El extremo sur de Chile es uno de los lugares con los mares más prístinos del planeta. Sin embargo, tras saturar regiones patagónicas como Los Lagos, la industria salmonera se ha instalado cada vez más al sur, y en muchos casos en lugares especiales para la biodiversidad marina, como la reserva Las Guaitecas en Aysén y la reserva Kawésqar en Magallanes.

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Para poder operar, cada centro de cultivo de salmones debe pasar por una evaluación y recibir un permiso ambiental, donde se establece la cantidad máxima de salmones permitida para cada centro. Investigadores de la fundación Terram analizaron la producción de distintos centros salmoneros dentro de las reservas mencionadas, y encontraron 95 episodios de sobreproducción de salmones sin sancionar.

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La normativa actual categoriza la sobreproducción de salmones como una infracción grave, y le asigna una multa que puede ser de hasta $3.900 millones. De los 95 episodios de sobreproducción detectados por Terram, y develados en un reportaje de Ciper, 74 ocurridos en Las Guaitecas y 5 en la reserva Kawésqar, ya prescribieron sin multa.

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Los otros 9 casos prescriben en mayo y también pasarán sin sanción, a menos que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formule cargos al respecto. Consultada por los investigadores, la directora de la SMA, Marie Claude Plumer, respondió que de todos estos casos, solo ha recibido denuncias por parte de Sernapesca de seis episodios, que tampoco han sido sancionados.

El reportaje también alerta que el monto de las multas habría sido menor al beneficio económico que obtuvieron las empresas por vender el salmón producido ilegalmente. LA cantidad de toneladas de salmón sobreproducidas en varios de los casos, genera un rédito que multiplica hasta en cinco o seis veces la cifra de la multa.

La sobreproducción de salmones genera una sobrecarga de nutrientes que se depositan en el fondo marino producto de las fecas y alimento no ingerido por los peces. Esto disminuye el oxígeno disponible lo que se traduce en una de las principales amenazas para algunas especies vulnerables que circulan en estas áreas protegidas, como el delfín chileno que es el único cetáceo que solo existe en el país.

Lobby sin registro

Entre las salmoneras con más toneladas producidas por sobre la norma que no fueron sancionadas, encabezan la lista empresas como Australis, AquaChile y Blumar. Estos nombres se repiten en otro reportaje de Ciper, que da cuenta de reuniones de empresarios con autoridades públicas que no fueron registradas como lobby.

Según datos de las agendas de autoridades públicas, obtenidas por pedido de transparencia para el reportaje, la institución que más reuniones mantuvo con directivos de empresas fue la Subsecretaría de Pesca, con 54 reuniones. La mayoría de ellas fueron con empresas que se desempeñan en el rubro salmonero como Nova Austral, Australis, AquaChile y PacificBlu, titular de Blumar.

Tras la publicación del reportaje, especialistas en transparencia opinaron que es necesario revisar las excepciones que contempla la ley de lobby, ya que tanto la Subsecretaría de Pesca como otras autoridades cuestionadas por este hecho, justificaron que las reuniones mantenidas con empresarios no reunieron los requisitos para ser registradas. Esto significa que ahora es imposible conocer los temas tratados en las reuniones.