En marzo de este año, una clienta se dio cuenta de que su banco había retirado $3.107.205 de su cuenta vista sin su autorización.

Según el banco, el dinero fue usado para pagar una supuesta deuda de un crédito comercial que databa de 2011.

Sin embargo, la afectada aseguró que nunca fue informada de este cobro y que la deuda ya no era exigible por haber pasado demasiado tiempo sin que se tomaran medidas legales recientes.

Elena decidió presentar un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago, argumentando que el débito no solo fue injusto, sino que también vulneró sus derechos al no haber sido informada ni consultada antes de que el banco tomara el dinero de su cuenta.

La Corte falló a su favor, determinando que la acción del banco fue arbitraria e ilegal.

Señaló que la deuda, aunque no estaba formalmente extinguida, llevaba años sin ser perseguida por el banco, lo que debilitaba su argumento.

Además, el tribunal destacó que el retiro del dinero sin previo aviso dejó a la clienta sin posibilidad de defenderse o cuestionar la acción.

Como resultado, la Corte ordenó al banco devolver la suma en un plazo de cinco días hábiles, subrayando que las instituciones financieras deben respetar los derechos de sus clientes y actuar de manera transparente y responsable.