En momentos en que la salud pública atraviesa por una seria crisis, que en los últimos días ha hecho noticia por la falta de recursos existentes para garantizar la gestión 2024, ad portas de fin de año, el médico y senador del PS, Juan Luis Castro, aborda esta contingencia apuntando a los nudos críticos evidenciados en este sector, lo que coincide con la discusión del presupuesto en el Congreso.

Consultado respecto de la situación real del sistema de salud público en nuestro país en este momento, el parlamentario oficialista es categórico.

“La situación es bastante dramática, puesto que hay un verdadero recorte presupuestario que impide llegar a fin de año, y eso se traduce en que la mayoría de los hospitales autogestionados, que son los 60 grandes hospitales de Chile, que atienden especialidades, que atienden listas de espera, están al límite en su capacidad financiera”, sostiene.  

Y esto, recalca, “que ha sido una verdadera bicicleta permanente en el tiempo, este año al menos se ve mucho más poco auspicioso, porque no ha habido (mejoras), salvo una ampliación de marco presupuestario en octubre, pero no da para llegar a fin de año, así como están las cosas”.

“Por eso hemos dicho que hay que resolver la crisis de hoy, y pensar en un mejor presupuesto que el que está planteado, y por eso ha habido rechazos que yo mismo he impulsado, de la ley de presupuestos, en las partidas más relevantes como la de Fonasa, Servicios de Salud, Redes, que hoy día están muy por debajo de la expectativa para cáncer, listas de espera, salud mental y otras materias y medicamentos de alto costo que no están consideradas”, complementa.

Rechazo del presupuesto

Respecto del rechazo al presupuesto, y la argumentación que hay detrás de esta postura, el senador comenta que “la contundencia de las votaciones de rechazo en el corazón del presupuesto de salud, alude a que transversalmente no se entenderían recortes en materia de salud, solo mejoras, pero mejoras asociadas también a productividad”.

“Y por eso es que hay un ánimo crítico, en general de los parlamentarios, dado que se han visto escasas señales de mejoras, de incentivos que permitan salir del momento tan traumático que está viviendo la salud pública especialmente”, complementa.

Entonces, dice, “todavía hay dos semanas por delante, vamos a ver si hay recuperación de eso de parte del Ministerio de Hacienda, en un escenario que todo el mundo reconoce que es restrictivo en la economía del país, pero que también todo el mundo admite y pide, que sea generoso en materia de salud”, y no en desmedro de “una situación tan agobiante como la que se vive hoy”.

El domingo 10 de noviembre, el ministro Mario Marcel comprometió recursos para cerrar bien el año en salud, anuncio que Castro valora, pero deja claro que, de momento, “es una buena intención, pero que solo está en ese plano, porque todavía no se sabe ninguna cifra de una mejora del marco presupuestario para lo que resta de este año, ni tampoco de una nueva propuesta de mejora del presupuesto 2025 en materia de salud en las áreas más sensibles”.

Caso de temáticas como “cáncer, listas de espera, salud mental, medicamentos de alto costo, atención primaria de salud, por ejemplo”, sostiene.

“Goles son amores y no buenas razones, esperamos ver esos goles”, emplaza.

Nudos críticos

Como médico, expresidente de la Comisión de Salud y del Colegio Médico, cuáles son las principales aristas de esta crisis y cómo debiera abordarse para garantizar el servicio de quienes se atienden en el sistema público, es otra de las consultas que le formulamos al senador Castro.

“Una raíz histórica, es que el costeo que se hace de las prestaciones por Fonasa, está por debajo del precio”, dice.

Entonces, complementa, “siempre se está pagando en niveles inferiores al rango de lo que vale un día de cama, una prestación quirúrgica, o el material que se usa en pabellones”.

Segundo, agrega, “porque el presupuesto se paga dos tercios del verdadero presupuesto, porque el tercio restante siempre se usa como saldo final del periodo anterior”.

“Entonces lo que le adelantan a un servicio, se lo restan en el año siguiente”, y “terminamos dando vueltas y vueltas, y por eso siempre el último trimestre es el más difícil de todos los años”, detalla.

“Pero en esta oportunidad, no hay adelanto de nada”, sostiene.

Débil productividad

Y tercero, asegura, “porque la productividad todavía es débil”.

“Hoy día se operan 3,6 personas en los pabellones en Chile por día, que es una cifra muy baja, debería ser cinco por lo menos”, recalca relevando uno de los nudos críticos de la administración hospitalaria.

Y eso habla, “de que la gestión en los hospitales, la gestión del manejo de los servicios es precaria”.

“Todavía” no hay “rendimiento”, agrega. “Porque los sistemas de pago están muy obsoletos”.

Paralelamente, detalla, “los médicos trabajan jornadas pequeñas en los hospitales, faltan especialistas todavía en el área pública. Y eso nunca, ninguno de los últimos gobiernos ha querido entrar a poder desmenuzarlo” para “poder cambiarlo sustancialmente”.

Ministerio de Salud debiera ser más proactivo

Consultado respecto de si ha habido diálogo con la ministra de Salud, Ximena Aguilera, y cómo siente que se está enfrentando esta situación, considerando además cuestionamientos de sectores como el de la Confederación Nacional de Funcionarios y Funcionarias de la Salud Municipal (Confusam), Castro dice que piensa “que el Ministerio de Salud en esto, está con muchas más posibilidades de desplegarse, de hacer mejoras en la gestión, depende de ellos la gestión”.

“Pero no así tanto en materia del financiamiento, que lo define Hacienda”, recalca.

Entonces, agrega, “yo en eso invitaría a que el Ministerio de Salud sea mucho más proactivo, (que) tenga mucha más capacidad de iniciativa, no solo resignarse al bajo presupuesto que Hacienda ha fijado, sino que también exhiba planes de mejora de rendimiento”.

“Eso es clave para las especialidades que son muy requeridas, para que los procedimientos, hacerse un escáner, una endoscopía, por ejemplo”, no se dilaten tanto, dice al tiempo que comenta que “a veces la gente espera un año, dos años para hacerse un examen”.

“Esas son cosas del día a día que uno esperaría que el Ministerio de Salud las intervenga”, comenta recalcando que “ya Contraloría dio nota de 11 hospitales grandes, dijo que había un desorden generalizado, y eso es una verdad de la puerta de una catedral”.