Súmate a nuestro canal en: WhatsApp
Discursos de odio
Foto: Agencia Uno

Discursos de odio

Por: Carlos López Dawson | 21.09.2025
Muchas veces no se entiende que es una violación de derechos humanos, incluso las personas confunden delitos o actos individuales con violaciones de derechos humanos, incluso curiosamente autoridades o parlamentarios se preguntan sobre los derechos humanos de los funcionarios policiales, demostrando un desconocimiento grave o injustificado.

INCITACIÓN

Según el derecho internacional, una imagen o discurso puede considerarse delito de odio cuando incita a la discriminación, hostilidad o violencia contra un grupo o individuo basado en características como raza, nacionalidad, etnia, religión, identidad de género, discapacidad u orientación sexual.

[Te puede interesar] "Estamos en un punto de inflexión": Analista internacional advierte escalada militar de EE.UU. contra Venezuela por narcotráfico

Tipos de discursos o imágenes que pueden considerarse delitos de odio:

  • Incitación directa y pública al genocidio: Cuando se incita directamente a cometer genocidio contra un grupo específico.

  • Apología del odio nacional, racial o religioso: Cuando se promueve el odio hacia un grupo específico basado en su nacionalidad, raza o religión, y se incita a la discriminación, hostilidad o violencia.

  • Propaganda y difusión de ideas sobre superioridad y discriminación racial: Cuando se promueven ideas de superioridad racial o se difunden ideas que incitan a la discriminación racial.

Se han aprobado una serie de Instrumentos internacionales que abordan los delitos de odio, entre ellas la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, que prohíbe la propaganda y la difusión de ideas sobre superioridad y discriminación racial.

También la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, que establece que el genocidio es un crimen que puede tener lugar en tiempos de guerra o paz, y obliga a los Estados a tomar medidas para prevenirlo y sancionar a los perpetradores.

Finalmente el estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional que considera penalmente responsable a cualquier persona que directa y públicamente incite a otros a cometer genocidio.

COMPLICIDAD SILENCIOSA

Aplaudir violaciones de derechos humanos, discriminaciones y genocidio puede considerarse un crimen de odio, ya que puede ser visto como una forma de incitación o promoción de la violencia y el odio hacia un grupo específico. Por ejemplo, en el derecho internacional, la incitación directa y pública al genocidio es considerada un crimen punible según la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, citada.

[Te puede interesar] La IA es la nueva electricidad

Elementos clave:

Incitación: Aplaudir un genocidio puede ser visto como una forma de incitación, ya que puede motivar o inspirar a otros a cometer actos de violencia. El genocidio es un crimen internacional que implica la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.

Público: La aclamación pública de un genocidio puede aumentar su impacto y alcance, lo que puede ser considerado un agravante.

Implicaciones legales: Responsabilidad individual: Quien aplauda un genocidio puede ser considerado penalmente responsable por su participación en la incitación al crimen.

Deber de los Estados: Los Estados tienen el deber de prevenir y sancionar la incitación al genocidio, así como de proteger a las víctimas y prevenir la comisión de este crimen.

En resumen, aplaudir un genocidio y otros delitos contra los derechos humanos puede ser considerado un crimen de odio y puede tener implicaciones legales graves, tanto a nivel nacional como internacional.

LA RESPONSABILIDAD

Muchas veces no se entiende que es una violación de derechos humanos, incluso las personas confunden delitos o actos individuales con violaciones de derechos humanos, incluso curiosamente autoridades o parlamentarios se preguntan sobre los derechos humanos de los funcionarios policiales, demostrando un desconocimiento grave o injustificado. Los derechos de las personas están regulados en diversas normas de la legislación.

Sin embargo, la violación de derechos humanos solo la comete directamente el Estado y sus agentes, esa es la diferente entre un delito, como un robo, un asesinato, un mal trato que los particulares pueden cometer respecto de otros, el agente del estado esta revestido de un poder especial, cuya misión es cuidar a la comunidad, de allí que sus delitos sean más graves que los de un particular y por ello se denominan violaciones de derechos humanos, sea una tortura, un mal trato, una discriminación, un secuestro o un asesinato.

Cuando un particular comete un delito tienen desde luego una sanción penal, pero si el Estado no lo sanciona y permite la impunidad, entonces recién ese acto delictual se convierte en una violación de derechos humanos y específicamente de atentado al derecho a la justicia.

EL NEGACIONISMO

Generalmente los delincuentes niegan la comisión de sus delitos, es una forma de defensa que el sistema de justicia se encarga de aclarar. Pero, también hay personas o que justifican crímenes o niegan su existencia. Esto último es el negacionismo. Hay una amplia literatura especializada al respecto (por ejemplo; Donatella Di Cesare, Ensayo crítico y analítico, Si Auschwitz no es nada)

Los autores que investigan este tema concluyen que el negacionismo se ha convertido en una forma de propaganda política que involucra diferentes esferas de modos cada vez más insidiosos y violentos. Ya no es solo un intento de interpretar la historia del pasado sino también una amenaza a la comunidad interpretativa del futuro.

Desde la mentira de Auschwitz, la acusación de fraude se reaviva como piedra angular de un odio que, estrechamente ligado a la Shoá, la persecución y aniquilación sistemática de los judíos europeos por parte del Estado alemán nacionalsocialista y sus colaboradores.

No se trata de un oscuro residuo del pasado sino un nuevo fenómeno que ha crecido, se ha desarrollado y se ha consolidado desde su primera aparición, es una ideología que defiende lo peor del ser humano. No hay ninguna diferencia entre este tipo de discurso de odio que niega los hechos con aquellos que lo justifican o lo relativizan y que se manifiesta colocando en un falso altar a un dictador, ladrón y criminal como Pinochet. Es más, no es el pasado, sino el presente.

[Te puede interesar] El peso del silencio escolar