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Unión Europea en contra de residuos alimentarios y textiles: Cada año se pierden 59 millones de toneladas de alimentos
La Unión Europea (UE) acaba de imponer obligaciones jurídicas para que los países que la integran reduzcan el desperdicio alimentario. Los legisladores acordaron una reducción del 30% en minoristas, restaurantes, servicios de catering y hogares para el término de la década.
Conforme a los procesadores y fabricantes de alimentos, el objetivo para 2030 es una disminución del 10%: ambos se basan en el promedio de los tres años previos a 2023. De acuerdo a cifras de la UE, anualmente se desperdician más de 59 millones de toneladas de alimentos, lo equivalente a perder 132.000 millones de euros.
Reformas y sostenibilidad
Las reformas de la directiva marco de residuos de la UE, resueltas entre eurodiputados y delegados gubernamentales, también se dirigen a la industria textil.
Las nuevas reglas sobre la responsabilidad ampliada del productor obligan a los fabricantes textiles y marcas de moda a pagar una tasa para financiar la recogida, clasificación y reciclado de residuos, dependiendo del grado de circularidad y sostenibilidad de sus productos.
Esta medida apunta a las prácticas de fast fashion o “moda rápida”, que se comercializa a través de plataformas online. Ahora los gobiernos de la UE están facultados para ajustar estas tasas en función de la durabilidad de las prendas.
“El rápido crecimiento del comercio electrónico ofrece muchas oportunidades, pero también plantea un desafío importante, especialmente en términos de protección ambiental“, estipula el acuerdo.
Contra el desperdicio
Las nuevas directrices permiten penalizar las estrategias de marketing agresivas que motiven a deshacerse de las prendas antes de que estén desgastadas, prácticas que según la normativa “pueden llevar a un consumo excesivo de productos textiles y, en consecuencia, a una generación excesiva de residuos”.
Entre los criterios que se toman en cuenta se encuentra la variedad de productos ofrecidos por un minorista y la disponibilidad de servicios de reparación e incentivos. Los defensores de la lucha contra el desperdicio valoraron la acción de la UE, pero manifestaron desilusión por el nivel de ambición de los objetivos principales.
“Hace diez años, la UE y sus Estados miembros se comprometieron a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, incluida la reducción del 50% del desperdicio alimentario en toda la cadena de suministro”, comentó Theresa Mörsen, responsable de políticas de la ONG Zero Waste Europe, con sede en Bruselas.
Sector de producción
También fue criticada la falta de medidas de reducción de residuos a nivel de producción, debido a que las estadísticas de la UE afirman que cerca del 11% de los alimentos se desperdicia antes de salir de la granja. Según Mörsen, la actuación en el sector textil también deja “margen de mejora”.
“Esperábamos que los Estados miembros se inspiraran en los sistemas existentes en Francia y Países Bajos y respaldaran la RPE con objetivos concretos para lograr la circularidad“, sentenció.
La eurodiputada polaca Anna Zalewska, del ultraderechista Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), se atribuyó el mérito de haber protegido a los agricultores de la obligación de aminorar el desperdicio alimentario.
“Hemos logrado garantizar disposiciones viables y realistas para que los Estados miembros apliquen políticas de reducción del desperdicio de alimentos y hemos conseguido que el sector agrícola no se vea afectado negativamente”, afirmó.
El acuerdo es provisional y está sujeto a la aprobación de los ministros de los gobiernos en una cumbre del Consejo de la UE.