
Fabiola Campillai a 6 años del 18O: "El gobierno nos abandonó, nuestros compañeros se han suicidado esperando ayuda"
Este sábado se cumplen cinco años desde el estallido social que sacudió a Chile el 18 de octubre de 2019, y para muchos de sus protagonistas las demandas que llevaron a millones de personas a las calles siguen sin respuesta.
Ese es el caso de la víctima de violencia policial y ahora senadora de la República, Fabiola Campillai, quien entró al Congreso como independiente para reivindicar no solo la justicia y la verdad en caso de las violaciones a los derechos humanos sino también las exigencias respecto de un Estado presente y una vida mejor.
En ese contexto y en entrevista con El Desconcierto, la también activista denunció el abandono institucional que han vivido las personas que resultaron heridas en el contexto de las manifestaciones apelando a los suicidios a los que se han visto forzadas las personas afectadas.
Y es que el reciente fallecimiento de David Gómez, preso de la revuelta visitado por el Presidente Gabriel Boric durante su campaña, volvió a poner en evidencia el fracaso del aparato estatal en su compromiso no solo con las exigencias emanadas de las protestas sino que también con quienes se movilizaron por transformar el país.
Por eso, la parlamentaria que perdió la vista, el olfato y el gusto tras ser impactada por una bomba lacrimógena lanzada por Carabineros el 26 de noviembre de 2019 se ha convertido en una de las voces más críticas contra el gobierno que alguna vez apoyó.
Balance legislativo y contradicciones de la derecha
—¿Cómo ha sido participar del Senado en estos un poco más de tres años desde que entró al Congreso?
La verdad ha sido bien duro participar en el Parlamento. Lamentablemente de parte del Gobierno ha sido bien difícil el tema en materia de derechos humanos.
Yo pertenezco a la Comisión de Derechos Humanos, soy parte de ella, y hoy día tenemos un proyecto, el Boletín 17.370-17, el cual en su desesperación la derecha busca dejar libres a presos de Punta Peuco, presos de crímenes de violación a los derechos humanos.
Lamentablemente tenemos este proyecto que deja libres a muchos delincuentes, incluso femicidas, delincuentes que le han hecho daño a niños, violadores. Tenemos parricidas que van a salir libres. Si este proyecto se aprueba, ya se aprobó en la Comisión de Derechos Humanos la semana pasada y ahora va a sala, vamos a tener mucha delincuencia en la calle tan solo por una enfermedad que no se pueda tratar en la cárcel.
Otro ejemplo es que una persona tenga una enfermedad crónica, que un delincuente tenga una diabetes o una hipertensión, va a optar a salir a la calle. Estamos súper preocupados y sentimos que estamos un poquito abandonados.
Este proyecto nos llama mucho la atención cuando hoy día la derecha está en campaña y habla mucho de la delincuencia, habla mucho de la seguridad en Chile, pero la gente, nuestra gente no sabe que este proyecto está allí.
Es totalmente lo opuesto a lo que la derecha habla hoy en día en sus discursos de campaña. De verdad que estamos súper preocupados. Este proyecto es malísimo, cambia la pena de estar en la cárcel por un arresto domiciliario total, que todos sabemos que no se cumple lamentablemente.
Vamos a tener a muchos presos en la calle. Un hombre que violó a un niño, imagínese, va a estar en la calle con el miedo de que vuelva a hacerlo, porque un hombre como eso no cambia. De verdad que nos preocupa mucho.
—En esa línea, ¿qué le gustaría a usted impulsar en lo que queda de periodo? Algo que le gustaría sacar adelante.
Hay una ley de reparación que preparamos en conjunto en la mesa por una vida digna, junto con grandes académicos en materia de derechos humanos, con agrupaciones de derechos humanos de ayer y de hoy.
Preparamos ese proyecto de reparación, lo entregamos, dijeron que íbamos a tener una respuesta, pero no nos dieron esa respuesta, jamás llegó. Ese proyecto que preparamos con tanta dedicación entre muchísima gente que lucha por los derechos humanos, es inadmisible y necesita el patrocinio del Ejecutivo, y eso no ocurrió.
Hubiese sido un gran proyecto, hubiese sido lindo haberlo podido sacar en este periodo, porque en este periodo fueron ellos los que se comprometieron a la reparación, a la justicia y a la no repetición. Este proyecto venía a consolidar todo eso. Lamentablemente hoy día está, pero no está siendo patrocinado y no podemos avanzar con él.
Cinco años del estallido: heridas abiertas y abandono
—Ahora quisiera pasar al aniversario del 18 de octubre. Quería preguntarle cómo ha sentido usted todos estos cinco años, cómo ha sentido el cambio de narrativa, cuál es el balance que hace usted.
