Las angustiosas historias de quienes perdieron familiares, indemnizaciones y ahorros a manos de los hermanos Sauer
En abril de 2024, la detención de los hermanos Daniel y Ariel Sauer destapó un esquema fraudulento que impactó a decenas de familias.
A través de su empresa Factop SpA, ofrecieron inversiones con promesas de rentabilidades seguras y altos beneficios, basándose en un supuesto modelo de factoring.
La estafa, que operó durante más de una década, utilizó contratos y cheques que aparentaban legitimidad, pero que al final resultaron ser parte de un fraude masivo.
Los Sauer, junto con sus socios, construyeron una red basada en la confianza, aprovechándose de relaciones personales para captar inversores.
La farsa se sostuvo hasta que irregularidades en los pagos comenzaron a delatar el colapso del esquema.
La Fiscalía acusa a los imputados de estafa, emisión de facturas falsas y lavado de activos, generando un daño patrimonial que asciende a cifras millonarias y afectó de manera devastadora a las víctimas.
A medida que avanzan las investigaciones, salen a la luz los relatos de quienes lo perdieron todo. Estas historias revelan el impacto humano de un fraude que no solo destruyó patrimonios, sino también vidas enteras.
La muerte de un padre y el desamparo tras la pérdida de una hija
Entre las víctimas está Sofía Chomalí, quien invirtió 350 millones de pesos en 2022. Lo hizo confiando en las promesas de alta rentabilidad mensual del 1% y en la posibilidad de retirar su dinero en cualquier momento.
Sin embargo, al intentar rescatar su inversión en 2023, descubrió que los cheques entregados como garantía no tenían fondos, enfrentándose a la realidad del fraude.
Alan Blamberg vivió las consecuencias más trágicas del fraude. En mayo de 2023, Blamberg solicitó retirar su inversión de 73 millones de pesos para solventar una operación urgente para su padre.
Sin embargo, los cheques fueron rechazados y no pudo cubrir los gastos médicos necesarios. Su padre falleció semanas después, el 26 de mayo de 2024, tras no recibir el tratamiento adecuado.
Fresia Zuñiga invirtió 28 millones de pesos entre 2022 y 2023, dinero obtenido por una indemnización tras el fallecimiento de su hija por negligencia médica.
Los fondos, destinados a reestablecer su estabilidad, también se perdieron. Al intentar retirar el dinero, descubrió que los cheques emitidos carecían de respaldo, quedando desamparada económica y emocionalmente.
Rafael Arueste y su familia también fueron profundamente afectados. invirtió 200 millones de pesos, mientras sus hijos, Felipe y Johanna Arueste, aportaron 50 y 30 millones respectivamente.
Motivados por la confianza en el negocio presentado por los Sauer, depositaron sus ahorros familiares. En 2023, al intentar recuperar el capital, enfrentaron cheques protestados por firma disconforme y la imposibilidad de recuperar sus inversiones.
La confianza y la cercanía: Arma de doble filo
El fraude también alcanzó a personas cercanas a los hermanos Sauer, quienes usaron sus conexiones personales y profesionales para dar legitimidad a su negocio.
Muchas víctimas describen cómo la confianza en la solidez de Factop SpA se basaba en la imagen de éxito proyectada por los imputados y en los contratos que aseguraban altas rentabilidades con mínimo riesgo.
El esquema comenzó a desmoronarse en 2023, cuando irregularidades en los pagos y el colapso de STF Capital Corredores de Bolsa, uno de sus socios principales, alertaron a las autoridades.
Las investigaciones revelaron que los fondos captados no se destinaban a operaciones de factoring reales, sino que eran desviados para sostener el esquema piramidal y otros fines no declarados.
Hoy, las víctimas enfrentan un largo camino para intentar recuperar parte de lo perdido, mientras el sistema judicial busca esclarecer los detalles de este complejo entramado.