
Frutillas arriesgan pérdidas de producción de hasta un 30%: Académico identificó el insecto que causa la enfermedad
Últimamente, la frutilla chilena se ha visto intimidada a raíz de la proliferación de una nueva enfermedad identificada como Strawberry Phyllody (Filodia de la Frutilla), la cual puede generar pérdidas de hasta el 30% en los huertos afectados.
Un estudio encabezado por el profesor Nicola Fiore, académico y vicedecano de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, comprobó este hecho y, además, identificó al insecto culpable de la transmisión del fitoplasma y una maleza que actúa como reservorio del patógeno.

La investigación fue realizada con el soporte de Fondecyt y se publicó en el 2024 en la revista científica Plant Disease, difundiendo información clave para productores, consumidores y autoridades del área agrícola nacional.
El académico Fiore, ingeniero agrónomo y doctor en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias, subraya la importancia de esta afección emergente para la agricultura local: "en Chile empezaron a aparecer plantas de frutilla improductivas con síntomas de filodia. Este tipo de daño ha sido también señalado en Argentina y si no se controla podría llegar a causar pérdidas de producción del 20 al 30%".
Insecto responsable
La investigación determinó que el vector es un insecto del género Cixiosoma sp., el cual todavía no se ha descrito a nivel de especie. “Nosotros detectamos el fitoplasma, lo caracterizamos molecularmente y después empezamos a buscar los vectores y las plantas hospederas secundarias del fitoplasma.
Mediante pruebas de transmisión comprobamos que un insecto, Cixiosoma sp., es vector del fitoplasma que afecta a la frutilla. El insecto se pudo identificar solo a nivel de género, en cuanto se trata de un nuevo hallazgo, o sea, de una especie no clasificada taxonómicamente”, explica.

Retos para los productores
También se definió que la planta hospedera secundaria del fitoplasma es la maleza Galega officinalis L., cuyo rol en la diseminación del patógeno es concluyente. “La galega funciona como reservorio del fitoplasma, es visitada por el insecto que, durante su actividad trófica, adquiere el fitoplasma y sucesivamente lo transmite a la frutilla cuando se alimenta en ella. La galega normalmente se encuentra alrededor de los huertos de frutilla y es difícil de controlar”, especifica Fiore.
El académico habla de los desafíos para los agricultores, en especial pequeños productores: “en Chile, el cultivo de frutilla involucra mayoritariamente a los pequeños productores. Algunos poseen un satisfactorio nivel de tecnificación y una red comercial consolidada, que les impide realizar rotaciones de cultivos (técnica eficiente para el control de enfermedades en plantas). Entre varias otras, una estrategia de control preventivo consiste en cubrir los huertos de frutilla con mallas antiáfidos para evitar el contacto entre plantas e insectos vector”, expresa.
Prevención y sostenibilidad
El control químico de los insectos puede ser una alternativa, sin embargo, es pertinente respetar el periodo de carencia y recordar que el uso repetitivo de una misma molécula provoca resistencia: "el control de los fitoplasmas es obligatoriamente de tipo preventivo, en cuanto actualmente no se dispone de ninguna terapia curativa. Si se limita la circulación del vector, se reduce la diseminación del patógeno”.
Nicola persevera en trabajar en prevención, en consecuencia, la realización de un estudio epidemiológico es crucial, porque revela el ciclo de la enfermedad y permite la planificación de actividades que tienden a dificultar la dispersión del patógeno: “prevenir significa ahorrar dinero y problemas, además, es un camino compatible con la sostenibilidad ambiental. Es necesario invertir en estudios epidemiológicos que permitan aclarar cómo se diseminan estos patógenos”.
“No poseemos informaciones acerca del estado sanitario de las plantas en vivero con respecto al fitoplasma de la frutilla: en caso de averiguar un potencial riesgo, también podríamos aconsejar el uso de medidas de control que faciliten la producción y comercialización de plantas libres del patógeno”.
Bajo presupuesto
“En Chile tenemos buenos científicos y técnicos muy preparados, con grandes ideas que no se transforman en un proyecto, debido al bajo presupuesto destinado a financiar la investigación básica, que es el primer peldaño para el desarrollo de nuevas tecnologías. Un ejemplo de investigación básica en la fitopatología son los estudios epidemiológicos. Debemos cambiar la mentalidad para entender que la prevención es siempre el mejor negocio”, manifiesta Fiore.
Finalmente, aclara que no hay riesgos para la salud humana: “la gente puede consumir frutillas infectadas por fitoplasmas tranquilamente. No hay ningún peligro para los consumidores”, cierra.