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Que los chilenos compren menos ropa y crear empleos para reparar y reciclar prendas: Chile lanza política contra vertederos textiles
Desechos textiles en Chile. Foto: Agencia UNO.

Que los chilenos compren menos ropa y crear empleos para reparar y reciclar prendas: Chile lanza política contra vertederos textiles

Por: María del Mar Parra | 03.10.2025
Carreras universitarias de ecodiseño, generar empleos en sastrería, costurería y reparación de ropa, financiar la investigación en biomateriales y procesos para aprovechar la basura textil y regular la importación de ropa usada en el país son algunas de las medidas que se implementarán al 2040 en el país.

En 2015, una persona promedio en Chile se compraba 13 prendas de ropa al año, pero en 2020 esta cifra alcanzó las 50 prendas, de la mano de nuevas tendencias mundiales como el fast fashion y las compras por internet. A la vez, gran parte de las personas encuentran obstáculos a la hora de reparar sus prendas para alargar su vida útil. Así, mucha de la ropa termina en vertederos o en el desierto, junto con otros residuos textiles que resultan de regulaciones laxas en la importación de fardos de ropa.

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A 2040, este escenario debería ser muy diferente, de aplicarse la estrategia que acaba de lanzar el Ministerio de Medio Ambiente para reducir los desechos textiles en el país. La estrategia tiene cuatro metas: Disminuir el sobreconsumo de ropa y textiles en el país, aumentar los empleos destinados a recircular la ropa, aumentar la revalorización de los residuos textiles para que no terminen en vertederos y prevenir o erradicar los lugares que se han convertido en vertederos textiles.

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Para esto, se establecieron indicadores que deberán ir cambiando su valor gradualmente hasta 2040, como la cantidad de kilogramos de productos textiles consumidos por persona por año, la cantidad de kilos de ropa que se revaloriza y reutiliza, o la cantidad de empleos en economía circular textil.

Comprar menos ropa

Una buena parte de la estrategia apunta a cambiar los hábitos de consumo de las personas en el país, integrando saberes sobre economía circular textil, reparación de ropa e impacto ambiental de la industria textil en la malla curricular de escuelas. También se busca crear carreras universitarias y técnicas en ecodiseño y circularidad en la cadena de valor de la industria textil.

En esta línea también se propone generar jornadas y eventos de intercambio de ropa como los que ya se están popularizando, así como jornadas de capacitación para reparar y reacondicionar productos textiles.

Para acompañar este cambio cultural, también se promueve fortalecer la capacitación y la generación de empleo de sastres, costureros y otros oficios que reparan ropa o que revalorizan ropa en desuso, así como la alianza entre tiendas de ropa y reparadores.

También se busca aumentar la oferta de productos textiles locales, de buena calidad, con técnicas tradicionales o ancestrales y con emprendimientos que integren la circularidad y revalorización de los residuos en su modelo de negocios. Formalizar los empleos en este tipo de oficio y aumentar su seguridad laboral es parte de las propuestas.

Otra línea de medidas busca aumentar la infraestructura destinada a recolectar residuos textiles para revalorizar en el país, con programas de apoyo económico y técnico a municipalidades. También se plantea un protocolo de orientaciones para gestionar los textiles donados en catástrofes, ya que muchas veces la gente dona ropa en muy mal estado o inutilizable.

Reglas duras e innovación

Otra línea de acción para esta estrategia se relaciona con la regulación. Desde endurecer la fiscalización para el transporte de residuos textiles y su disposición en vertederos ilegales, hasta regular el ingreso de ropa usada al país, exigiendo estándares de calidad, o que la ropa sea clasificada en origen antes de llegar al país.

Esto porque muchas veces, dentro de los fardos de ropa usada que se importan al país a través de las zonas francas, una buena parte de esos fardos está compuesta por basura textil encubierta, que al llegar al origen es descartada en el mismo momento, ya que no está apta para consumo o venta.

Se propone además evaluar incentivos tributarios para incentivar la reutilización de textiles y los productos que usen material reciclado y regular que el etiquetado de productos circulares sea verificable para evitar el greenwashing.

La estrategia de residuos textiles también busca fomentar la innovación en economía circular para esta industria, impulsando modelos de negocio con productos circulares y creando eventos como rondas de negocio para generar alianzas y expandir la adopción de buenas prácticas.

También se plantea desarrollar programas y proyectos de innovación y desarrollo sobre biomateriales y procesos de recuperación y aprovechamiento de residuos textiles y generar concursos para innovaciones de este tipo.