Ley de Presupuesto 2025: Los cuidados deben ser respaldados por todos los sectores políticos
En la vida, todas las personas transitamos por momentos en los que necesitamos ser cuidadas. En nuestro caso, no solo somos parlamentarias, sino también mujeres que por alguna u otra razón nos hemos vinculado a la temática de cuidados. Una, por el diagnóstico de cáncer que ha obligado a ser objeto de cuidado, pese a que en el pasado fuese la persona que cuidó a diez hijos. La otra, por motivos de la maternidad y la llegada de una pequeña hija a la familia, que requiere ser cuidada y atendida 24/7.
Estas experiencias personales nos han hecho comprender aún más que el sistema de cuidados es un pilar fundamental de nuestra sociedad, pero que, lamentablemente, no ha recibido la atención ni el reconocimiento que merece. Las cuidadoras en su mayoría somos mujeres que asumimos una carga física, emocional y económica, que no siempre es respaldada por el Estado.
No obstante, la iniciativa del presidente Gabriel Boric, mediante la ley Chile Cuida, busca cambiar esta realidad. Esta ley es un avance significativo en la construcción de un sistema de cuidados que no sólo proteja a quienes deben ser cuidados, sino también a quienes brindan el apoyo de cuidar.
Con la creación de centros comunitarios de protección de los cuidados, el gobierno busca establecer un entorno de apoyo, capacitación y recursos para las personas que cuidan a otros, garantizando condiciones laborales dignas y un reconocimiento adecuado a su esfuerzo.
En el contexto de la tramitación de la Ley de Presupuesto 2025 es importantísimo que esta iniciativa sea respaldada por todos los sectores políticos. Sólo así, teniendo los recursos disponibles para llevar adelante esta gran iniciativa dejaremos de ver la labor de cuidados como un tema aislado, sino que como un fenómeno colectivo que nos involucra a todos y todas.
Actualmente el Programa de Atención Domiciliaria a Personas con Dependencia Severa, más conocido como Estipendio, le entrega 32.991 a cada cuidadora, lo que encontramos totalmente insuficiente.
El cuidado debe dejar de ser una carga exclusiva de las mujeres y ser entendido como una responsabilidad compartida entre el Estado, las empresas y las familias. Fomentar una cultura de cuidado mutuo es esencial para proteger a nuestra gente, nuestras relaciones sociales y, en última instancia, nuestro país.
Nuestra invitación es a valorar, proteger y dignificar a los cuidadores, brindándoles herramientas y apoyos concretos. Es fundamental que trabajemos juntos para garantizar que el trabajo de cuidar sea reconocido y apoyado como corresponde. Recordemos que todos necesitamos que nos cuiden en algún momento de nuestras vidas.