
Fantasía israelí
La fantasía suele ser definida como lo opuesto a la realidad, o al mundo real. Eso es lo que sucede con el Estado de Israel desde sus inicios hasta la actualidad: vive en una fantasía, una irrealidad.
En el año 1948, cuando se funda el Estado de Israel, en vez de integrarse al territorio y vivir en paz con sus habitantes, como era lo lógico y esperable, los israelitas prefieren expulsar violentamente a la población palestina que vivía allí, especialmente en ciudades como Tel-Aviv, Haifa, Nazaret o Jerusalén, robándoles sus casas, escuelas, hospitales, carreteras, granjas, negocios, fábricas, ferrocarriles, etc., expulsándolos hacia Cisjordania, Jerusalén Este y Franja de Gaza. Confiaron fantasiosamente en que así podrían vivir en paz en un país estable y seguro.
En Chile sufrimos terremotos cada cierto tiempo, bastante fuertes, por lo que las reglas de construcción exigen que los edificios sean antisísmicos. En Israel exigen que tengan refugios anti bombardeos, pues cada dos por tres les llegan bombas o misiles. Creo que es el único país del mundo que exige este tipo de construcciones. Y también es el único país del mundo que vive una guerra que ya dura 77 años.
Por ese camino ya recorrido por 77 años, ¿llegarán algún día a vivir en una paz verdadera y permanente?, ¿o es una fantasía?
El estado de Israel se declara un país independiente y soberano, como todos, pero su existencia depende de EEUU. Por ejemplo, el Presidente Trump pidió que se cancele el juicio por corrupción de Netanyahu, y los jueces de Israel suspendieron el juicio inmediatamente, pues sin su ayuda económica y militar, Israel ya no existiría, entonces, ¿es realmente un país soberano e independiente?, ¿o es una fantasía?
Cuando los israelitas se instalaron en Palestina, existían palestinos viviendo en ella, y después de tantos años, aún hay millones de palestinos viviendo en ella, es una realidad ineludible, que los israelitas no quieren ver.
En estos momentos no existen territorios palestinos que no estén ocupados por el ejército de Israel, y en ellos han instaurado un apartheid brutal, como puestos de controles militares cuando y donde se les ocurre, carreteras sólo para israelitas, calles en las ciudades sólo para israelitas, les roban las casas para dárselas a israelitas, o las demuelen, con toques de queda que a veces duran días enteros.
También los trasladan a vivir a campos de refugiados, que luego son cerrados y los desplazan forzadamente a otros, los hospitales buenos son sólo para israelitas, lo mismo las escuelas, la justicia es diferenciada, a los palestinos se les aplica la ley militar, construyeron el “muro de la vergüenza” de 8 metros de alto por 700 kms. de largo, que separa y entorpece la circulación dentro de Palestina, etc. y etc., todo esto es en los territorios palestinos, pues obviamente no pueden entrar al territorio de Israel.
¿Por qué hacen esto?, porque son supremacistas y tienen el sueño del gran Israel bíblico, es decir, quieren todo el territorio para ellos, sin palestinos, es decir, un país de raza pura.
El problema es que eso es una fantasía, la realidad es que en ese territorio viven millones de palestinos, seres humanos como nosotros, padres, hijos, madres, abuelas, que tozudamente, van a seguir viviendo. Los israelitas los asesinan, los golpean, los encarcelan, abusan con ellos, pero no hay caso, porfiadamente siguen y seguirán viviendo allí millones de palestinos. Y se desesperan, no saben qué hacer con ellos. Ahora tienen la gran idea de encerrarlos en campos de concentración.
La fantasía es que niegan a los palestinos, como si no existieran o fueran seres sub humanos, todo por una fantasía mayor: un país de raza pura en pleno siglo XXI. ¿Existe hoy en el mundo un país de raza pura?, ¿es eso real? Mientras no vean la realidad y continúen viviendo en su país de fantasía, los ciudadanos de Israel están condenados a vivir en una guerra permanente y a depender de otro país para existir.
En cambio, si deciden vivir la realidad y aceptar que todos los seres humanos somos iguales, incluidos los palestinos, pues somos hijos del mismo Padre, y logran construir un acuerdo de paz justo y beneficioso para todos, que implique armonía, bienestar, cooperación y progreso para ambos pueblos, no sólo Israel vivirá en una paz real, verdadera y permanente, además Medio Oriente tendrá paz y descanso, por fin.