis políticas fundadoras
Cuando Convergencia Social nació a fines del 2018, fue gracias a la fusión de cuatro colectivos políticos: Movimiento Autonomista (MA), Izquierda Libertaria (IL), Nueva Democracia (ND) y Socialismo y Libertad (SOL). Cada uno de estos grupos se convirtió, de manera casi automática, en una tendencia interna del partido.
En sus primeros años, la colectividad fue encabezada por La Corriente, integrada principalmente por miembros de la IL en alianza con un facción del MA que lideraba el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp. Su lista llevó a la presidencia a la diputada Gael Yeomans y le propinó la primera derrota a Desbordar lo Posible, el grupo más moderado que entonces encabezaba Gabriel Boric.
Sin embargo, el mapa de fuerzas internas rápidamente cambió por dos hitos: el Acuerdo por la Paz del 15 de noviembre, que Boric firmó sin la venia del partido, y el respaldo que le dio la bancada del Frente Amplio a la aprobación en general de la Ley Antisaqueos en la Cámara de Diputados.
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Ambos hechos provocaron una fuga importante de militantes —algunas fuentes consultadas por El Desconcierto incluso hablan de un “desfonde” de Convergencia Social—. Hubo figuras icónicas que abandonaron la colectividad, como el propio Sharp o el sindicalista Cristián Cuevas.
En La Corriente también resintieron el golpe y perdieron fuerza. Pese a ello, se pudieron renovar, cambiaron su nombre a Reimpulsar la Izquierda (REIZ) y lograron articular una lista de continuidad que triunfó nuevamente sobre el grupo de Boric en 2020, con Alondra Arellano a la cabeza.
Su gestión tuvo un gran año de arranque: Convergencia Social logró legalizarse a nivel nacional e impulsó la conformación de Apruebo Dignidad, una coalición más grande que el Frente Amplio. Sin embargo, los cuestionamientos llegaron en las parlamentarias, donde su tendencia salió desfavorecida de las negociaciones. La propia Arellano perdió el cupo que estaba negociando en el distrito 10 —que fue concedido a Lorena Fries— y tuvo que ir a batallar al distrito 14, donde apenas obtuvo el 1,53% de los votos.
Unidad para transformar, sumar para seguir
Con este panorama, se abrió la oportunidad para el grupo más cercano a Gabriel Boric para tomar por primera vez el control del partido. Para las elecciones de este mes, se unieron las tres tendencias fundadoras que sobreviven al interior de Convergencia Social.
La primera es De cordillera a mar, antes llamada Unidad de Mayorías, que se nutre principalmente de exintegrantes de SOL y del grupo del MA que provenía de la Región de Valparaíso. Entre ellos destaca el diputado Diego Ibáñez, candidato a presidir la colectividad. También está Francisca Perales, actual subsecretaria de Servicios Sociales, que buscará un cupo en el comité central.
Además, entre los históricos de esta tendencia que poseen mayor influencia a la interna, están la actual ministra de la Mujer, Antonia Orellana, y la primera dama, Irina Karamanos.
Luego está Seguimos, heredera del Movimiento Autonomista y Desbordar lo posible. Está compuesta por el grupo más cercano al Presidente Boric, especialmente por aquellos que pasaron por la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, como Gonzalo Winter, Constanza Schönhaut y Ximena Peralta.
Esta última es la candidata a vicepresidenta del partido, mientras que el diputado y la exconvencional aspiran a integrar el comité central. Junto a ellos destacan nombres como Nataly Campusano, CORE de Valparaíso, y Pablo Selles, activista por los derechos de las personas con discapacidad.
El tercer cargo de importancia en la directiva quedó en manos de Reimpulsar la Izquierda, que ahora se llama Raíces, y que cuenta con Lorena Meneses, excandidata a alcaldesa de La Cisterna, como aspirante a secretaria general. En su abanico de candidatos al comité central destaca el nombre de Jaime Fuentes Purran, actual seremi de Justicia de la RM.
Convergencia con Todes
Inicialmente, la intención de todas las corrientes era armar una lista unitaria de todas las tendencias. Sin embargo, la negociación fracasó y los principales damnificados fueron los miembros de Trazo Socialista, una tendencia que no pertenece a las tesis históricas del partido y surgió a principios del 2020 producto de la crisis que atravesó la colectividad en esos años.
Su lista se llama Convergencia con Todes, y está encabezada en la presidencia por Miguel Ángel Bustamante, excandidato a alcalde de San Ramón, y Rodrigo Mallea, activista LGBTIQ+, en la vicepresidencia.
Para estas elecciones presentaron un nutrido catálogo de candidatos al comité central, donde destacan nombres como Isabel Orellana, productora de cine, parte del equipo audiovisual de la franja del Apruebo y hermana de la ministra de la Mujer; Leonardo Jofré, CORE de la RM; y Francisca Márquez, trabajadora social conocida por su participación en el programa MasterChef Chile.
Con el tiempo, Trazo Socialista ha ido ganando influencia al interior de Convergencia Social, al punto de convertirse en la principal tendencia al interior del actual comité central. En términos de agenda, son más críticos con los pasos que está dando el Gobierno, especialmente por el poder que se le está otorgando a Socialismo Democrático. Aún así se declaran oficialistas.
De hecho, el propio Bustamante explica a El Desconcierto que su objetivo pasa por “fortalecer y apuntalar” al Ejecutivo tras la derrota en el Plebiscito, pero también consideran clave mantener a Apruebo Dignidad y el Frente Amplio como “primer anillo de vinculación política del partido”.
En términos de agenda, el grupo ha optado por dar una pelea interna que busca democratizar la colectividad y sacarla de “las fronteras del ñuñoismo”, como señala una de las fuentes de la colectividad a este medio.
Bustamante asegura que en esta elección apuestan a ser la lista más votada. “Gran parte del partido comparte el espíritu democratizador, creemos que nos va a ir súper bien”, dice. Sin embargo, versiones menos optimistas de su tendencia plantean que más allá del cargo que puedan integrar de la directiva, la pelea está por alcanzar al menos un tercio de los 40 miembros del comité central.
En la elección se disputan cuatro cargos directivos y cuatro secretarías nacionales. También se definirán 17 delegados nacionales, 17 regionales y 6 frentes que, en suma, conformarán el comité central, el principal órgano deliberativo de Convergencia Social.
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Fuerza Común y Unir: La nueva ola de militantes
En los últimos días se confirmó la integración de Fuerza Común, liderado por el exconvencional Fernando Atria, a Convergencia Social. También entraron a militar la diputada Lorena Fries y el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán, dos figuras del movimiento Unir, fundado por el exministro Marcelo Díaz y compuesto principalmente por exmilitantes del Partido Socialista.
Aún no hay claridad sobre el futuro de estos grupos a la interna, si conformarán una tendencia propia o se sumarán a alguna ya existente. Lo cierto es que varios de ellos sí podrán votar en esta elección, porque hace más de un año firmaron por Gabriel Boric para que pudiera convertirse en candidato presidencial. Desde ese día, pasaron a ser militantes.
Es más, incluso existen algunos miembros de Fuerza Común que son candidatos. Es el caso de la periodista Natalia Araya Cambiazo, candidata a la Secretaría Nacional de Comunicaciones, y Osvaldo Torres Gutiérrez, aspirante al comité central por la lista De cordillera a mar.