Súmate a nuestro canal en: WhatsApp
EE.UU., Trump y la derecha en Chile: Mejor no hablar de ciertas cosas
Foto: Agencia Uno

EE.UU., Trump y la derecha en Chile: Mejor no hablar de ciertas cosas

Por: Nelson Soza | 12.11.2025
A pesar del desastre económico que enfrentan las familias estadounidenses gracias a la corrupción y al neoliberalismo extremo de Trump y al creciente autoritarismo militar de su régimen, sólo una pequeña fracción de la profunda crisis que vive EE.UU. se conoce en Chile, aún cuando sus potenciales consecuencias representan un peligro real y presente para el país, Latinoamérica y el mundo. Si lo que busca la derecha en Chile es imitar las políticas de Trump, sería útil y mucho más honesto que los periodistas, tan comprometidos con la democracia y los DDHH. en Cuba y Venezuela, le pidieran al candidato Kast que transparentara sus intenciones; el pueblo de Chile y su democracia demandan saberlo.

Como en cada elección presidencial en Chile, el espectro de Cuba y Venezuela ha acechado majaderamente la candidatura de izquierda. Del otro lado de la vereda, sin embargo, poco o nada se dice de EE.UU., el espejo en el que la derecha chilena aspira reflejarse, especialmente ahora, en medio de una profunda crisis política y económica agudizada por las políticas del Presidente Donald Trump.

José Antonio Kast, candidato del ala dura de la derecha chilena y posible representante del sector en una anticipada segunda vuelta, ha copiado no solo el estilo hiperpatriótico y las tácticas desinformativas de Trump, sino que también el eje central de su agenda económica: el recorte de miles de millones del gasto público sin transparentar qué programas busca sacrificar. El resultado de las medidas de Trump ha virtualmente paralizado al país y la presente militarización de las ciudades anuncian la manera en la que el gobierno piensa lidiar con aquellos que se opongan.

[Te puede interesar] VIDEO| Comunidades indígenas de Brasil alzan la voz en la COP30: Exigen dejar de ser excluidos y que los escuchen

El cierre del gobierno más extenso en la historia de EE.UU., así como buena parte del caos que ha generado Trump en solo nueve meses de administración, tiene su origen en un objetivo estratégico de la oligarquía norteamericana y global: reducir el presupuesto del gobierno a su mínima expresión y traspasar el ahorro a las cuentas bancarias de la élite

Una de las primeras acciones de Trump en su regreso a la Casa Blanca fue extender los recortes de impuestos de su primer gobierno. Según el Instituto de Política Fiscal y Económica (ITEP), a través de su “Big Beautiful Bill”, Trump le aseguró al 1% más rico de la población un ahorro estimado en US$1.02 trillones en los próximos 10 años. 

El problema surge al tratar de cuadrar la caja fiscal, que al percibir menos ingresos debe decidir qué gastos eliminar. Como suele ocurrir, los principales afectados serían los norteamericanos más vulnerables, en particular los 48 millones de personas que dejarían de recibir asistencia para alimentos y los entre 15 y 20 millones de personas que podrían perder sus beneficios médicos. Con la reforma de salud del 2010, conocida como Obamacare, el gobierno resolvió entregar subsidios para que las personas sin seguro médico compraran uno, disminuyendo el número de individuos sin cobertura de 48 millones (16% de la población), a 27 millones (8%); la propuesta de Trump elimina estos subsidios.

Otro componente del plan para tapar el hueco presupuestario generado por el recorte de impuestos a los más ricos es hacer que parte de la presente pausa temporal del gobierno se haga permanente. Trump espera que el hiato gubernamental le dé cobertura para eliminar sumariamente agencias y programas completos, al igual que a miles de trabajadores: el resultado que esperaba el hombre más rico del mundo, Elon Musk, junto a su malogrado DOGE. Adicionalmente, la negativa republicana a reconvenir el Congreso está siendo aprovechada por Trump para actuar al margen de la ley en múltiples frentes.

[Te puede interesar] Senador Huenchumilla: "Kast y Kaiser dicen que si asumen la presidencia derogarían la ley indígena, eso sería volver a foja cero"

A una situación política al borde del quiebre se le suma una economía que empeora para la población en general. Trump ha tratado de compensar la pérdida de ingresos fiscales implementando tarifas a las importaciones, un verdadero impuesto al consumo. Las tarifas han aumentado el ya exorbitante costo de la vida e incluso colapsado ciertas economías, como la de la soja. De acuerdo a Pew Research, el precio de los “alimentos para consumo en casa” ha aumentado en un 30% desde enero del 2020 y según una encuesta de PNC Bank, 67% de los trabajadores viven mes a mes, sin capacidad de ahorrar o enfrentar una emergencia.

Como suele suceder cuando las políticas económicas agravan la desigualdad y concentran más poder en unos pocos, la respuesta del gobierno ha sido más coercitiva que política. El radical programa económico de Trump es incompatible con la democracia y de esa manera gobierna: por decreto, sin el Congreso, ignorando la Constitución y hasta las Cortes.

Anticipando la movilización social en contra de sus políticas, la represión aumenta y los derechos humanos pierden fuerza. A la militarización de las ciudades se le suman detenciones arbitrarias por agentes enmascarados sin órdenes judiciales y la creación de verdaderos gulags como “Alligator Alcatraz”. La destruccion de un número de lanchas acusadas sin pruebas de “narco terrorismo” ha cobrado la vida de más de 40 personas en el mar de Sudamérica. 

A pesar del desastre económico que enfrentan las familias estadounidenses gracias a la corrupción y al neoliberalismo extremo de Trump y al creciente autoritarismo militar de su régimen, sólo una pequeña fracción de la profunda crisis que vive EE.UU. se conoce en Chile, aún cuando sus potenciales consecuencias representan un peligro real y presente para el país, Latinoamérica y el mundo. Si lo que busca la derecha en Chile es imitar las políticas de Trump, sería útil y mucho más honesto que los periodistas, tan comprometidos con la democracia y los DDHH. en Cuba y Venezuela, le pidieran al candidato Kast que transparentara sus intenciones; el pueblo de Chile y su democracia demandan saberlo. 

[Te puede interesar] Tormenta Solar de gran magnitud golpea al planeta Tierra este miércoles: Auroras australes se ven en Magallanes