Súmate a nuestro canal en: WhatsApp
Maltrato en Hospital de Osorno:
Foto: Agencia Uno

Maltrato en Hospital de Osorno: "La violencia laboral se normalizó en el sistema de salud"

Por: Gino Stock | 06.09.2025
Magdalena Garcés, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica, explicó a El Desconcierto cómo la institucionalización de la violencia es uno de los motivos más relevantes detrás de casos como el del maltrato al trabajador con TEA en el hospital de Osorno, y entregó claves para prevenir estos episodios.

Magdalena Garcés, académica de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y jefa del Diplomado en Salud Mental y Bienestar Psicosocial en el Trabajo, analizó en profundidad el caso de maltrato laboral que se reveló recientemente en el Hospital Base San José de Osorno.

"Aquí posiblemente lo que hay es una organización que dejó de pensar, un sistema de salud en el que se ha empezado a normalizar también la violencia, una violencia que los mismos funcionarios reciben", apuntó la experta.

[Te puede interesar] Sueldo mínimo en Chile: Cuándo será la nueva alza que llevará el ingreso básico a $539.000 mensuales

Cabe recordar que los videos que documentan la violencia en el trabajo ejercida contra un funcionario con Trastorno del Espectro Autista (TEA) entre 2018 y 2020 han generado conmoción nacional y abierto un debate sobre los climas laborales tóxicos en el sector salud.

Durante una entrevista en vivo realizada por El Desconcierto, la especialista explicó las dinámicas que permiten que este tipo de situaciones escalen hasta convertirse en casos extremos de acoso laboral. Asimismo, entregó recomendaciones concretas para prevenir estos episodios y mejorar los ambientes de trabajo.

Hospital Base San José: Un caso que revela fallas institucionales profundas

El caso que afecta al Hospital Base San José de Osorno presenta características particulares que van más allá de la conducta individual de los agresores. Según Garcés, "esto es algo que pasó el año 2020 y eso ya te habla de que aquí todos los mecanismos de reparación y justicia fallaron, y esta persona hoy posiblemente está viviendo una revictimización".

La experta destacó que la violencia laboral en este caso específico no surgió de manera espontánea, sino que fue el resultado de un proceso gradual de normalización. "Posiblemente esto partió con algunas conductas pequeñas, una violencia cotidiana, y esto luego llegó hasta el extremo", explicó la académica.

Además, el hecho de que la víctima tuviera TEA la colocaba en una situación de mayor vulnerabilidad frente a sus agresores. Sin embargo, Garcés enfatizó que el problema central no radica en las características individuales, sino en las dinámicas organizacionales que permitieron que la situación escalara sin intervención institucional efectiva.

La normalización de la violencia en el sistema de salud chileno

Un aspecto fundamental del análisis de Garcés se centra en cómo el sector salud ha ido normalizando diferentes formas de violencia. La académica explicó que "aquí posiblemente lo que hay es una organización que dejó de pensar, un sistema de salud en el que se ha empezado a normalizar también la violencia, una violencia que los mismos funcionarios reciben".

Esta normalización se manifiesta en múltiples formas, desde la violencia externa que enfrentan los trabajadores de salud por parte de pacientes o familiares alterados, hasta las agresiones internas entre colegas. "Ya no nos extrañan las noticias en las que entraron una banda a atacar a los trabajadores de un hospital. Esto se ha vuelto bastante cotidiano", señaló la especialista.

Por otra parte, la experta vinculó esta problemática con las condiciones laborales del personal de salud, particularmente después de la pandemia. "Si tú piensas en el personal de salud, un personal que no descansó después de la pandemia, y eso también es violento con ellos", indicó, sugiriendo que el agotamiento y la sobrecarga laboral contribuyen a crear ambientes propicios para la violencia.

Ley Karin: Avances y desafíos en la protección laboral

La implementación de la Ley Karin, que busca prevenir y sancionar el acoso laboral y la violencia en el trabajo, representa un avance significativo según Garcés. La normativa no solo considera las denuncias hacia superiores jerárquicos, sino que también incluye el acoso entre pares y la responsabilidad de los empleadores en proporcionar ambientes seguros.

[Te puede interesar] Mujer con síndrome de Down fue excluida del padrón electoral por el Servel: Tribunal ordena reincorporarla para sufragar

"El hecho de que haya una ley te genera un cambio tremendo", explicó la académica, comparando el impacto con la implementación de la ley antitabaco. "Lo que yo creo que generan estas leyes es que ponen de manifiesto y empiezan a visibilizar y a que dejemos de normalizar conductas que no son normales".

No obstante, Garcés enfatizó que el verdadero cambio debe enfocarse en la prevención más que en la sanción. "Toda nuestra energía está en la prevención. En formar en que las personas tomen conciencia, visibilizar, en difundir", señaló, destacando que cuando hay mayor conciencia, las personas que tienden a acosar pueden autorregularse.

Estrategias para mejorar los climas laborales y prevenir la violencia

La especialista entregó recomendaciones concretas para que los trabajadores puedan contribuir a mejorar sus climas laborales y prevenir situaciones de violencia. El énfasis principal está puesto en la importancia de los vínculos y el apoyo colectivo.

"El vínculo es un factor protector por excelencia", explicó Garcés, haciendo referencia al caso de Karin Riquelme, víctima que dio nombre a la ley. La académica explicó que "lo que es determinante y que te puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte es el vínculo, qué tan acompañada tuvo esa persona, cuántas redes de apoyo tuvo".

Asimismo, la experta hizo un llamado a "generar vínculos de protección, de cuidado entre los colectivos de trabajo y dejar de poner el problema como en una persona". Esta perspectiva busca evitar la individualización de problemas que tienen raíces estructurales y organizacionales.

En términos prácticos, Garcés recomendó que los trabajadores se atrevan a conversar sobre estos temas, generen espacios de deliberación y establezcan redes de apoyo mutuo. "Ser testigo y no actuar es ser cómplice de alguna manera, pero ser un testigo solitario puede ser igual de riesgoso versus colectivizar estos temas", advirtió.

La académica concluyó con un mensaje contundente sobre la necesidad de abordar estos problemas de manera colectiva: "No sirve salvarse solo. En el mundo del trabajo, que por definición es social y colectivo, no nos sirve salvarnos solo. Tenemos que empezar a generar mayores espacios de solidaridad, empatía, colaboración, porque eso es lo que nos protege".

[Te puede interesar] “El voto en Chile hoy es obligatorio”: Boric confirma multas por no ir a sufragar y lanza dardos contra la sombra de los bots