
Buscan en cementerio de Playa Ancha restos del sacerdote chileno-británico Miguel Woodward asesinado en la dictadura
En el Cementerio N°3 de Playa Ancha, en Valparaíso, se dio inicio a una serie de excavaciones forenses con el objetivo de encontrar restos de personas detenidas desaparecidas durante la dictadura militar.
La búsqueda, centrada especialmente en el caso del sacerdote Miguel Woodward, se basa en investigaciones recientes que apuntan a la existencia de una fosa común utilizada por agentes del régimen tras el golpe de Estado de 1973.
Las diligencias comenzaron esta semana luego de meses de preparación, que incluyeron la revisión de fotografías aéreas de distintas décadas y el uso de un georradar que permitió identificar alteraciones en el terreno.
Estas anomalías, detectadas a hasta cuatro metros de profundidad, orientaron a los equipos especializados sobre dónde excavar.
Participan en el proceso peritos de la Policía de Investigaciones, el Servicio Médico Legal, funcionarios del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y agrupaciones de familiares.
Las labores se extenderán durante varios días y se mantendrán abiertas a la posibilidad de hallar los restos de cualquier persona desaparecida.
“Cada uno de ellos merece ser encontrado”, expresó un integrante del colectivo que impulsa la búsqueda. “Seguimos con la esperanza de que esta vez podamos lograr lo que no ha sido posible en tantos años”.
El caso de Miguel Woodward, sacerdote de nacionalidad chileno-británica y militante de izquierda, ha sido objeto de diversas investigaciones.
Fue detenido y torturado tras el golpe de Estado y desde entonces se desconoce su paradero. Sus restos han sido buscados en numerosas ocasiones, sin éxito, desde 2006.
Estas excavaciones se realizan en el marco del Plan Nacional de Búsqueda de Detenidos Desaparecidos, puesto en marcha oficialmente en 2023.
Es la primera vez que el Estado asume directamente la tarea de investigar el destino de más de mil personas que continúan desaparecidas desde el periodo de la dictadura.
Durante el régimen de Augusto Pinochet, al menos 3.200 personas fueron asesinadas por motivos políticos.
De ellas, 1.469 siguen en calidad de desaparecidas. Pese a décadas de esfuerzos por parte de organizaciones de derechos humanos y familias, solo se han identificado los restos de 307 víctimas.
La nueva estrategia del Estado busca avanzar en el esclarecimiento de estas desapariciones, en un intento por enfrentar una deuda histórica con las víctimas y sus familias.