Sobreendeudamiento en diciembre: Experto entrega claves para planificar gastos de fin de año
El cierre del año suele convertirse en uno de los momentos más exigentes para las finanzas familiares.
Entre compras navideñas, celebraciones y planes de vacaciones, diciembre concentra un nivel de gastos que muchas veces se arrastra por meses, especialmente en hogares que ya enfrentan deudas previas.
En este escenario, el académico Francisco León, de la Universidad Bernardo O’Higgins, advierte sobre la importancia de organizar con anticipación el presupuesto para evitar que la temporada termine en sobreendeudamiento.
Las cifras recientes dan cuenta de esta presión. Según datos de la Comisión para el Mercado Financiero, la mediana de compromisos financieros de los deudores bancarios llegó a $1.935.715 a junio de 2024, con una carga promedio de 13,6%.
Aunque el nivel bajó levemente respecto del año anterior, cerca del 75% de los hogares mantiene deudas de consumo, principalmente en tarjetas y créditos de corto plazo.
Esta realidad evidencia una vulnerabilidad extendida frente a cualquier gasto inesperado, y diciembre suele intensificarla.
Planificación y presupuesto: Las claves para evitar el desorden financiero
El Banco Central también ha identificado este riesgo. En su Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2024, señala que, pese a la mejora en ingresos, el crédito de consumo sigue sensible a variaciones económicas, especialmente en los hogares más endeudados.
Para esos grupos, el aumento de gastos de fin de año puede transformarse en un punto crítico si no existe una planificación adecuada.
Para León, el problema no está en celebrar, sino en hacerlo sin una estructura clara. A su juicio, muchas personas desconocen cuánto gastan efectivamente durante el mes, lo que facilita decisiones impulsivas.
Su recomendación es calcular el ingreso real y elaborar un presupuesto considerando solo el 90% de esa cifra, de modo de reservar un margen para imprevistos.
A partir de ese monto, sugiere definir cuánto se destinará a regalos, celebraciones y vacaciones, basándose en patrones de gasto de meses anteriores.
El académico propone incluso porcentajes específicos: reservar un 10% del ingreso mensual para gastos propios de diciembre, distribuidos en 4% para regalos, 1% para celebraciones y 5% para vacaciones.
Esta estructura, indica, ayuda a evitar compras innecesarias y mantiene el equilibrio financiero.
Respecto del uso del crédito, la recomendación es clara: no endeudarse para financiar fiestas. León señala que solo tendría sentido usar una tarjeta si se pagará el total al vencimiento, aprovechando beneficios asociados, pero sin generar intereses ni saldos que se acumulen.
También sugiere frenar antes de comprar y evaluar si el gasto es realmente necesario, considerando que en estas fechas suele predominar el impulso.
Sobre el aguinaldo o bono de fin de año, plantea dividirlo entre ahorro y gastos planificados. Destaca que ahorrar no debe verse como una renuncia, sino como una herramienta de bienestar futuro, idealmente utilizando instrumentos seguros como depósitos a plazo o fondos en UF, que permiten mantener el valor del dinero.
Para comenzar el próximo año con mayor estabilidad, León propone tres hábitos fundamentales: ahorrar una parte fija del ingreso mensual, evitar financiar vacaciones en cuotas y elaborar un presupuesto detallado que permita tener control real del dinero disponible.
Según el académico, la educación financiera es una inversión en calidad de vida, ya que no se trata solo de contar con más recursos, sino de utilizarlos de forma consciente y sostenible.