Experto y elecciones de Estados Unidos: “Escenario es casi equivalente a lanzar una moneda al aire”
Con las elecciones de Estados Unidos ya en tierra derecha, a la espera de los comicios del 5 de noviembre, ¿en qué escenario se enfrentan los dos aspirantes a la Casa Blanca, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump?
“A sólo un mes exacto de las elecciones, según el promedio de las encuestas nacionales elaborado por ABC News/538, el apoyo a Harris se encuentra en torno a 49%, mientras que Trump obtiene 46%”, detalla un artículo publicado este fin de semana por BBC.
La misma nota asegura que, “sin embargo, esta diferencia de apenas tres puntos porcentuales se encuentra dentro del margen de error de las encuestas, por lo que no es posible sacar conclusiones de esos datos”.
“La campaña para la elección presidencial está empatada a nivel nacional. Las encuestas son muy buenas para darnos una idea del panorama general, pero no son lo suficientemente precisas como para distinguir uno o dos puntos en todo un país”, asegura al medio citado Whit Ayres, encuestador republicano y presidente de la empresa de sondeos North Star.
En este contexto, Gonzalo Valdés, subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, comenta a El Desconcierto, cómo visualiza esta elección.
“Aún no hay claridad sobre quién será el ganador, ni en las encuestas ni en las casas de apuestas”, recalca el experto.
“Se observa empate técnico en los estados clave"
Según comenta, “se observa un empate técnico en los estados clave (‘swing states’)”.
“Las encuestas favorecen a Trump en Arizona, Carolina del Norte y Georgia, mientras que Harris lidera en Nevada, Wisconsin y Michigan. En todos estos casos, la diferencia en apoyo entre los candidatos, está por debajo del margen de error”, dice evidenciando lo estrecha está la carrera por relevar a Joe Biden en la Casa Blanca.
Incluso, releva, “en el promedio de las casas de apuestas (Betfair, Betsson, Bovada, Bwin, Points Bet, Polymarket y Smarkets), la probabilidad de que Harris gane es del 49,4%, frente al 49,3% de Trump”.
“Un escenario casi equivalente a lanzar una moneda al aire”, destaca Valdés.
Siguiendo con su análisis, comenta que “este empate refleja una sociedad cada vez más polarizada, donde los debates presidenciales y vicepresidenciales han tenido resultados opuestos”.
¿Cómo quedaron tras el debate?
“En el debate entre Trump y Harris, la demócrata salió victoriosa, especialmente tras la controversia sobre si los haitianos consumen mascotas”, recalca.
En cambio, agrega, “en el debate vicepresidencial entre (JD) Vance”, compañero de fórmula de Trump, “y (Tim) Walz”, quien acompaña a Harris en esta carrera por mantener la administración de Estados Unidos, “el republicano se impuso, mostrando lo mejor de la política estadounidense”.
Incluso, Valdés releva que “tal vez lo más sorprendente, es el contraste entre ambos debates: mientras el primero fue tenso y a menudo crudo, el segundo mostró una clara intención de alcanzar acuerdos y atraer a los votantes indecisos”.
“Hubo consensos en varios temas, lo que lleva a muchos a preguntarse si no sería mejor que los candidatos a vicepresidente sucedieran a los presidenciales”, sostiene.
Medio Oriente, tema relevante
¿Dónde podría desnivelarse la balanza? Para el experto, “es posible que la política internacional sea el factor decisivo en estas elecciones”.
“La amenaza de una escalada de la guerra en Oriente Medio, que podría involucrar a más países, incluido Estados Unidos, ha transformado la elección en un referéndum entre la postura de mínima intervención (Trump) y la de mantener activamente el orden mundial (Harris)”, comenta.
Según explica, “esto se cruza con las posiciones de cada partido respecto a Israel: los republicanos apoyan incondicionalmente, mientras que en las bases demócratas, hay un quiebre generacional en el apoyo”.
“De ser así, Trump podría tener ventaja, ya que la amarga y reciente experiencia en Afganistán sigue presente en la mente de los votantes”, concluye.
Presidente no se elige por votación directa
¿Qué puede suceder? Está por verse.
Porque tal como lo destaca BBC, los sondeos aluden a la intención de voto, pero en Estados Unidos quien llega a la Casa Blanca, no se define a través de votación directa, por lo que el voto popular no siempre es útil para anticipar el resultado de las elecciones.
Específicamente, el presidente se elige mediante un sistema de elección de segundo grado en el que más importante que imponerse en la cuenta total de votos, es vencer en un número suficiente de estados.
Un panorama al que tanto Harris como Trump tienen que aspirar a fin de obtener la mayoría de los sufragios en el denominado colegio electoral.