Latinoamérica se une para rechazar a Maduro: Chile, Uruguay, Paraguay y Guatemala acusan “fraude”
Los gobiernos de Chile, Uruguay, Paraguay y Guatemala calificaron este jueves de "fraude" el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que confirmó el triunfo de Nicolás Maduro, en las elecciones, mientras los líderes de Colombia, Brasil y México, que trataron de mediar en la crisis poselectoral, aún no se han pronunciado.
La sentencia del TSJ, con la que concluye de manera "inequívoca e irrestricta" la revisión de las elecciones, se produce 22 días después de que el propio Maduro solicitara este proceso, a través de un recurso de amparo que nunca se conoció y por el que fueron convocados al Tribunal Supremo los diez excandidatos presidenciales.
Uno de los primeros en hablar fue el mandatario de Chile, Gabriel Boric, quien dijo que con el fallo se "termina de consolidar el fraude" en las elecciones.
"Hoy el TSJ de Venezuela termina de consolidar el fraude. El régimen de Maduro obviamente acoge con entusiasmo su sentencia que estará signada por la infamia. No hay duda que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones, reprime al que piensa distinto y es indiferente ante el exilio más grande del mundo solo comparable con el de Siria producto de una guerra", apuntó Boric en X.
En la misma línea se expresó el jefe de Estado de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien aseguró que "el régimen de Maduro confirma lo que la comunidad internacional viene denunciando: el fraude. Una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática de su pueblo"
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, consideró "inaceptable" la decisión del TSJ sin una revisión "exhaustiva e independiente" de los votos y lamentó "profundamente la decisión del Gobierno de Venezuela de avanzar en la ratificación de resultados electorales que no reflejan la voluntad del pueblo venezolano".
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, insistió en que su país no reconoce el "fraude" electoral perpetrado por el "régimen" de Nicolás Maduro.
"La crisis en Venezuela es indiscutible, y desde Guatemala ya hemos dicho que sus recientes elecciones solo son una demostración de la misma: el régimen de Maduro no es democrático y no reconocemos su fraude", afirmó el mandatario en un mensaje en la red social X.
El expresidente colombiano Juan Manuel Santos, nobel de paz de 2016, calificó de "patraña" la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, mientras el exmandatario colombiano Iván Duque, quien lideró un "cerco diplomático" contra el Gobierno de Maduro entre 2018 y 2022, dijo que el fallo era "un golpe al pueblo venezolano".
"El fallo del Tribunal Supremo de Venezuela es una patraña. Colombia no puede, ni debe avalarlo, como se lo dijimos ayer al canciller (Luis Gilberto) Murillo en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores", expresó Santos, que gobernó el país andino entre 2010 y 2018, en un mensaje publicado en la red social X.
Por su parte, Duque dijo que "ahora lo que espera el dictador es que basado en ese dictamen, que no tiene sustento ni soporte, y que también termina validando que el Consejo Nacional Electoral estaba al servicio de que él se robara las elecciones, salgan varios países simpatizantes de su dictadura en la comunidad internacional a reconocerlo como presidente legítimo".
Por su parte, la opositora Concertación Democrática Nicaragüense (CDN-Monteverde) rechazó "el intento del régimen de Nicolás Maduro de legitimar el fraude electoral, mediante una resolución de la Sala Electoral del TSJ de Venezuela, que además pretende legalizar el golpe de Estado contra la soberanía popular del pueblo que el 28 de julio se expresó en las urnas, mayoritariamente a favor de Edmundo González Urrutia".
Colombia, México y Brasil guardan silencio; Cuba y Nicaragua celebran
Por el momento los gobiernos de Brasil, Colombia y México, que son cercanos al Ejecutivo de Maduro y que han hecho gestiones de medicación para dar una salida pacífica a la crisis, hasta el momento no se han pronunciado.
La semana pasada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, endureció su discurso y propuso dos soluciones: la formación de un gobierno de coalición que integre miembros del chavismo y de la oposición o la celebración de nuevas elecciones, las cuales fueron rechazadas por ambas partes.
Mientras que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sugirió un “frente nacional” como paso “transitorio” hacia una “solución definitiva” a la crisis.
En cambio, los que sí celebraron fueron Nicaragua y Cuba.