
Vecinos de Ñuble acusan que traba normativa retrasó protección de huemul y bosque nativo ante incendio forestal
Más de tres semanas lleva ardiendo la precordillera en la región del Ñuble, quemando casi 2 mil hectáreas de bosque nativo en una reserva de la biósfera declarada por la UNESCO, e importante corredor biológico entre los Nevados de Chillán y la laguna del Laja, que también es el hogar más nortino del huemul en Chile.
Sin embargo, Conaf solicitó decretar Alerta Roja 11 días después de iniciado el incendio forestal, el 24 de febrero, cuando ya se habían quemado casi mil hectáreas y solo cuando el fuego tuvo posibilidades de alcanzar viviendas.
Esto a pesar de que el 19 de febrero, el gobernador regional del Ñuble, Óscar Crisóstomo, solicitó formalmente a las autoridades decretar Alerta Roja para destinar más recursos al combate del incendio, mencionando el alto valor natural del lugar además del resguardo de zonas pobladas.
Ante dicha solicitud, la directora de Conaf, Aida Baldini explicó que el incendio no cumplía con los criterios técnicos necesarios para solicitar que SENAPRED decretara Alerta Roja, ya que no había amenaza a infraestructura crítica, viviendas ni áreas protegidas del Estado como Parques o Reservas Nacionales.
Actualmente, el incendio se encuentra contenido en un 90% según información develada por Conaf, donde tras la alerta se sumó el Ministerio de Obras Públicas al combate, despejando caminos y generando cortafuegos.
Alerta roja
El retraso en la declaración de la alerta despertó cuestionamientos desde organizaciones ambientales y desde la academia. “La alerta roja debió decretarse antes. Esto hubiera permitido disponer de más recursos, mejorar la vialidad y facilitar el acceso de brigadas a las zonas más bajas del incendio. Se tardó mucho en tomar esta decisión, lo que permitió que el fuego siguiera avanzando”, explicó el investigador Jorge Félez Bernal, del Centro de Ciencias Ambientales EULA de la Universidad de Concepción, ante el medio local Revista Pantana.
También declara que existe una mirada antropocéntrica en el manejo de incendios forestales, donde la protección se orienta a viviendas, equipamiento y patrimonio forestal, dejando en segundo plano la conservación del bosque nativo y la biodiversidad.
“Sabemos que hay muchas partes del territorio cordillerano que no están protegidas bajo ninguna figura efectiva. Este incendio ha afectado un sitio prioritario e altísima relevancia ambiental, como el Nevados de Chillán y la cuenca del río Chillán, donde habita el huemul. Esto muestra la necesidad de mejorar la gestión y protección de estos territorios”, agregó.
Esto se suma a una declaración pública de vecinos de la zona donde criticaron este punto. “Es más lamentable cómo se demuestra que la preocupación ambiental de parte de las autoridades y la sociedad, en general, no pasa de ser una declaración vacía. A nadie le importa el bosque nativo. Si este incendio hubiera afectado una plantación forestal no dudamos que no se habrían mezquinado la inversión de recursos humanos y materiales”, señalaron.