
"Hay que decirlo sin tapujos: soy del sur, me gustan las rancheras y soy antifascista": Jaime Figueroa (FA) y su aspiración parlamentaria
Las últimas elecciones han mostrado que entre los habitantes del sur de Chile hay una tendencia a la derecha, pero eso no detiene a Jaime Figueroa (FA) en su cruzada por integrar la Cámara de Diputados en el marco de los comicios parlamentarios del próximo 16 de noviembre.
Y es que el descendiente de huilliches y militante del Frente Amplio volverá a competir en votaciones populares luego de apostar por un cupo a la Gobernación Regional de Los Lagos, en donde obtuvo más de 5 mil votos que -aunque son considerables para una primera votación- no fueron suficientes para derrotar a Republicanos en la provincia de Osorno.
Aunque le gustan las rancheras, dice, eso no le impide declararse como antifascita y participar del comité central de su partido. Y es que Figueroa, hoy aspirante a la diputación por el distrito 25 que incluye 12 comunas de la Región de Los Lagos, busca disputar el sentido común que se asocia al sur del Biobío.
En conversación con El Desconcierto, el otrora miembro de las filas de Convergencia Social, asegura que su actual colectividad debería abrirse a diversificar sus liderazgos después de los resultados de las primarias presidenciales, de la misma forma que considera que se debe profundizar en temas que han sido históricamente fuertes en la oposición, tales como seguridad, economía y migración.
Experiencia política previa y proyecciones
- Usted fue candidato a consejero regional el año pasado. ¿Cómo va a enfrentar este período electoral y las negociaciones parlamentarias?
Tuve 5.055 votos. Dentro de la centroizquierda fui la tercera mejor votación, pero como los republicanos lograron una buena votación acá, no logré salir electo. Pero tuve bastante respaldo al ser mi primera candidatura, y eso da un pie también para este nuevo proceso electoral, que ya va a ser un poco más serio.
Es distinto cuando uno ya se mide electoralmente a cuando uno afronta una candidatura sin saber en realidad cuánto peso puede tener en la comunidad.
Acá el Frente Amplio tiene dos precandidaturas. Una soy yo, y otra también una compañera acá en la región. Somos los dos nombres que estamos viendo en realidad qué pasa con las negociaciones. Ahora, ya sabemos que se involucra también la Democracia Cristiana (DC). Yo creo que eso igual es bien positivo, a propósito de los resultados electorales que a nivel nacional podemos ir teniendo.
- ¿Considera que está en desventaja frente a quienes ya tienen su cupo y van a la reelección?
La verdad, no me siento en desventaja a la hora de competir. De hecho, siento que todavía tengo un capital político aún por explotar acá, particularmente. El plus que yo tengo es que, salvo con la DC y el PS, en realidad yo tengo los mejores resultados.
De hecho, tengo el mejor resultado electoral de la izquierda no socialista. Es decir, como de lo que fueron esos partidos en su momento, acá en la provincia de Osorno. Tengo mejor resultado electoral que el Partido Comunista, que el Partido Liberal, que el PP, que el Partido Radical.
Críticas al sur conservador y estrategia política
- Se dice que el sur es de derecha. ¿Cuál es su plan para disputar ese sentido común?
Es que a mí lo que me pasa es que siento que hay cierta caricatura también con respecto a eso. Se siente que la derecha y el sur es bien conservador, más conservador que de derecha.
Por tanto, hay ciertos temas que son un poco más valóricos que a la izquierda igual le cuesta poder mencionar, o poder discutir. Por ejemplo, nos cuesta hablar de seguridad, nos cuesta hablar de empleo, de economía, de migración, ruralidad, que son temas que son súper sentidos sobre todo por la gente del sur.
Yo siento que a los principales liderazgos del Frente Amplio les falta todavía elementos para poner sobre la mesa con respecto a esa discusión que tiene que tener una temática un poco más nacional.
Y siento que la derecha, si bien llega con el discurso, tampoco son representativos de los sectores populares. No es como que desde los sectores populares vayan saliendo los liderazgos que el día de mañana van a representar a la derecha propiamente tal.
- ¿A qué se refiere cuando dice que a la izquierda le cuesta hacer resonar sus ideas en el sur?
Yo creo que tomar los aspectos valóricos, que son más representativos. Nosotros, por ejemplo, en el Frente Amplio nacimos en una línea un poco más de protesta, y sobre todo aunando muchos mundos con diferentes sentidos. Pero en esa línea, nos quedamos mucho en los valóricos, en ser representativos quizás de la gran diversidad, pero en cuanto al discurso, más allá de la representación.
Hemos ido perdiendo terreno en cuanto al sentido nacionalista, al patriotismo, a la ruralidad, que son temas que son bien sentidos acá en el sur. Y en crisis de seguridad, porque si bien acá hay menos índice de criminalidad que en la Región Metropolitana, también están viéndose cosas que acá en los barrios antes no se veían. Y el nivel igual de violencia está escalando de manera fuerte.
