
Adiós a la sequía en Antofagasta: Cómo pasó a ser la primera ciudad latinoamericana con 100% de agua potable sacada del mar
Recientemente se puso en marcha la ampliación de la planta Desaladora Norte ejecutada por la empresa sanitaria Aguas Antofagasta, lo que permitirá abastecer a la capital regional y a Mejillones en un 100% con agua proveniente del mar y sin aumento de tarifas.
Una inversión de 130 millones de dólares posiciona a Antofagasta como la primera ciudad de Chile y Latinoamérica con más de 500 mil habitantes en poseer esta característica.
“Buenas noticias para nuestro norte. Desde hoy, Antofagasta es la primera ciudad latinoamericana sobre 500 mil habitantes en abastecerse 100% con agua desalada. Así, poniendo a las familias en el centro, enfrentamos la mega sequía”, declaró Jessica López, ministra de Obras Públicas.
Más agua potable
La producción de agua potable en la región de Antofagasta a partir de fuentes marinas inició en 2003, con la puesta en marcha de la Planta Desaladora Norte, dando cobertura al 15% de la demanda.
“Es motivo de orgullo y alegría poner en marcha la ampliación de esta desaladora que podrá abastecer con agua potable continua y de calidad a todos los habitantes de las ciudades de Antofagasta y Mejillones, sin depender de otras fuentes de agua”, añadió la ministra.
Los trabajos de ampliación de la desaladora, realizados por Aguas Antofagasta, ampliarán la capacidad de producción a 1.436 litros por segundo, lo que permite abastecer con agua potable continua y de calidad en un 100% a las ciudades de Antofagasta y Mejillones.
“La desalación es una respuesta concreta a la sequía que vive nuestro país en el norte, al igual que otros proyectos que estamos llevando adelante, como la licitación de la desaladora de Coquimbo por US$350 millones”, recalcó la ministra López.
Cortes de suministro
En adelante, la ciudad podrá convivir con un suministro continuo de agua potable, ya que es habitual verse afectada por cortes en el servicio, hecho que perjudica directamente a las comunidades y su calidad de vida. Se trata de una forma de falta de suministro que los antofagastinos han enfrentado durante toda su historia.
Un ejemplo reciente fue el apagón masivo ocurrido el 25 de febrero, que afectó a más del 90% de los hogares del país. Allí, Antofagasta sufrió una serie de cortes no programados en los sectores norte y centro de la ciudad que sobrepasaron el promedio nacional de estar sin el vital elemento.
Cabe destacar que para los antofagastinos es parte de su cultura enfrentar períodos de cortes de suministros por sectores, racionamientos y ubicación de puntos de abastecimiento durante décadas de su historia.
A pesar del cumplimiento normativo respecto a la calidad del agua, la percepción de los habitantes de Antofagasta es que existían desafíos.
Según una encuesta de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), solo el 18,3% de los usuarios consumía agua directamente de la llave, porcentaje inferior al promedio nacional del 21,8%.
Esta reticencia estaba relacionada con aspectos organolépticos, como sabor y olor, que influyen en la confianza de los consumidores.
Otro estudio, realizado entre 2007 y 2016, evaluó la calidad del agua potable en Antofagasta en el contexto del suministro de agua desalada.
Los resultados indicaron que, aunque el agua cumple con los límites establecidos por la normativa chilena, existen deficiencias en parámetros organolépticos que planteaban interrogantes sobre la capacidad de la normativa para evaluar adecuadamente el agua desalada en términos de salud pública.
Esta tendencia se comprueba con un informe realizado por la Universidad de Chile que reveló que 9 de cada 10 hogares en Antofagasta compraban agua envasada por la desconfianza generalizada en el consumo de agua potable de su red pública.
Este hecho se suma a otros cinco cortes ocurridos en 2022, situación que impactó a cerca de 2.600 familias.
Cómo funciona
El proceso utilizado para generar el agua potable en el desierto es vía ósmosis inversa, que consiste en forzar el agua de mar a través de membranas semipermeables para eliminar la sal y otros minerales, obteniendo agua dulce apta para el consumo humano.