Después del fallecimiento de un hombre el 6 de junio de 2013, su esposa e hijas enfrentaron un prolongado desafío legal para recuperar fondos de una cuenta de fondos mutuos que él mantenía en el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).

Según se puede apreciar en el fallo judicial, en 2016, tras obtener la posesión efectiva del fallecido, la familia solicitó al banco información sobre los fondos, pero inicialmente recibieron respuestas contradictorias.

La esposa del hombre buscó apoyo de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) en abril de 2016 para clarificar la situación.

BBVA confirmó mediante una carta que los fondos existían y detalló cómo y dónde se podían reclamar.

Sin embargo, cuando la esposa del hombre fallecido acudió a la sucursal indicada para retirar los fondos, le informaron que no existían y que no podían mostrarle documentos debido a su antigüedad.

Esta situación llevó a la familia a demandar al banco, que finalmente resultó en una decisión del 30° Juzgado Civil de Santiago, que ordenó a BBVA pagar $7.366.446 a la familia, ajustados por inflación y con intereses desde la fecha de fallecimiento del hombre hasta su completo pago.

La Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó esta sentencia en 2021, destacando la falta de evidencia del banco para refutar su propio reconocimiento de los fondos.

El tribunal subrayó que los herederos legales tienen derecho pleno sobre los fondos y rechazó cualquier intento del banco de retenerlos sin justificación válida, citando el principio de "prohibición de enriquecimiento sin causa".

Además de la suma reclamada, BBVA fue condenado a pagar todas las costas legales por haber perdido el caso.