
Proyecto piloto entre Codelco y Universidad de Queensland abordará el cambio climático con tecnología de vanguardia
Recientemente se dio el puntapié inicial al trabajo conjunto entre Codelco y el Sustainable Minerals Institute – International Centre of Excellence Chile (SMI-ICE-CHILE) de la Universidad de Queensland, con el propósito de robustecer la resiliencia operativa de todas las divisiones frente a los impactos del cambio climático.
Esta iniciativa incluye el desarrollo de un marco metodológico y simulaciones de escenarios futuros, los cuales permitirán identificar y analizar diversos riesgos climáticos para diseñar una estrategia de adaptación efectiva. La primera etapa se implementará como piloto en la División Andina, con planes de expansión a otros centros de trabajo durante 2025 y 2026.
Lo anterior, es consecuencia de la firma de un convenio en febrero de 2025 entre ambas instituciones, que buscan desarrollar proyectos de innovación y minería sustentable.
La asociación se extenderá por tres años, será financiada por la estatal y representa el afianzamiento de las intenciones que estipula el Memorándum de Entendimiento (MoU) rubricado entre la Corporación y la Universidad de Queensland en agosto de 2023 en Australia, el cual determinaba una hoja de ruta en búsqueda de soluciones sostenibles.

Amenazas constantes
El sector minero chileno enfrenta amenazas climáticas agudas, desde sequías y deslizamientos de tierra hasta olas de calor, incendios forestales y otros eventos meteorológicos extremos. Estos impactos implican riesgos significativos, incluyendo interrupciones operativas, degradación de ecosistemas, amenazas a la salud y seguridad de los trabajadores, daños reputacionales y pérdidas económicas a largo plazo.
Para Codelco, fortalecer su resiliencia climática no solo es fundamental para asegurar la continuidad operativa, sino también una prioridad estratégica para contribuir a la resiliencia de los territorios donde opera, en colaboración con actores locales y comunidades.
Necesidad de adaptación
Pablo Contreras, gerente de Acción Climática de Codelco, menciona que el proyecto busca evaluar y fortalecer la resiliencia de Codelco ante el cambio climático mediante un marco metodológico para modelar y analizar riesgos climáticos, apoyando estrategias de adaptación. “En una primera etapa, se desarrollará un prototipo en una división piloto (en nuestro caso Andina), para luego replicarlo al resto de nuestras operaciones. En esa lógica, el trabajo colaborativo con una entidad técnica experta en materias de sostenibilidad y adaptación al cambio climático como lo es el SMI-ICE-CHILE es fundamental”, sostiene.

Para llevar a cabo el plan se trabajará en terreno con apoyo de equipos divisionales y corporativos, respondiendo a la necesidad de adaptación al cambio climático como parte de la estrategia de acción climática. Posteriormente, se evaluarán modelos climáticos adecuados y se realizarán las calibraciones pertinentes en caso de ser necesarias.
“La idea es tener algo que refleje la realidad actual y, sobre todo, que nos permita evaluar la futura. Esperamos obtener un esquema de priorización para estos riesgos, donde se considere la exposición, gravedad, probabilidad e importancia estratégica y poder contar con un proceso para la identificación y análisis de alternativas de mitigación de estos riesgos. Esto, para evitar o mitigar riesgos ambientales, mantener continuidad operacional y, principalmente, evitar impactos a las personas”, añade Contreras.
Análisis de riesgos
Por su parte, Douglas Aitken, director ejecutivo de SMI-ICE-CHILE, sostiene que el proyecto tiene como objetivo fortalecer la resiliencia de Codelco frente al cambio climático mediante un enfoque sistémico que considera las interconexiones entre elementos operacionales críticos, tanto al interior de sus divisiones como en los territorios circundantes.
“En el centro de este enfoque está el desarrollo de herramientas que aprovechen proyecciones de modelos climáticos para identificar y cuantificar riesgos geofísicos bajo distintos escenarios futuros. Estas herramientas permitirán evaluar la exposición y vulnerabilidad de activos y sistemas clave, constituyendo la base para una gestión de riesgos proactiva”, asegura.
Para su ejecución, el proyecto liderado por SMI-ICE-Chile reúne a un equipo multidisciplinario en Australia y Chile. “Estamos alineando nuestra experiencia técnica en estrecha colaboración con un profundo entendimiento del contexto local para diseñar una metodología robusta de análisis de riesgos climáticos. Este trabajo incluye la recopilación y análisis de datos locales, el desarrollo de análisis orientados a generar información útil para la toma de decisiones, y la creación de herramientas de apoyo adaptadas a las necesidades específicas”, agrega el director ejecutivo.

Minería sustentable
Aitken considera que este proyecto tiene una relevancia más amplia tanto para el sector minero como para la sociedad. “Construir una cadena de suministro de minerales críticos resiliente es esencial para permitir la transición energética global. Anticipar y mitigar los riesgos climáticos hoy es clave para contribuir a una industria minera más sostenible, responsable y preparada para el futuro”, puntualiza.
Por su parte, María José Ruiz-Esquide, directora corporativa de Cambio Climático y Descarbonización de Codelco, añade que “la prioridad para 2025 es la identificación de los riesgos físicos críticos de cambio climático, así como el levantamiento y consumo de la data necesaria para la construcción y validación de los modelos de simulación de escenarios futuros. Trabajaremos en las herramientas de priorización para identificar y jerarquizar riesgos críticos, para luego continuar el 2026, con el desarrollo de los modelos de simulación de nuestras otras siete operaciones y contar con una evaluación y gestión del impacto financiero de los riesgos físicos de cambio climático”.
La cooperación entre ambas organizaciones posibilitará el progreso en cinco áreas estratégicas en materia de sustentabilidad: economía circular, gestión del cambio climático y resiliencia, conservación de ecosistemas y biodiversidad, gestión sustentable del agua, e innovación en metalurgia y procesos mineros.
Estos cinco pilares contienen programas para aminorar la generación de relaves y promover la reutilización de residuos; el uso de modelos matemáticos y machine learning para el mapeo de riesgos climáticos y el diseño de estrategias de adaptación; la exploración, pruebas e incorporación de nuevas tendencias tecnológicas en los procesos minero-metalúrgicos a través de analítica avanzada e inteligencia artificial, y la búsqueda de alternativas para la restauración ambiental de sitios mineros.