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Advierten a Matthei, Kast y Kaiser por nuevo mega padrón electoral: No podemos decir que ese voto es de derecha
Agencia Uno

Advierten a Matthei, Kast y Kaiser por nuevo mega padrón electoral: No podemos decir que ese voto es de derecha

Por: Carolina Ceballos | 28.06.2025
"El desafío, ahora, es tratar de captar votos, de establecer discursos diferenciadores, tanto dentro de la izquierda como dentro de la derecha, discurso que permita diferenciarse, primero de los candidatos de tu misma coalición, y después pensar en la presidencial", recalca la experta Rocío Zepeda apuntando a la elección presidencial con el regreso del sufragio obligatorio.

En medio de la álgida contingencia política que enfrenta este año el país, donde este domingo 29 junio se efectuarán las primarias para elegir al candidato presidencial del progresismo entre Jaime Mulet (FRVS), Carolina Tohá (PPD), carta del Socialismo Democrático, Gonzalo Winter (FA) Jeannette Jara (PC), Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor, analiza este escenario.

Considerando además que la elección presidencial, cuya primera vuelta está agendada para el 16 de noviembre, se desarrollará en un contexto distinto a la del 2021. Porque el voto obligatorio aumenta el padrón de sufragantes de manera considerable, prácticamente en el doble.

O sea, un mega universo al que deben saber llegar todos quienes sigan en campaña, escenario en el que a junio del año en curso, comparten también las cartas de las derechas, esto es los ultraderechistas Johannes Kaiser, abanderado del Partido Nacional Libertario (PNL), y el republicano José Antonio Kast, además de Evelyn Matthei (Chile Vamos), todos actualmente en carrera a La Moneda.

“Desde que se instaura el método el voto voluntario, había una barrera que se rompe con Gabriel Boric, que era la barrera de los siete millones de votantes. En la segunda vuelta cuando gana el Presidente Boric, se traspasa esa barrera hasta los ocho millones y ,después, con el voto obligatorio sube a 13” millones de personas que sufragan, contextualiza nuestra entrevistada.

¿Qué es lo que pasa?, se cuestiona antes de argumentar esta misma inquietud que ella deja planteada. “Que hay un bolsón de cinco millones de votos, que es la diferencia entre el voto obligatorio y el voto voluntario desde la última elección de Boric (porque si lo consideramos la barrera histórica, son seis millones de votos), pero dentro de esta barrera, este bolsón de cinco o seis millones de votos, no sabemos cómo votan”.

Es un problema no saber cómo vota este elector

Porque, complementa, “no tenemos bien definido si es un voto ideológico, si es un voto pragmático, si es un voto coyuntural, no sabemos cómo votan ellos, y esto es un problema porque al no saber cómo votan ellos, todavía no podemos hacer proyecciones que sean fiables para poder ver tendencias dentro de los posibles candidatos. Ese es el problema”

“Efectivamente, la modalidad de voto, o sea, la forma en la que se vota cambia, puede cambiar una elección, porque tú con cinco o seis millones de votantes nuevos, puedes modificar una tendencia. Y en una población en que somos 18 millones de habitantes, es un tercio, o sea puedes modificar la tendencia importante al momento de la votación”.

El tema es este, recalca, “que ese bolsón no lo conocemos, no está caracterizado, sabemos que ese bolsón votó por la derecha, pero resulta que después ese mismo bolsón votó por rechazar la Constitución que escribió la extrema derecha. Entonces, tampoco podemos decir que es un voto de derecha. Lo que sí podemos decir, es que es un voto descontento. Un voto descontento y un voto obligado”.

“También hay estudios que demuestran que el voto obligatorio tiene componentes elitistas, porque la gente que va a votar por voluntad propia - y esto muchos estudios, especialmente en Chile que lo comprueban- es gente que tiene un nivel de educación superior y un nivel de información superior”, releva Zepeda.

Y cuando se establece el voto obligatorio, sostiene a renglón seguido, “aumenta la cantidad de nulos, aumenta la cantidad de blancos, y también aumenta el voto desinformado. Entonces, ese es el tema”.

“No podemos hacer una caracterización, no podemos ver cómo influye todavía. Yo creo que faltan unas dos o tres elecciones con esta modalidad de voto, para para ir recién entendiendo más o menos a qué responde”.

