
Innovación en IA: China lanza nuevo centro de datos submarino que ahorra espacio terrestre, agua dulce y electricidad
Un centro de computación inteligente de última generación inició sus operaciones en Lingshui, en la provincia de Hainan en China, luego de depositar una cápsula submarina de datos en el lecho marino, conectada al Centro Submarino de Datos, formando un potente clúster informático para respaldar la creciente infraestructura de inteligencia artificial de este país.
La cápsula, de 18 metros de largo y 3,6 metros de diámetro, contiene más de 400 servidores de alto rendimiento, y se conecta a los terminales de datos de los clientes a través de una estación costera cercana, según informó China Media Group (CMG).
La potencia de cálculo del centro equivale a 30.000 computadores de juegos de gama alta que funcionan al unísono. Asimismo, en apenas un segundo este centro puede completar el volumen de cálculo de casi un año en computadores comunes.
La IA avanza
Esta capacidad es compatible con los asistentes de IA impulsados por DeepSeek, capaces de manejar hasta 7.000 conversaciones inteligentes por segundo.
“Los centros de computación inteligente son activos críticos para la investigación, la capacitación y las aplicaciones de IA. Ellos ofrecen poderosos recursos computacionales que se espera que aceleren la innovación en IA”, sostuvo Wang Peng, investigador asociado de la Academia de Ciencias Sociales de Beijing. Añadiendo que el nuevo centro de Hainan mejorará significativamente la ventaja competitiva de China en el escenario global de la IA.
Eficiencia energética
Vincular el nuevo centro de datos submarinos de Hainan permite compartir recursos y establecer una mayor sinergia, aumentando la potencia y la eficiencia computacional general. ”Su funcionamiento no solo reducirá los costos operativos, sino que también mejorará la utilización de los recursos”, confirmó Wang.
El Centro Submarino de Datos de Hainan utiliza agua de mar como refrigerante natural para optimizar la eficiencia energética. Este proceso ahorra suelo, agua dulce y electricidad.
“Además, la instalación submarina proporciona una mayor seguridad y estabilidad, debido al entorno tranquilo de las profundidades marinas”, asegura Wang.
Alianzas con empresas
Hasta ahora, el nuevo centro ha firmado acuerdos con alrededor de diez empresas, que planean aplicar sus capacidades en el entrenamiento de modelos de IA, simulaciones industriales, desarrollo de juegos e investigación en ciencias marinas.
En la nación China las ciudades están desarrollando velozmente sus propios centros de computación inteligente para cubrir la creciente demanda de transformación digital y automatización de la industria. Los datos de International Data Corp (IDC) indicaron que entre 2022 y 2024 hubo 219 proyectos para este tipo de centros, que abarcan 81 ciudades de 28 provincias.
IDC también pronosticó que entre 2022 y 2027, la capacidad de computación inteligente de China crecerá a una tasa compuesta anual del 33,9%.
Estos centros, como el nuevo Centro Submarino de Datos de Hainan, están diseñados para respaldar aplicaciones de IA, proporcionando servicios de computación, datos y algoritmos basados en arquitecturas impulsadas por la inteligencia artificial.
Proyectos anteriores
Como antecedente, en 2024 ya se había instalado en China un data center de gran magnitud bajo el mar, cuya capacidad de procesamiento equivale a 6 millones de computadoras, con hasta 25 años de vida útil.
Su refrigeración natural permite que deje de consumir hasta 122 millones de kilovatios por hora, dando solución al consumo de energía.
La compañía encargada de gestionar aquel centro recibió solicitudes de empresas como China Telecom y la empresa de vigilancia y software de inteligencia artificial SenseTime, con sede en Hong Kong.
Sus dimensiones abarcan 68.000 metros cuadrados, donde se sitúan hasta 100 unidades de almacenamiento de 1.100 toneladas cada una.
Por otro lado, Microsoft sumergió su primer centro de datos del Proyecto Natick frente a la costa del Pacífico de Estados Unidos durante 100 días en 2015 y comenzó a brindar servicio a cargas de nube de Azure desde el fondo del mar.
A esa prueba le siguió una otra de dos años frente a las Islas Orcadas en Escocia, que finalizó en 2020. Tras ella, Microsoft concluyó que los centros de datos submarinos aumentaron la confiabilidad del hardware de TI, al protegerlo del oxígeno y de daños accidentales.