Autocrítica por el Frente Amplio
- Cómo ves los resultados de Gonzalo Winter en la primaria?
Winter era y es un buen candidato, el problema está en lo que quiere representar el Frente Amplio para Chile en base a la interpretación que se hace de la sociedad. Nuestro partido debe profundizar en esto, salir del nicho, los períodos cambian y avanzan y necesitamos reactualizar liderazgos y posiciones políticas para este ciclo.
Una reflexión más profunda de lo que somos y hacia dónde vamos, solo así no solo canalizaremos las demandas, sino también construiremos mayorías sociales.
- Dice que el partido debe profundizar en interpretar a la sociedad y salir de los nichos, ¿qué recomendación le haría a su partido?
Yo creo que hay una crisis que de alguna forma es legítima que viva el partido. De hecho, los dichos de Matías Toledo (alcalde de Puente Alto) hace unos días, resonaron bastante al interno del partido con respecto a lo que nosotros proyectábamos. La verdad, yo no creo que al Frente Amplio le falte calle.
Sin embargo, al Frente Amplio sí le falta diversificar los liderazgos y entender también que, si bien se entiende que la política es una disputa de poder, hay también otros liderazgos que pueden hacer más sentido a la comunidad.
Hay una crítica con respecto a esa apertura que es importante tanto interna como externa con respecto a cuáles son las candidaturas que se van a priorizar. Históricamente se ha presentado que el gran nicho del Frente Amplio está en la Región Metropolitana, está en la Región de Valparaíso. Sin embargo, el partido ha ido creciendo mucho y sobre todo en la zona sur.
- ¿Esta crítica tiene que ver con los resultados de la primaria presidencial?
Sí, va relacionado. Fue bastante cerrada la discusión sobre la estrategia y el poco involucramiento en general de la militancia en la campaña. Se jugó con una apuesta, se pensó que había un cierto sector que estaba ganado, y se apuntó también a un público específico que iba un poco más hacia la juventud, sobre todo que no vota, que está un poco más alejada de la política. Y en realidad fue una falla de estrategia.
Nosotros llegamos de manera tardía a esta discusión presidencial. Teníamos que haber elegido la candidatura presidencial seis meses antes. Y con eso hubiéramos generado una estrategia o una estructura de campaña que hubiera estado un poco más afín a lo que las personas querían.
- ¿Le parece que la dirección partidaria tiene una cuota de responsabilidad?
En todos los partidos está la lógica de despedazar después de una derrota electoral, y el Frente Amplio sabe también de eso.
Yo sí creo que a nuestra dirección le faltó apertura, involucrar más en el proceso, tenemos una militancia diversa a lo largo del país, pero esta no se vio reflejada.
Se apostó por una estrategia que no resultó. Sin embargo, no es tan solo responsabilidad de la dirección, más aún cuando venimos de un proceso de unificación y es la primera dirección nacional que le tocó enfrentar la construcción partidaria, análisis del ciclo político y dos procesos electorales seguidos. El partido en su conjunto pudo actuar mejor.
Alianza con la Democracia Cristiana
- ¿Cuál cree que debe ser el principal aporte del Frente Amplio a la alianza que ahora incluye a la DC?
Lo central no está en sumar siglas de distintos partidos, sino mostrar unidad y sobre todo una alianza que pueda hacer sentido a la ciudadanía. Que la reflexión que tengamos en conjunto los partidos tengan como resultado un proyecto que tenga vocación de mayorías y hable hacia el presente y futuro.
En cuanto a la DC, es un partido tiene un capital político histórico indudable, pero también deben entender que esto no será la Concertación o Nueva mayoría, ni menos que el Chile actual es el mismo del pasado, y por tanto deben venir también con apertura programática y no a imponer barreras, límites o líneas rojas. Conversemos de los dolores de Chile y lleguemos a acuerdos, pero con voluntad constructiva.
Por otro lado, es obvio que hay una desconexión profunda producto del centralismo. En Santiago hay diputados que no tienen idea de lo que pasa en los campos y en los cerros. Los perros asilvestrados son un problema grave, real, categórico. Y en esto hay que decirlo sin miedo: la derecha ha tenido más razón que la izquierda. Nos hemos equivocado. Ser de izquierda no es ser idiota, como decía (Pepe) Mujica. Y ahí, por ejemplo, el centralismo pesa.
Estoy de acuerdo con que nosotros, los partidos, tenemos que llegar de la manera más constructiva posible a esta discusión. Escuché algo en la entrevista de la DC muy de líneas rojas, de temas que no querían cruzar, con respecto a temas valóricos, por ejemplo, el aborto, la eutanasia, que son temas que a ellos les causan mayor complejidad.
