El 8 de noviembre de 2018, un grupo de pasajeros vivió una experiencia traumática cuando el bus en el que viajaban, perteneciente a la empresa JAC Transportes, volcó en la Ruta 5 sur.

El vehículo, que se dirigía de Valdivia a Temuco, era conducido por un hombre, el único funcionario a bordo.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, durante el trayecto, los pasajeros notaron que el conductor mostraba signos de cansancio y se comportaba de manera extraña.

Minutos después, el bus perdió el control, se salió de la carretera y volcó violentamente, dejando a varios pasajeros heridos.

Entre los afectados se encontraban personas de distintas edades, muchas de las cuales sufrieron lesiones físicas y psicológicas.

En el fallo judicial se señala que un pasajero, quien viajaba con su madre, recuerda el horror de ver a su madre inconsciente y a otros pasajeros gravemente heridos.

El impacto emocional y el trauma derivado del accidente afectaron profundamente a los involucrados, algunos de los cuales siguen lidiando con las secuelas hasta hoy.

Tras el accidente, los pasajeros demandaron a la empresa de transportes, buscando una compensación por los daños sufridos.

El tribunal determinó que la empresa JAC Transportes incumplió su responsabilidad de garantizar la seguridad de los pasajeros, por lo que se declaró su responsabilidad contractual.

Aunque el tribunal de primera instancia otorgó algunas indemnizaciones, los demandantes apelaron, argumentando que no se había considerado plenamente el daño moral y los gastos relacionados con el accidente.

Finalmente, la Corte Suprema acogió la apelación, concluyendo que los jueces anteriores no evaluaron correctamente el sufrimiento físico y emocional causado por el accidente.

La Corte ordenó aumentar las indemnizaciones por daño moral a $2.000.000 para la mayoría de los afectados, además de permitir la compensación por los gastos relacionados con el accidente.