Experta tras socavón: “Urge una evaluación de riesgo en todos los edificios del campo dunar”
Otra vez un episodio intenso de lluvias dejó a un edificio de Viña del Mar al borde de un socavón generado en el campo dunar de Concón. Esta vez, se trata de un edificio más antiguo que el Kandinsky y a mayor altura sobre las dunas, por lo que quienes viven debajo también sufrieron consecuencias.
[Te puede interesar] Dunas fósiles: El pasado milenario del campo dunar de Concón
Ante este nuevo evento, la especialista en ecosistemas costeros, Carolina Martínez, apunta a la poca integración de conocimiento técnico y científico en las decisiones sobre edificar un ecosistema dinámico como el campo dunar de Concón.
[Te puede interesar] Aseguradora no quiso pagar auto robado desde casa: Fallo obliga a indemnizar a cliente
¿Cuál es el origen de los socavones en el campo dunar?
Hay un componente que son los colectores de aguas lluvia y cuánta carga de agua soportan, pero la causa subyacente es el impacto de construir sobre un sistema de alta fragilidad geomorfológica como es un sistema dunar, que en este caso ha sido alterado construyéndose a contrapendiente, a diferencia del edificio Kandinsky que estaba sobre la base de las dunas. Este edificio es más antiguo y está más arriba en la ladera.
[Te puede interesar] Senapred y Sernageomin prenden las alertas: Aumenta peligro de más socavones en Viña del Mar
También hay que considerar que no se está construyendo sobre roca sino sobre un ecosistema marino costero que siempre es dinámico, cambiante, y no resiste grandes presiones como la aglomeración de edificios altos. Es preocupante porque la presión por construir en el campo dunar sigue aumentando; hoy en día se siguen proponiendo proyectos inmobiliarios allí.
Existían dos informes del Sernageomin alertando ya en 2005 y 2012 sobre el riesgo de eventos de remoción en masa en la zona. ¿Qué debería haberse hecho diferente con esa información en mano?
Un nudo crítico en esta situación y en otras que ocurren en la costa, es que no se vincula el conocimiento técnico científico dentro de los procesos de toma de decisiones. Es importante incorporar esos conocimientos en los Planes Reguladores y en otras normativas, así como en la entrega de permisos de edificación. Hoy en día esa falta de conocimiento está provocando que se degraden los ecosistemas y que se pongan en riesgo vidas humanas. En la actualidad tampoco las inmobiliarias hacen un seguimiento a las consecuencias de su urbanización y a cómo las personas habitan los lugares después de entregados. Se termina traspasando a las personas que invierten en el inmueble toda la responsabilidad de lidiar con las consecuencias de estas decisiones faltas de información.
¿Qué se debería hacer ante la situación actual?
La primera prioridad es resguardar las vidas de las personas que viven debajo del edificio, evacuar lo que haya que evacuar y no escatimar en tomar medidas de prevención.
Además es importante que las autoridades dejen de analizar y solucionar estos hechos caso a caso. Urge una evaluación de riesgo de todo el campo dunar y los edificios sobre él, considerando las cargas que tiene y las dinámicas geomorfológicas que lo transforman, con organismos técnicos y universidades aportando conocimiento.
¿Es necesario un cambio de normativa a largo plazo?
A largo plazo creo que este hecho se debería tomar como un punto de inflexión, un ecosistema que ya está mostrando señales de crisis, y que eso lleve a replantearse esta forma de desarrollo inmobiliario y también la protección de los ecosistemas costeros, que son un bien común del país y que cumplen funciones ecosistémicas que se están perdiendo y que son importantes para adaptarse al cambio climático.
Para esto es necesario que el país tenga una ley de costas, que introduzca el ordenamiento territorial en el borde costero y la visión integrada de la playa, las dunas y los humedales costeros, que están interconectados entre sí. Existe una moción en esta línea en el Congreso desde 2022, pero ha tenido poco interés de los parlamentarios para avanzar.