Yo creo que el Frente Amplio tiene harta experiencia con respecto a lo que tiene que ver con los gobiernos locales, a la lucha por los derechos sociales que ha ido entregando también en este último tiempo. Y en esa línea, creo que también para el Frente Amplio debe tener una apertura con respecto a discutir temáticas que no han sido, quizás, la insignia de nosotros como partido.
Con respecto al tema de la migración, a economía, con respecto a seguridad, que son temas que se han sido bien críticos con nosotros como partido y también como gobierno.
- ¿Cómo se debería enfrentar la fragmentación en el partido? Recordar que el FA solo tiene un año de vida...
El Frente Amplio siempre se planteó como un movimiento y partido diverso, puesto que diverso es Chile. La diversidad no es un problema de por sí, el problema es cómo hacemos a esta, parte de nuestra cultura política partidaria, ya sea en la orgánica interna como también en las proyecciones electorales.
El FA es un partido que tiene y debe madurar y ser más transversal, hay militancia que se parece bastante a Chile, pero debe reflejarse. Tenemos una responsabilidad con el país y somos un proyecto político fresco que tiene un rol que cumplir en este ciclo político.
No solo somos una dirigencia que pasó del movimiento estudiantil al Parlamento, hay varios que sí hemos agarrado la "pala", ya que está tan en boca últimamente el concepto... Pero la caricatura seguirá si es que no abrimos espacios.
Propuestas en temas clave
- ¿Cuáles son sus ideas en torno a migración, economía y seguridad?
Con respecto a la migración, yo creo que hay que poner mayor seguridad con respecto a la frontera, porque sobre todo en la zona norte igual están levantando bastante alertas con respecto a ello. Ahí están los pasos fronterizos donde entran y salen finalmente criminales o diferentes personas con respecto a esto.
Con respecto a economía, yo creo que hay un debate que está abierto con respecto a cómo nosotros potenciamos el empleo. Hubo un debate hace poco acá en mi región, en el que particularmente se criticaba el índice de desempleo con comparación a lo que eran los gobiernos anteriores.
En esa línea, yo creo que también es relevante entender cómo explicar a la ciudadanía el contexto actual de cómo nos estamos gobernando. Espero poder profundizar un poco más concretamente en qué es lo que queremos, hacia dónde proyectamos en el trabajo informal, cómo lo pasamos a formal.
"Me siento jarista-boricista sin complejos"
- ¿Cuál es la lectura que hace del narcotráfico?
Yo creo que hay una discusión que está un poco ausente, tanto para el aspecto político un poco más general, que tiene que ver con los espacios públicos y esto con los barrios. Yo creo que, de alguna forma, se ha instalado cierta narcocultura en lo que tiene que ver con los sectores populares. Y ahí es importante también cómo nosotros le hacemos sentido a las juventudes, entendiendo que en realidad estos espacios van ganando su terreno.
De alguna forma, hay harta juventud que se está perdiendo, el consumo está empezando de manera temprana. También cada vez son más los jóvenes o adultos jóvenes, entre 20 y 30 años, que ingresan a un periodo de depresión relacionado con el tema de la droga. Los espacios donde pueden salir o de alguna forma resguardarse de ello hoy en día están bien colapsados.
Es una problemática en que yo creo que es importante que nosotros demos abasto, que entendamos la complejidad que esta presenta y cómo nosotros, de alguna forma, podemos ampliar el Estado para que las comunidades se puedan sentir un poco más representadas, un poco más seguras al final del día.
- ¿Cómo analizas el quiebre en la derecha y qué resultados proyectas para noviembre a nivel presidencial y parlamentario?
La derecha enfrenta una crisis porque sus distintas conclusiones, que han instalado en todos los lugares posibles, han sido erróneas. La comparación con otros países, la responsabilidad que se nos busca asignar por gobernar después de la crisis del 2019, la pandemia y la crisis migratoria que empezó en el gobierno de Piñera al invitar a extranjeros -políticos- a nuestro país...
Hoy, como vamos, gana la derecha. Kast es el mejor perspectivado a ser el futuro Presidente de Chile. La extrema derecha tiene la oportunidad histórica de ganar la Presidencia. Me siento parte de una identidad comunista-frenteamplista y no tengo reparos en decirlo.
Me siento jarista- boricista sin complejos. No creo en regalar distritos a un partido, la gente tiene que poder elegir. Eso incluye a la DC, que son más que bienvenidos, pero en el sur de Chile también el fa y el PC tenemos derecho a competir.
En el sur siempre nos dicen que es un territorio de derecha. La gente de izquierda se esconde no dice lo que piensa, yo creo lo contrario, hay que dar la batalla de las ideas sin complejos: decir sin tapujos que soy del sur, me gustan las rancheras y soy antifascista.