En abril de 2018, una estudiante del Colegio Capellán Pascal de Viña del Mar fue agredida por tres compañeras dentro del establecimiento.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, a raíz de esta violenta situación, su padre presentó una demanda contra el colegio, argumentando que no se tomaron las medidas necesarias para proteger a su hija.

Después de años de proceso judicial, la Corte Suprema rechazó el último intento del colegio por evitar la condena y confirmó que deberá pagar $5.000.000 como indemnización por el daño moral causado a la familia de la joven.

El colegio había presentado un recurso de casación ante la Corte Suprema, buscando anular la sentencia que lo responsabilizaba por el caso.

Sin embargo, el máximo tribunal determinó que el recurso no tenía fundamentos suficientes para ser aceptado, ya que no cuestionaba los artículos claves sobre la responsabilidad de los colegios en estos casos.

Con esta decisión, la Corte ratificó lo establecido por la Corte de Apelaciones de Valparaíso en diciembre de 2024, reafirmando que los colegios deben garantizar la seguridad de los estudiantes y responder cuando ocurren situaciones como esta.