Usar agua subterránea: La peligrosa práctica de Chile ante la sequía que nos acerca al “día cero”
Debajo de la tierra se esconden las últimas reservas de agua en Chile; los acuíferos subterráneos. Pero según los datos de la Dirección General de Agua, el país ha consumido esta agua a un ritmo mayor del que se puede recuperar naturalmente.
Es cierto que durante más de una década, interrumpida solo en los últimos dos años, Chile central ha atravesado una mega sequía y una baja pronunciada en las lluvias. Pero investigaciones del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), advierten que no es solo la falta de lluvia la que ha hecho bajar el nivel de los acuíferos subterráneos.
“La mayoría de los acuíferos de la zona central de Chile, entre Valparaíso y O’Higgins, han presentado un descenso sostenido en los niveles freáticos, lo que da cuenta de un uso no sostenible. Esto se condice con la necesidad que había durante la mega sequía de sostener la actividad agrícola en la superficie, usando el agua subterránea”, analiza la hidróloga del CR2, Camila Álvarez Garretón.
“Estamos usando ahorros subterráneos a una tasa mayor da la de recarga, lo que aumenta la vulnerabilidad de futuras generaciones y podría llevarnos a una condición de día cero”, advierte.
Esto se puede ver en lugares como Petorca, donde la mega sequía ha obligado, tanto a administradores de los sistemas de agua potable rural como a las grandes agrícolas, a construir pozos cada vez más profundos para llegar al agua.
La investigadora indica que en el norte del país el agua subterránea se usa sobre todo para agua potable y minería, y en el centro para agua potable y agricultura de riego.
¿Qué se puede hacer?
Para Álvarez, además de construir infraestructura para capturar el agua de las lluvias, es necesario incorporar las proyecciones de cambio climático en la planificación a largo y mediano plazo para el uso de agua en Chile, y así adoptar metas y adecuar los usos totales de agua subterránea en el país.
Un informe reciente del CR2 da recomendaciones para adaptar la política hídrica de Chile a la crisis climática. Allí se identifica el uso insostenible de los acuíferos subterráneos como una de las problemáticas del país.
Como recomendación, hacen referencia a una Ley de Gestión Sostenible de Aguas Subterráneas vigente en California, Estados Unidos; un estado desértico con problemas hídricos estructurales.
Esta ley, adoptada en 2014, clasificó las cuencas hídricas de alta y media prioridad, y obligó a implementar planes de sostenibilidad del agua subterránea en cada una de ellas, con metas y límites pensando en el futuro del recurso hídrico.