Un padre se enfrentó a dificultades financieras cuando sus ingresos disminuyeron de manera significativa, lo que le complicó cumplir con el pago de la pensión alimenticia de sus hijos.

A pesar de que los niños ahora compartían tiempo tanto con él como con su madre, el Tercer Juzgado de Familia de Santiago había rechazado su solicitud de reducir el monto de la pensión, lo que lo llevó a apelar la decisión ante la Corte de Apelaciones de Santiago.

La Corte revisó la situación y, aunque consideró que las necesidades de los hijos en áreas como la educación, la vivienda y la salud no habían cambiado por el hecho de compartir el cuidado con ambos progenitores, sí reconoció que la prueba presentada, particularmente las liquidaciones de sueldo del padre, demostraban una importante disminución en sus ingresos actuales en comparación con su empleo anterior.

Basándose en estos antecedentes, la Corte decidió revocar parcialmente el fallo anterior. Permitió que al padre se le ajustara el plan de salud privado que tenía contratado para él y sus hijos, a uno que fuera acorde con su nueva situación económica, pero manteniendo siempre la cobertura en una Isapre.

"Se permite al demandado ajustar el plan de salud privado que tiene contratado para sí y los alimentarios, a uno similar y siempre con una Isapre, pero acorde a su nueva realidad económica", señala el fallo judicial.

Este fue el único aspecto de la pensión alimenticia que fue modificado, mientras que las obligaciones relacionadas con educación y vivienda se mantuvieron sin cambios, ya que la Corte determinó que esas necesidades no se veían afectadas por los cambios en la convivencia entre los padres.

El fallo, redactado por la ministra Carolina Brengi Zunino, subraya que la disminución de ingresos del demandado fue un factor clave para modificar únicamente el rubro de salud, sin afectar el resto de las responsabilidades económicas hacia sus hijos.