Del discurso al cambio: el “Yo Te Creo” y el feminismo
Los recientes casos de denuncias por acoso y abuso ampliamente difundidos por los medios de comunicación masivos durante los últimos meses, nos ha llevado a preguntar lo siguiente:
¿Cuánto hemos avanzado realmente hacia una justicia con perspectiva de género? ¿y cuánto hemos retrocedido culturalmente frente a lo que, hace algunos unos años, se consolidó como la gran consigna del movimiento feminista: “Yo te creo”?
El caso del ex subsecretario Manuel Monsalve o la denuncia interpuesta contra el presidente Gabriel Boric son ejemplos paradigmáticos de este asunto que revela conflictos entre un movimiento social y las prácticas institucionales del Estado, su estructura, pero también de en cómo actúan poderes influyentes tales como los medios de comunicación.
La prensa ha desempeñado un rol clave en cómo la opinión pública perciba este tipo casos. La revictimización, “espectacularización” o el reforzamiento de estereotipos de género, son parte del discurso de los medios.
Una narrativa sensacionalista que no contribuye a la transformación cultural social y feminista que aspiramos.
Y aquí los partidos progresistas y de izquierda tienen una responsabilidad adicional.
Aunque el patriarcado sea transversal, las colectividades de izquierdas que se proclaman como feministas -más allá de lo retórico- tienen el deber de superar esta contradicción y no continuar reproduciendo un sistema político que oprime a las mujeres y disidencias.
El Estado chileno ha avanzado en marcos legales -Ley de Cuotas o despenalización parcial del aborto- pero debemos ir aún más allá.
La consigna del “Yo te creo” no puede ser solo eso, una consigna, sino que un principio que desafíe este sistema: es un llamado a la acción colectiva a los medios de comunicación, al Estado, a los partidos políticos y solo así podemos construir una sociedad donde la justicia y equidad de género no sea una excepción, sino que la norma.