Esto ha sido una herida que no nos ha cerrado. Es una deuda histórica en materia de derechos humanos, tanto en dictadura como hoy día después de la revuelta social. Nos ha costado bastante, hemos tratado de ayudar mucho a nuestros compañeros. Lamentamos mucho que hoy día se pierdan vidas aún. Durante la revuelta fueron asesinados muchos compañeros y la verdad es que hoy se siguen perdiendo vidas porque nuestros compañeros nos han dejado, y no ha sido por enfermedad, sino que lamentablemente se han suicidado porque no hay ayuda del Estado, porque el Estado nos ha abandonado, el gobierno nos ha abandonado.
Hace algunas semanas tuvimos a nuestro compañero David Gómez que también se suicidó, esperando que pudieran tener ayuda, sobre todo ayuda psicológica, que es lo que hoy no hay. No ha sido muy bueno el balance. Cuando salimos a las calles, cuando comenzó la revuelta social, pusimos todas las necesidades, todos los derechos sociales que necesitábamos, los derechos humanos fundamentales. Lamentablemente perdimos vidas, fuimos mutilados, algunos compañeros fueron torturados, y hasta hoy no hemos tenido ninguna respuesta de las demandas que en ese entonces se pusieron en las calles.
—Es un balance duro. Usted hubiese esperado que el Estado hubiese accionado con la reparación mucho más ágilmente y además siente que no se ha avanzado en las demandas que se hablaron en ese periodo.
Nosotros esperábamos que más que el Estado, también fuese el presidente. Nosotros, usted sabe, fui parte de la campaña hacia él con mucha esperanza a que hubiese reparación, a que hubiese justicia, porque de eso se hablaba en ese entonces.
Creí, creí en este gobierno, creí en el presidente y hoy día lamentablemente vemos que a más de tres años no se ha hecho nada. A más de tres años todavía no hay reparación, en la mayoría de nuestros compañeros no ha habido justicia y se han ido con la esperanza de la justicia que no llega.
Nosotros estamos bien tristes, la esperanza ya no está, pero vamos sin duda a seguir luchando por ese proyecto y no sé si en algún momento podremos sacarlo adelante, pero esa es la esperanza.
Los procesos constitucionales
—¿Cómo analiza usted, con el reposo de estos años, los dos procesos constitucionales que se vivieron y que también fracasaron?
Me gustaría reivindicar el primer proceso, el cual apoyamos. Lamentablemente las mentiras de la derecha fueron más fuertes, nuestra gente se desinformó, la desinformaron, tanto por redes sociales como por grandes políticos que hablaban cosas que no correspondían.
Lamentamos que ese proceso constituyente no haya terminado en el apruebo porque teníamos mucha esperanza en esa nueva Constitución. Ahí pusimos todo y a pesar de que nació después del acuerdo de noviembre, teníamos mucha esperanza, sobre todo por las demandas que se llevaron a las calles.
El avance del negacionismo
—Pensando en el contexto electoral y con la posibilidad muy latente de que el próximo presidente de Chile sea alguien de derecha, ¿qué le parece el avance de los discursos autoritarios?
No podemos dejar que el negacionismo avance, eso le hace muy mal a los países. Ya lo hemos estado viviendo con algunos países, lamentamos que eso ocurra y ojalá nosotros no tengamos que vivir esa situación. Que no tengamos que retroceder, sobre todo nosotras las mujeres.
Todo lo que hemos ganado lo hemos ganado con mucho esfuerzo, con marchas en las calles, nuestra gente, nuestras mujeres vienen y están acá afuera del Senado cuando se tiene que votar un proyecto importante para nosotras. Que esas cosas no se pierdan, que esos avances no queden atrás y no retrocedamos.
Eso es súper importante en un país, que no haya un retroceso importante, porque hoy día nosotros a lo que más apostamos es a seguir avanzando en materia de cuidados, en materia de derechos humanos, en materia de discapacidad, de adultos mayores, de mujeres. Sería fatal que una persona como las que hay hoy día en la derecha saliera Presidente.
Las nuevas candidaturas desde el estallido
—Hay muchos candidatos del rechazo y del apruebo que eventualmente podrían entrar al Congreso. Por ejemplo, el carabinero del Caso Pío Nono, Sebastián Zamora, y otros rostros del estallido como Giovanna Grandón. ¿Cómo siente usted esta eventual entrada de personajes del estallido al Congreso?
Del lado de la derecha hay un intento desesperado por posicionarse acá, en el Parlamento, en sus extremos. Por el lado de la izquierda, lo único que esperamos es que podamos en conjunto trabajar y hacer de este trabajo un muy buen trabajo. Esperamos que sean un aporte grande, yo sé que muchos lo van a hacer, pero sin duda que podamos trabajar en conjunto por este país.