
Resistir la adversidad: Cómo el cambio climático afecta las tradiciones y el conocimiento de las comunidades
El cambio climático no solo altera climas y ecosistemas: también afecta los sistemas productivos y las tradiciones ancestrales de diversas comunidades alrededor del mundo. Los conocimientos intergeneracionales se encuentran amenazados por fenómenos como sequías prolongadas, lluvias intensas, migraciones forzadas y pérdida de ecosistemas clave.
En los Andes peruanos, el retroceso de los glaciares ha causado una pérdida del 30% de productividad de los pastizales y ha obligado a más de 72.000 familias quechuahablantes a emigrar entre 2018 y 2024.
En Chile, por su parte, la reducción sostenida de lluvias en zonas como el Valle de Elqui ha afectado prácticas agrícolas tradicionales como la cosecha del membrillo o el cultivo de la alfalfa, que se transmiten por generaciones como métodos productivos y saberes.
Colaboración comunitaria
“Las mencionadas transformaciones han generado que muchas comunidades abandonen o olviden saberes ancestrales irreemplazables, afectando a la memoria colectiva y la cohesión social. Sin embargo, la colaboración comunitaria, centrada en la adaptación cultural y la recuperación de prácticas tradicionales, ofrece no solo esperanza, sino también un modelo alternativo y sustentable de resiliencia”, indica Consuelo Romano, directora ejecutiva de Fundación Lepe.
Del mismo modo, afirma la experta, las estaciones cada vez más variables, complejizan la celebración de festividades que dependen de ciclos climáticos estables, por ejemplo, la Fiesta de la Vendimia, la cual requiere previamente de una producción vitivinícola apropiada, siendo esta celebración para muchas localidades eventos económicos o turísticos, que por sobre todo representan maneras de reafirmar la pertenencia colectiva.
Abordar desafíos
Bajo ese contexto, la UNESCO advierte que, a nivel mundial, uno de cada seis sitios de patrimonio cultural se encuentra actualmente en riesgo por el cambio climático, incluyendo templos, festivales y prácticas culinarias que dependen de condiciones climáticas estables.
En Chile, el estudio del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia revela que la producción de conocimiento climático enfrenta tensiones entre las condiciones locales y la infraestructura científica global, lo que afecta la forma en que se documentan y preservan los saberes comunitarios.
“Desde Fundación Lepe, creemos que enfrentar estos desafíos implica reconocer que los saberes comunitarios no son vestigios del pasado, sino recursos vivos. Resulta urgente generar puentes entre conocimiento tradicional y técnico, fomentar espacios de participación intergeneracional donde las comunidades puedan co-diseñar mecanismos para enfrentar con adaptación el cambio climático resguardando el valor del patrimonio biocultural”, comenta Consuelo Romano.
A ello, la experta agrega que, en ese sentido, algunas iniciativas clave son abordar soluciones climáticas y desarrollar procesos locales de documentación, como archivos comunitarios, relatos digitales o cartografías simbólicas del cambio.