Un reciente estudio realizado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) ha revelado alarmantes datos sobre la situación alimentaria y de salud de los estudiantes en Chile.

La "Encuesta de Vulnerabilidad 2023" pone de manifiesto que entre un 25% y un 26% de los estudiantes encuestados enfrenta serias dificultades para acceder a alimentos suficientes, saludables y variados, lo que evidencia una preocupante inseguridad alimentaria en diversas regiones del país.

Acceso limitado a alimentos básicos

El informe destaca que las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y La Araucanía son las más afectadas por la falta de seguridad alimentaria.

Los alimentos más difíciles de conseguir para los estudiantes incluyen pescados y mariscos (31,2%), carnes (27,5%) y frutas (20,7%), lo que refleja un déficit en la disponibilidad de productos esenciales para una dieta equilibrada.

El estudio también revela que el 84,4% de los estudiantes consume menos agua de lo recomendado, y el 72,4% ingiere menos frutas de lo que sugieren los expertos en nutrición.

En contraste, casi la mitad de los estudiantes alcanza o supera el consumo recomendado de productos lácteos, y más del 80% sigue una dieta omnívora, mientras que un 6% ha optado por no consumir carne.

Desafíos en la salud estudiantil

La encuesta de Junaeb no solo se centró en la alimentación, sino que también abordó temas de salud, identificando que seis de cada diez estudiantes presentan al menos una dificultad relacionada con su bienestar físico.

De manera alarmante, uno de cada cuatro estudiantes convive con alguna enfermedad o condición de salud diagnosticada, siendo el asma (8,3%) y las enfermedades broncopulmonares (3,5%) las más comunes.

Por primera vez, el estudio incorporó preguntas relacionadas con el Trastorno del Espectro Autista (TEA), revelando que un 3,6% de los estudiantes se encuentra dentro del espectro, lo que plantea nuevos desafíos para la integración y apoyo en el ámbito educativo.