Los derechos sexuales existen durante todo el ciclo vital
Cuando hablamos de Derechos Sexuales solemos pensar en temáticas relacionadas al embarazo, la anticoncepción o la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual. Sin embargo, el desconocimiento que provoca la carencia de una Educación Integral de la Sexualidad genera que se desconozcan también aspectos que están incluidos dentro de estos Derechos, y todo recae entonces en la genitalidad y las prácticas sexuales.
¿Los Derechos Sexuales existen durante todo el ciclo vital? Claro que sí, aunque en la práctica no lo visualicemos. Es fundamental entonces que se garantice la entrega de información al respecto, basada en evidencia científica, para que así las personas puedan tomar decisiones libres e informadas respecto a sus vivencias sexuales y reproductivas.
En ese sentido, hay etapas claves donde, para los sistemas de salud y para los medios de comunicación, los derechos sexuales existen. Y como mencionábamos anteriormente abarcan aquellos que son fundamentales, como la planificación familiar, anticoncepción, el embarazo, el puerperio, la prevención de patologías asociadas a la salud reproductiva, entre otras. Una vez transitada toda esa etapa, las personas desaparecen del radar de los servicios y la información.
Un proceso fundamental que no está lo suficientemente abordado es la menopausia, proceso biológico que trae consigo -históricamente- mitos y una suerte de duelo principalmente para las mujeres. Aquellas personas con útero y ovarios, luego que cesa la menstruación, aproximadamente entre los 40 y 50 años, pueden presentar menopausia, aunque esta es solamente la segunda etapa de un proceso más amplio.
La perimenopausia, menopausia y posmenopausia son distintas etapas que componen el climaterio, un periodo de transición durante el cual la producción de estrógeno disminuye, finalizando así la capacidad de producir folículos y ovocitos.
Según una encuesta realizada en Chile en 2022, solamente un 55% dijeron sentirse cómodos/as al conversar sobre la menopausia. Aunque existe un sesgo de género, ya que hablar sobre este tema no es igual entre hombres y mujeres. Solamente el 43% de los hombres declararon sentirse cómodos al platicar con amistades, cifra que en mujeres es destacablemente mayor, llegando al 64%.
Son diversos los prejuicios e inquietudes que surgen durante este periodo, y que con falta de acompañamiento, información y perspectiva de género transforman esta etapa en un momento aborrecido y temido.
Nos han dicho que durante esta etapa hay que vivir las señales y síntomas con hidalguía, acostumbrándonos a los bochornos, dolores musculares, insomnio, cambios de humor, entre otros; que inevitablemente nuestro peso cambiará o que incluso dejaremos de ser “mujeres”, perderemos atractivo, sensualidad y que finalmente nuestra vida sexual y placer llegó a su fin, por la falta de deseo y juventud.
Estas falacias pertenecen al entramado social que pone cargas en las diferentes etapas del ciclo vital de las mujeres, y que reproducidas una y otra vez, van quedando arraigadas en nuestro imaginario y las volvemos reales.
Las mujeres y personas adultas tienen Derechos Sexuales, derecho a recibir información y acceder a servicios relacionados con el bienestar emocional y físico, así como a sentir placer y contar con todo el acompañamiento necesario para vivir los procesos de la manera más adecuada y en sintonía con el bienestar.
Esto es posible a pesar de lo que nos han dicho, mediante un enfoque integral, una preparación adecuada que solo se obtiene de la entrega de información y la visibilización de los Derechos sexuales y Reproductivos a lo largo de la vida.
Teniendo información y preparación a lo largo de la vida se puede conseguir, también con profesionales de la salud que vean este proceso de manera amigable y desde la perspectiva de los Derechos, sacar el estigma de que las personas cuando llegan a cierta edad, dejan de ser seres sexuales y que deben padecer, en vez de sentir placer.
Crédito de fotografía: Agencia Uno