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El desafío del ganador de la primaria

- Pensando en el oficialismo, por definir a su candidato este domingo 29 de junio, y las candidaturas de derecha, las tres que hay actualmente, ¿qué desafío tienen entre ante ante el mega padrón que tendrá la presidencial este año? ,¿cómo se captura ese voto?

Insisto, es un bolsón enorme, enorme de votos que no sabemos cómo votan, no sabemos por qué votan, no sabemos qué prefieren al momento de elegir a un candidato. Yo creo que acá lo lo central, el desafío principal es el que va a depender de la persona que salga electa por la izquierda.

O sea, quien gane las primarias, va a tener que ver, identificar hacia dónde jugársela por una estrategia de campaña coherente, que sea capaz de captar la mayor cantidad de ese voto indeciso, o este voto desconocido. Ahora, por parte de la derecha, creo que el discurso está súper definido. Entonces, los tres están disputando un mismo sector con un discurso ya establecido.

Y eso hace también que se reduzcan un poco las posibilidades. Hay que ir viendo ahí cómo van avanzando. Yo no creo, de verdad, que pasen dos candidatos de derecha a segunda vuelta, sea cual sea el escenario de la primaria.

Es complejo, y además que falta mucho. O sea, falta todavía salir de esta primaria, tenemos tres candidatos por la derecha, no sabemos si van a ir los tres, lo más probable es que no vayan los tres, que vayan dos. Eso es lo más, más probable. Y además, puede surgir un candidato que sea candidato de centro con cortes populistas o tintes populistas, y que cambie el rumbo totalmente de la elección. Estamos recién empezando y falta mucho.

Yo creo que ahora, el desafío por ahora es tratar de captar votos, y tratar de establecer discursos diferenciadores, tanto dentro de la izquierda, como dentro de la derecha, discurso que te permita diferenciarte primero de los candidatos de tu misma coalición, y después en base a eso, pensar en la presidencial.

Nuevo padrón incorpora a un votante muy desconocido

- ¿Qué comportamiento se puede a priori proyectar del votante que se suma ahora al padrón?

De él no sabemos nada, no sabemos mucho, podríamos decir que no es un voto ideológico. Eso es lo primero, eso lo podemos asegurar. Este nuevo votante no es un votante que vote por ideología, también podemos asegurar que es un votante descontento, es un votante que no encuentra identificación con la clase política, no cree que lo que existe en política ahora, sea un proyecto viable, y tampoco que le importa mucho quiénes son sus representantes, porque está la idea de que igual tengo que trabajar mañana.

Entonces, esa idea está muy instaurada en este sector que no votan a menos que lo obligue, como ‘no me importa quién salga, total igual tengo que ir a trabajar’.

Más allá de eso no sabemos. Yo creo que ahora vamos a ir definiendo. Yo sí podría tirar al voleo, muy desde la especulación sin ninguna base, podría decir que es un votante coyuntural. Un votante que responde a su contexto individual y a la forma en cómo el candidato va a solucionar las problemáticas que ellos tienen acorde al contexto y a la coyuntura.

Yo creo que por ese lado va, más o menos. Ahora, con esta elección vamos a empezar a definir, con esta y la otra y la otra, creo que faltan unas tres más o menos para empezar a definir qué pasa con ese bolsón de votos.

Hay que “vender los atributos positivos” óptimamente

- Este nuevo padrón, estas millones personas que se incorporan a él, se transforman en el electorado más relevante, en el más cotizado de la presidencial, más allá del votante seguro y comprometido políticamente?

Sí, lo que pasa es que tenías una base militante que es menor. Si piensas en la base militante, que es el votante militante, comprometido que vota por el partido, que es muy raro, hay una dispersión ahí, (porque) la base militante más grande la tiene el Partido Comunista, con 49.000 personas.

Entonces, la base militante en Chile no es grande. Acá los los votos y las elecciones se ganan por simpatizante, por adherente. Y ahí, hay hay que ir viendo, hay que tratar tratar de ganar simpatizante,s tratar de ganar adherentes y tratar de vender los atributos positivos de la mejor forma, porque es un bolsón que te puede dar vuelta una elección, te la puede dar vuelta.

Pero el tema es que como no sé cómo votan, tengo que irme a la idea de que tengo que convencerlo desde mis propios atributos personales, y cómo yo voy a usar esos atributos personales para poder arreglar la situación país. Para allá tienen que ir las estrategias en base a que hay absoluto desconocimiento sobre este votante.

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