Caso Julia Chuñil: Familia y abogadas denuncian que cuatro graves fallas atrasaron la investigación varios meses
La defensora ambiental mapuche Julia Chuñil Catricura desapareció el 8 de noviembre de 2024 junto a su perro Cholito, pero una serie de irregularidades en la investigación han impedido avances significativos, según denuncian desde su familia y organizaciones sociales, que identifican cuatro problemas críticos complicando la búsqueda.
En un nuevo episodio del programa En Verde y Claro de El Desconcierto, la abogada y ecologista Camila Zárate enumera las fallas que se han identificado en la investigación por la desaparición de Chuñil.
Demoras en pericias y pérdida de evidencia
El primer problema surge al inicio de la investigación. Aunque la denuncia por desaparición fue interpuesta el 10 de noviembre de 2024 por los hijos de Julia Chuñil, la primera fiscal del caso, Claudia Baeza, realizó solo una visita al lugar. La asignación del fiscal especializado en delitos ambientales, Carlos Bamondes, ocurrió recién un mes después.
Durante este período, las marcas de camioneta encontradas por el hijo de Julia fueron borradas por la lluvia. Además, señalan que aún cuando la familia develó la hipótesis de secuestro desde el primer día, la Tenencia de Carabineros de Máfil omitió tomar declaraciones a la vecina Ana, quien fue la última persona en ver a Julia saliendo de su casa el 8 de noviembre.
Fosa sospechosa
Entre el 15 y 20 de diciembre, Carabineros halló una excavación sospechosa en el terreno del vecino Segundo Wenulef, la cual no correspondía a una fosa común para desecho de animales. Al excavar, encontraron solo un ternero envuelto en plástico, pero según la abogada del caso, Mariela Santana, "se pudo haber extraído sedimentos de tierra para analizarlos y posteriormente revisar muestras de ADN o restos orgánicos que pudieran corresponder a una persona. Eso no se hizo".
De forma paralela, la fiscalía recibió antecedentes sobre un incidente en que dos vecinos de la zona, Segundo y José Weñulef, cortaron el puente por el que transitaba Julia todos los días. Uno de ellos admitió su participación en el hecho y su relación laboral con Juan Carlos Morstadt, el empresario alemán en conflicto abierto de tierras con la desaparecida.
Según las denuncias de la familia, Morstadt había ofrecido sobornos a Julia para que dejara su tierra, los que luego escalaron a amenazas. Chuñil creía que la destrucción del puente había sido ordenada por Mordstat como parte de sus acciones para intimidarla.
Hostigamiento a la familia
El tercer problema surge con el operativo del 30 de enero, cuando el juez de garantía Andrés Riveros Cáceres autorizó el ingreso a la vivienda de Julia. Durante este procedimiento, un funcionario del LABOCAR de apellido Arriagada condujo a Jeanette, hija de Julia, a un furgón blanco donde, según denuncia la misma afectada, la presionó para que se auto inculpara por el crimen.
"Le dijeron cuando su mamita desapareció ustedes fueron los únicos que estaban acá. Ustedes son responsables, digan la verdad", relató la familia. Todo ocurrió en presencia de la fiscal Tatiana Esquivel, quien participó del cuestionado interrogatorio.
Fiscal no removida
El cuarto problema identificado por la familia y las organizaciones que llaman por la resolución del caso, radica en la negativa de la Fiscalía Nacional de apartar a Tatiana Esquivel del caso. Tras los hechos del 30 de enero, la familia interpuso una denuncia por apremios ilegítimos contra la fiscal. Aunque Esquivel solicitó inhabilitarse de la causa, el fiscal nacional subrogante Héctor Barros rechazó la solicitud por considerar que no concurren causales legales.
La abogada Karina Riquelme señala que "en virtud de la mala investigación desarrollada por la fiscalía se ha perdido un tiempo importante. Al empresario se le está investigando pero no de forma que debiera haberse hecho".
Mientras tanto, la familia y organizaciones de todo el país exigen el cambio de fiscal, argumentando que se requiere una investigación libre de sesgos contra el pueblo mapuche, para realizar las diligencias necesarias y dar con Julia Chuñil y su perro Cholito.