Un trabajador español que llegó a Chile en 1989 y cotizó durante más de 27 años para su pensión fue informado por el Instituto de Previsión Social (IPS) que no tenía derecho a recibir este beneficio.

Contratado por una empresa pesquera chilena, el trabajador había ingresado al antiguo sistema de previsión social en la Caja de Previsión de la Marina Mercante (CAPREMER) siguiendo las indicaciones de la Superintendencia de Seguridad Social y amparado por un convenio entre Chile y España que protegía sus derechos previsionales.

Pero, según se puede apreciar en el fallo judicial, al intentar acceder a su jubilación en 2023, el IPS le negó el beneficio, argumentando que él no cumplía con los requisitos para cotizar en el sistema antiguo, ya que comenzó a trabajar en Chile después de 1982.

La Corte de Apelaciones de Valparaíso rechazó el reclamo del trabajador, señalando que su caso debía resolverse en otras instancias.

No obstante, al apelar a la Corte Suprema, el trabajador obtuvo una resolución favorable. La Corte consideró que la negativa del IPS a otorgar la pensión después de tantos años de cotizaciones en CAPREMER violaba el principio de “confianza legítima”, dado que el trabajador había hecho sus aportes sin objeciones del IPS.

Además, el máximo tribunal determinó que, si el IPS consideraba incorrecta la afiliación, debía haber corregido la situación desde el comienzo.

Con esta resolución, la Corte Suprema ordenó al IPS revisar nuevamente la solicitud de jubilación del trabajador, reconociendo los años que aportó al sistema y la afiliación que tuvo desde 1994.